Tejedores de un arte que sacude y eleva conciencias; la propuesta cultural de Antorcha

"... y aunque tú cierres los ojos, de todos modos te va a chingar, a huevo, la realidad te alcanza, tarde que temprano tienes que tomar una decisión".


Tejedores de un arte que sacude y eleva conciencias; la propuesta cultural de Antorcha

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2016, 22:25 pm

Texto: Nadia Sosa Vázquez/
Fotos: Sugeyry Gándara

Tecomatlán, Pue.- Calibán, la representación del indígena colonizado del nuevo mundo, salvaje y esclavizado, le dice a Próspero, un aristrócata despojado de sus títulos nobiliarios, "tengo que comer. Esta isla es mía por mi madre Sícorax, y tú me la quitaste… ¡Maldito yo por hacerlo! Los hechizos de Sícorax te asedien… yo soy todos los súbditos que tienes, yo, que fui mi propio rey; y tú me empocilgas en la dura roca y me niegas el resto de la isla", Próspero le dice, "¡esclavo archiembustero, que respondes al látigo y no a la bondad! Siendo tal basura, te traté humanamente, y te alojé en mi celda hasta que pretendiste forzar la honra de mi hija", la hija, Miranda, le reclama que le enseñó su idioma y a cambio intentó forzarla, el sometido le contesta, "me enseñaste a hablar, y mi provecho es que sé maldecir. ¡La peste roja te lleve por enseñarme tu lengua!", Próspero, encolerizado, le amenaza con castigarlo si no recuerda su papel de esclavo, "… te torturo con calambres, te meto el dolor en los huesos. Rugirás tanto que hasta las bestias temblarán de oírte", Calibán, de rey a esclavo, dice, "no, te lo suplico. He de obedecer", se va diciendo entre labios "... su magia es tan potente que vencería a Setebos, el dios de mi madre, convirtiéndolo en vasallo". Estos diálogos son de La Tempestad, considerada la última obra del dramaturgo inglés William Shakespeare, la obra http://www.mad-actions.com/docs/the%20tempest_esp.pdf en general del autor, retrata los dramas humanos con sus circunstancias sociales, políticas e históricas; para muchos estudiosos del arte, el arte en cualquier representación tiene la característica de comunicar una idea, hermoseada, y generar de esta manera un impacto en el espectador al poder comunicar la idea original, artísticamente.

El impacto puede ir desde la sensibilización a lo hermoso que rodea, hasta la sensibilización a la crudeza que rodea, en la vida de las personas, pero, puede ser también una herramienta educadora, esto último es lo que sostiene la organización Movimiento Antorchista Nacional para hacer su oferta de una propuesta de Nación, a través de la práctica y desarrollo del deporte y el arte, como algo que se hace a conciencia, como una disciplina física y espiritual, y que así la persona se transforme en una más sensible a lo que la rodea, y en una que actúe para modificar eso que la rodea, más, si está sometida a una constante manipulación para distraerla de la realidad, de todo eso que está detrás, delante, a un lado suyo, para que no lo vea, como también sostiene, entre otros, esta organización. Al comenzar esta serie de reportajes-entrevistas investigados en ese pueblo que se llama Tecomatlán, Puebla, la realización de una competencia anual fue la inspiración inicial de este trabajo, las Espartaqueadas, un año culturales, otro año deportivas, convocadas por esta organización y con las que hacen su oferta política a la gente; cada año el público ha ido en aumento, en algunos de la última década, hasta doblar la cifra anterior de participantes, ¿por qué? fue la pregunta que motivó la curiosidad, y llegamos a esta conclusión de la oferta política, ejecutada en un modelo de gobierno con ejemplos exitosos de municipios como Chimalhuacán o Ixtapaluca, en el estado de México, que fueron los que tratamos, y con obvia referencia a Tecomatlán, donde nace este movimiento político y propuesta, que al igual, realizarlo ha costado una cuota de sangre, y entre otras cosas esto es una de las defensas que hacen de sus motivos para decir que sí, su objetivo es que el pueblo sea el que gobierne al pueblo, y pueda salir del estado de opresión que por esa manipulación sistemática y comprobable como una práctica de grupos de poder, han dicho aquí miembros de Antorcha, se encuentra. Yo fui a Tecomatlán como he explicado aquí, para hablar de ésta, una de tantas propuestas que hay en México para revertir la actual problemática económica, de seguridad, de falta de trabajo, y un par más de etcéteras; y comencé hablándoles de esa carta de presentación que son las Espartaqueadas, hasta ahorita sólo se ha hablado de lo deportivo, y en éste, que es el último reportaje, toca hablar de lo cultural, y para eso, les presento una entrevista con el director de la obra de teatro "Los Tejedores de Silesia", que durante las competencias a las que acudimos mi compañera fotorreportera y yo, fue presentada en el teatro-auditorio Clara Córdova Morán.

Esta obra ganó por el estado de México el primer lugar en la categoría semi profesional del XVI Encuentro Nacional de Teatro que organiza el Movimiento Antorchista, en noviembre del año pasado, compartiéndolo con la obra "Los Bandidos" del estado de Puebla; los Tejedores, se basa en el drama de la insurrección en junio de 1844 de los tejedores alemanes, levantamiento de dos días violentamente sofocado por soldados, y retrata los abusos de los patrones en contra de sus trabajadores, en este caso critica las condiciones de explotación de los artesanos, que bien puede acomodarse a muchos dramas que actualmente viven muchos trabajadores en Latinoamérica, mineros, jornaleros, obreros de maquiladoras, en condiciones tal vez no tan dramáticas, o con otras características, como las largas jornadas de los mineros en Chile, el hacinamiento de los jornaleros en Baja California, en México, o la prostitución disfrazada de las obreras de las maquilas en Chihuahua, también en México.

Tercer acto de "Los Tejedores de Silesia", una posada, el viajante, un comerciante de telas dice a la muchacha que teje a un lado mientras atiende, "no lo entiendo. Los periódicos están siempre hablando de la miseria de los tejedores, pretenden que se mueren todos de hambre; cuentan acerca de ellos historias que hacen estremecer... pero yo he visto ese entierro cuando entraba en el pueblo. ¡Un verdadero entierro de rico! Música, niños de la escuela, banderas, el pastor, gran número de asistentes, se creería que enterraban a un emperador chino. ¿Cuándo esas gentes pueden pagarse todo eso! ¿No es verdad, señorita? ¿No tengo razón? ¡Sin duda son unas zapatillas para su papá!"
El padre apresuradamente contesta, para sacarlo de su error, "¡Oh! Yo no me pongo esas cosas".

Sobre el mensaje político del trabajo cultural de Antorcha habla el director de la obra, también sobre la justificación ideológica que lleva consigo; para la justificación en general de las Espartaqueadas y de los encuentros culturales, les presento la definición que oficialmente da la organización en su página en la red http://www.antorchacampesina.org.mx/conferencias_culturales.php, que a través de la música, la oratoria, la poesía, el canto, la danza folklórica y clásica, los bailes tradicionales, se puede formar artísticamente a la persona, como un arma que transforma el pensamiento y accionar de ésta, por la disciplina, pero que no sólo lo que se presenta en los teatros está muy lejos de representar eso sublime del ser humano, sino que está muy lejos de las colonias pobres, de los obreros, de los campesinos, y los artistas surgen del pueblo, pero cuando cobran cierta notoriedad, a base muchas veces de someterse a prácticas indignas contra la persona, son explotados como un objeto comercial, dejando de lado la poderosa influencia del arte en el ser humano. Antorcha lleva la representación cultural-artística hasta la protesta pública - como refieren cientos de notas informativas -, en muchas de las que realizan presentan bailes típicos, poesía, música popular, canto del folklor mexicano, con el propósito dicen también, de exaltar la raíz mexicana, que también se pierde en ese ruido que busca asimismo, desproveer de su origen cultural al mexicano, para manipularlo y controlarlo, como sostiene la tesis de esta organización. Luego, en el libro "Conferencias Culturales", compilación de conferencias de Aquiles Córdova http://www.tulibroenlinea.com/antorchacampesina/conferencias_culturales/, diferencia entre la cultura y el arte, y el arte dice, puede ser un arma transformadora de conciencias, de la sensibilidad, pensamiento, sentimiento y voluntad del hombre, a un hombre mejor, ese hombre nuevo del que tanto hablan, uno más solidario dice, más tolerante, más inteligente, y más solidario entonces, y difiere de que el arte o la apreciación artística, sea sólo el goce de las cosas bellas, sino también de la crudeza de la realidad logrando una catarsis dice, en la persona, siempre y cuando la persona esté abierta a recibirla, pero también que esté bien interpretado, y esta organización no puede por ello prescindir del arte como esa herramienta de transformación porque, dice, "… emparenta con ideas elevadas, con los grandes valores, la belleza, la bondad, la verdad, la tolerancia, y lo aleja – al hombre – de los bajos sentimientos, la envidia, la mezquindad, el egoísmo, la ira, del deseo de hacer daño, hace al hombre mejor e incapaz de hacer daño a sus semejantes, y muy dispuesto a hacerles todo el bien que pueda, de acuerdo con sus posibilidades". Además de a los obreros, campesinos o colonos de las periferias, tampoco llega a un sector hoy muy abandonado y un literal tiro al blanco de la convulsión social actual de este país, y del mundo, los jóvenes, literal también, carne de cañón de la violencia, de la enfermedad, de la desesperanza por la falta de oportunidades de estudio, de empleo, de encauzar incluso ese caos en el que viven, a través del arte o del deporte, en cualquiera de sus manifestaciones.

De todo eso habla Pedro Coahuayana, director de la compañía de teatro del estado de México "Humberto Vidal Mendoza", que tiene el nombre de un activista de Antorcha que falleció, un impulsor de la cultura y el arte en esta organización, como esa herramienta transformadora de la que hablan; Pedro Coahuayana dirigió "Los Tejedores de Silesia", escrita por Gerhart Hauptmann, y pública en 1892 http://es.scribd.com/doc/53366632/Gerhart-Hauptmann-Los-Tejedores#scribd, narra la dramática situación y condiciones miserables en que vivían o sobrevivían los tejedores artesanos en la primera mitad de 1800, en medio de la competencia entre los fabricantes textiles alemanes y los ingleses, que les ganaron terreno al ofrecer un producto más barato. Consta de cinco actos, dura más de dos horas, con 40 actores en escena, y ahí es donde se da el primer mensaje político de esta organización, el de la cultura como un arma educadora, pues los actores son amateurs, o comienzan como amateurs, "todos son del estado de México, Toluca, Chimalhuacán, Ixtapaluca, Texcoco y La Paz, lugares en dónde tiene trabajo Antorcha, son estudiantes, activistas, maestros, algunos son campesinos, entonces la compañía está conformada con gente de la organización pero que no se dedican al teatro, son activistas de Antorcha, les gusta, algunos ya tienen más tablas que otros, pues ahí van empezando, pero pues entregados". Él tiene 18 años como miembro de la organización, es activista, empezó de actor y siguió hasta formarse director, de modo que también resultó una persona adecuada para hablar de la oferta cultural, por ser miembro de esta organización, porque la lleva a la práctica desde hace años, y por supuesto por ser actor y director, metido por así decirlo, en el arte y la cultura hablando de modo general, y dice de hecho, que en general, el trabajo teatral que presentan tiene el objetivo de exaltar lo mejor del ser humano, y concientizarlo, esta obra en específico puede hacerlo por la temática que aborda, pero además, al ser la primera vez que se monta en México, "es una obra como olvidada", hay más posibilidades de que la gente quiera verla.

Con Pedro Coahuayana – Coahuayana es el nombre de un pueblo de Michoacán, de dónde es él - quedamos de vernos para una entrevista conmigo y mi compañera la noche anterior a la presentación de la obra teatral, venían llegando el director y los actores al Clara Córdova – también de color naranja y con una gran mariposa significando la transformación, estampada afuera del auditorio -y se acomodaban; al lunes siguiente, acudimos a la cita, mi compañera primero, que fotografió algunos actos, y poco después llegué yo, que andaba entre investigando y tratando de escribir desde una terraza de Julieta – hablando de Shakespeare - que daba al estadio de fútbol del deportivo Wenceslao Victoria Soto y a un montón de bugambilias moradas que nos daban los buenos días cada mañana de esa semana, muy alegres ellas, la terraza estaba en el lugar donde nos quedamos y donde fuimos muy amablemente acogidas, cosa que aprovechamos para agradecer, y pues estaba yo, tratando, porque la constante esa semana fue de ruido por las bocinas de los negocios de comida y del estadio, y sólo un día cesó, cuando Dios se compadeció de mí y el infernal ruido paró – yo honestamente pedía que se fuera la luz en todo el pueblo, pero no se me hizo -, luego mi compañera se retiró a seguir trabajando por otro lado y a estirar las piernas, yo esperé a que se acabara la representación y lo entrevisté abajo del escenario, ya iluminado el teatro y con el bullicio de los actores de fondo, así que esta entrevista fue en realidad la única agendada de todas las que hicimos para este trabajo reporteril. Esta es la liga a Flickr con las imágenes de la obra presentada en el auditorio Clara Córdova https://www.flickr.com/photos/49393159@N07/albums/72157664261695670.

Pedro Coahuayana dice que propone esta obra para participar en el concurso nacional del año pasado, porque su contenido refleja la idea del trabajo del Movimiento Antorchista, y de hecho habla de esa revolución intelectual de la que habló Aquiles Córdova en la inauguración de la justa deportiva, "es muy, muy lo que piensa, lo que hace, lo que busca y en lo que trabaja la Antorcha Campesina, entonces es como llevar a escena lo que se lee en los libros pero no se vive, entonces esto es como dar un discurso a la vida, a lo fresco de la existencia, de los pueblos que vemos en libros por ejemplo que te llevan en Antorcha de estudio del Capital, y que son ejemplos que pasan como en oscuras, pero ya al momento de encontrar este texto es muy vivencial, muy ilustrativo".

En el segundo acto, "Los Tejedores de Silesia", el lugar una casa pequeña y mísera, el tejedor y casero Ansorge queja, "no se llega ni a vivir, ni a morir, se pudre uno la sangre, hasta que se cae. La miseria nos come todo. En otro tiempo, cuando todavía se podía trabajar en el telar, era duro, pero se las arreglaba uno sin embargo. Hoy no hay medio de encontrar trabajo. Y la cestería no puede hacerme ganar bastante. Yo hago cestas hasta por la noche, y cuando caigo molido en la cama, he ganado dos groschen. Tú que tienes educación, ¿qué dices de esto? Todo encarece, ¿cómo se las compone uno? Hay que dar cuatro thalers de contribución, tres por la casa, en todo el año puedo ganar catorce, me quedan siete para mí, con los que tengo que hacer la cocina, pagar el carbón, los trajes, los zapatos, y demás. ¿Cómo quereís que se llegue a pagar el impuesto?"
El abuelo Baumert dice, "lo que yo digo es que alguien vaya a Berlín y le diga al rey lo que pasa entre nosotros".
El soldado licenciado Jaeger dice, "eso no serviría de nada, abuelo Baumert. Ya se ha hablado de todo eso en los periódicos…"

La obra de Gerhart Hauptmann dice, expone la historia de un pueblo que cobra conciencia de su explotación, humillado y maltratado, y que es tan actual como real, en México, y en el mundo: "no se da la revolución en los foros, en la salas de discurso, no, se da en la plática cotidiana, se da en la charla frente a una pobre comida y la gente habla de lo mal que le va en la vida, y que así como están las cosas pues no pueden seguir, muy vigente, pues pasa siempre, usted puede ir con su familia y va a escuchar que el dólar, que el peso, que Peña Nieto, que para donde jala el país… nosotros lo que planteamos aquí es que el pueblo no debe soportar, pues, tanta humillación, tanta marginación, el gran problema es que en este país quienes detentan el poder no lo van a dejar con reformas, ni van a hacer reformas realmente a favor de la gente humilde, lo que nosotros planteamos es que el pueblo tiene que organizarse, tiene que pelear por sus intereses".

Los Tejedores de Silesia sin embargo, narran la explosión violenta de un grupo de gente llevado al límite que es reprimido también con violencia, Pedro Coahuayana dice que ese no es el mensaje que quieren expresar, "por ejemplo, como realidad escénica tiene que tener ese toque, precisamente para tener la carga dramática, ya como visión social, Antorcha como organización no cree en el uso de la violencia, ni la incitación a la rebelión para lograr los cambios… todo nuestro movimiento es un movimiento apegado a la ley, y en ningún momento nosotros en el activismo en los pueblos, en las colonias, le decimos a la gente ‘agarra el machete, agarra el cuchillo y defiende lo tuyo’, no, agarra el libro, agarra el estudio, nosotros creemos eso, que la revolución que tiene que dar Antorcha es que es eso, a través del estudio, y el drama propone lo suyo, que finalmente se critica en el drama, ¿qué quieres hacer? te van a meter a una cárcel pero de qué te sirve estar libre si estás esclavizado por la miseria", pero mucho se dice, se denuncia en foros internacionales, que como en el caso de la Primavera Árabe, muchos movimientos sociales violentos son instigados por los grupos más poderosos del mundo, que se valen de la desesperación de la gente, de ese estado de situación límite muy real, para instigarlos literalmente, a eso, a explotar violentamente, sin embargo, ser pasivo también es violento, no hacer nada facilita la opresión, que ese estado de cosas del que se habla, se afiance más, soportar una situación que te lleva al límite esperando que alguien lo haga por ti contribuye a permitirlo, como plantea la obra de "Los Tejedores de Silesia", en cualquier caso, la realidad alcanza tarde que temprano.

Primer acto, "Los Tejedores de Silesia", en la fábrica de muros grises, dice Dreissiger, el dueño de la fábrica, "en último término, ¿a quién se hace responsable de ello? ¡A los fabricantes, caramba! Nosotros somos la causa de todo. Que un pobre diablillo como ese vaya un día de invierno a pararse y dormirse en la nieve, y siempre habrá por allí un periodista que llegará, no se sabe de dónde, para enterarse del hecho, y dos días después circulará por todos los periódicos. El padre, los parientes que hayan enviado al niño a la nieve, esos no tienen la culpa; nosotros somos los pérfidos emisarios. A los tejedores se les adula siempre; a nosotros nos vapulean… ¡Ah! Yo quisiera veros en mi pellejo un poco de tiempo de cuando en cuando; pronto os cansaríais… lo que no le impedirá ir a gritar por todas partes que yo soy un ser sin corazón, que por un sí o un no despido a mis obreros. Vamos a ver; ¿es cierto eso? ¿soy un ser sin corazón?"
Le contestan a una voz, "no, no, señor Dreissiger".

En ambos casos, sea violenta o pasiva la reacción, la constante de luchas populares que fracasan, dice este director de teatro, es que están desorganizadas, y dice de Ghandi y su revolución pacífica, y una India hoy tan explotada como México, de una revolución francesa violenta, que finalmente termina también dominada su sociedad por una política mundial, y adiós independencia, "un pueblo qué puede hacer de diferente siendo un pueblo, pues por lo menos su postura de dignidad, porque estos cambios no son por moda: es un sistema social cabrón, que aunque quieras ponerte violento no puedes, porque el sistema está encabronado, y aunque tú quieras ponerte pacifico no puedes, aquí, realmente no es una cuestión de ir y matar fabricantes, de ir y matar soldados – como sucede en la obra teatral -, el asunto es un cambio de modelo económico, de lo otro, nada más es, sólo ir a la forma y no al fondo". La ideología de esta organización es socialista, que sostiene que una inequitativa repartición de la riqueza que producen las personas es el origen de todas las violencias, sociales: si no hay trabajo no hay dinero en casa, y la gente busca cómo comer y dar de comer a sus hijos, entonces roba, mata, se une al Narco, o en otro extremo, vende su tarjeta de elector y da su voto a un sistema que más temprano que tarde se le va a voltear, negándole el acceso a los servicios básicos y públicos a los que tiene derecho, a la educación, la salud o la vivienda, a lo que también tiene derecho. Pero es víctima de ese sistema, no se puede culpar a una persona que acepta una despensa a cambio de un voto porque no tiene para comer, y las críticas o linchamientos sociales a por qué lo hace tampoco le van a dar de comer, como tampoco se puede culpar las expresiones de violencia en por ejemplo, los pueblos alejados o las colonias periféricas, porque si, nuevamente, un padre no tiene para dar de comer a sus hijos, o un muchacho no tiene oportunidad de estudiar o de aplicar en lo que estudió y también, tiene que dar de comer a su familia, va a rentar su parcela que se seca, o se va a emplear pizcando marihuana cuando es temporada; o una cara de esa violencia social que generalmente no se observa a fondo por todos nosotros, las secuelas de esa violencia que comienzan con la pobreza: unos niños en una colonia en medio de la nada, sin los mínimos servicios básicos sin policías sin luz mercurial sin parques sin agua sin drenaje y sin pavimento, en condiciones miserables, en el abandono, asesinan a otro niño jugando al secuestro, imitan lo que ven o lo que escuchan que hacen los adultos alrededor suyo, y la reacción social general es de linchamiento, es un asesinato cruel de un pequeño – Cristopher Raymundo Márquez Mora -, la gente en el entorno inmediato sobre todo, y en general, apunta dedos acusadores a los niños que lo asesinan, tienen un Frankenstein para desahogar toda la violencia alrededor que también los oprime, pero así como ellos son víctimas de esa violencia y su reacción, también lo son el niño asesinado, los niños que asesinan, y los adultos de quienes observaron ese ejemplo, de todos, fue una reacción a ese ignorar sistemático, oficial, y también social, de la miseria de los demás. En medio del ruido, ¿quién puede escuchar?.

Sucede, es lo que dice esta organización, porque la gente, el pueblo – ése tan mencionado -, no está en el poder, y no lo está porque sometido por la manipulación de los que sí están, está sin las armas para defenderse, que dicen es el conocimiento sobre la realidad y origen de las cosas, y la información sobre cómo defenderse, con conocimientos y con información porque llamar a las armas, dicen también, es un llamado al suicidio colectivo, en eso radica la importancia de que la gente se organice, porque pierde de las dos maneras, segmentada de los demás y sus problemas, o reaccionando violentamente a esos problemas. Pedro Coahuayana dice, "ya siendo objetivo, obviamente yo lo percibo así como director de teatro, la organización sí llaman a organizarse, sí llama a que la gente conozca sus derechos y los defienda con la Constitución en la mano, porque quienes detentan el poder nunca van a querer dejar su espacio de privilegio, nunca, y no solamente por ejemplo con organizaciones como Antorcha, el poder defiende su capital, defiende los fuertes intereses que hay adentro de cualquier estado, la Policía defiende al Estado pues está para proteger eso, y va a ejercer la violencia pretextando que es su derecho constitucional, no solamente contra Antorcha, contra taxistas, contra campesinos, contra estudiantes, por ejemplo, allí en Ayotzinapa, se chingaron a 43 estudiantes, pero el poder se ejerció para mantener status quo", se observa también dice, en cómo se aplica la también muy mencionada Constitución, con dos varas, "suena bonito lo constitucional, por ejemplo, dicen: todo aquel que viole la Constitución debe de ser metido a la cárcel, si tú matas vas a la cárcel, pero también dice la Constitución, que hay que cumplir la constitución, y esos cabrones no cumplen con la alimentación ¿y a poco los meten a la cárcel?, pues ni madres, no cumplen en dar seguridad, no cumplen en dar educación, no cumplen en dar vivienda, y entonces, ¿cuándo los meten a la cárcel? porque también eso es violar la Constitución, pues no, se la pasan por el arco del triunfo".

El resultado es que, como muchos pueden decirlo o lo han escuchado, la gran mayoría de la gente no confía en los políticos, en los representantes populares, funcionarios públicos, "no solamente eso, sino que los políticos se han encargado de que no confíen ni en sus hermanos", como el fondo termina siendo lo económico, es difícil dice, ese trabajo de concientización del que hablan, porque la gran mayoría vive al día, para satisfacer sus necesidades inmediatas, completamente legítimo, esta obra entonces y en general un arte diferente al comercial - la expresión artística comercial es la constante actualmente -, pueden ser el vehículo idóneo para exponer lo que considera esta organización es el problema, y lo que también considera como que es la solución, a su favor dice Pedro Coahuayana, tienen que este tipo de obras no se montan en México, dice, "es un tipo de teatro que a la gente la hace pensar, no nomás el chiste fácil, el encueramiento, porque usted va a donde sea, y ahorita lo que rifa en nuestro país es, los albures, lo cómico, la parodia, y pues eso lo vemos a cada rato, el circo, pues el teatro comercial, y pues entonces nosotros tenemos ese mérito, no tenemos el foro que ellos tienen pero nosotros hacemos nuestro esfuerzo, y le hablamos a la gente de una cuestión real, es difícil que acepten una obra como esta en algunos círculos de teatro como el universitario, de academicismo, y nosotros ni madre, nosotros lo hacemos con un propósito, decirle a la gente la cosa real, la que viven".

No deja de ser de todas formas una tarea difícil, como tratar de exponer la realidad a través del trabajo religioso, o el literario, o el académico, o el activismo, o el periodístico, o el deporte o el arte, o muchos más; el ruido afuera, esa manipulación de la que se habla por los muy diversos medios de comunicación masiva, impide escuchar a las demás voces, a las demás personas, "por aquí ves la cosa, la realidad, y por acá ya te metieron el futbol, la novela y cuanta madre, y luego la gente dice que pone atención, pero tienen tantos recursos, tantos recursos para bailar el ojo a la gente, y tan es así, que luego lo logra pues que mire cómo estamos viviendo, la idiotez la última que salió en la televisión – otra vez Andrea Legarreta, la pobre… - hablando las pendejadas de que la economía internacional no afecta, mamadas, no pues sí, y nosotros le decimos a la gente la realidad, porque aunque no lo digamos nosotros está pasando, y aunque tú cierres los ojos de todos modos te va a chingar, a huevo".

"La realidad te alcanza, tarde que temprano tienes que tomar una decisión".

Los Tejedores de Silesia, quinto acto, en la casa-taller de un tejedor, llega el médico del pueblo, el que habla con ricos y pobres, y dice de la rebelión de los tejedores en las calles, "sí, yo he pasado entre ellos, a través de toda la banda. Pero daban compasión, y yo me hubiera bajado gustoso del coche para dar medicinas a todos, hasta tal punto tenían aspecto de un ejército de miserables. Esto no les impedía cantar cosas que hacían estremecer. Repugnaban. Mi cochero Federico temblaba como una vieja. Ha habido necesidad de beber un buen trago de aguardiente para reponernos. ¡Ah!, no quisiera ser yo fabricante aunque me produjera millones. Escuche, se creería que se oye chocar huesos de muerto en una marmita. Antes de cinco minutos estarán aquí; me marcho. Y no hagan ustedes tonterías, porque no se tardará mucho en enviar tropas contra ellos. Conserve usted su sangre fría. Los de Petterwaldan han perdido el juicio. ¡Dios!, también nuestras campanas suenan…"

Aquí termina este experimento periodístico, gracias por leer, y no pasa nada si no coinciden con lo que aquí hemos presentado, opiniones hay muchas en el mundo, pero eso sí, sólo hay un mundo, y nos lo estamos chingando, eso también, como dice el director de teatro, es una realidad, nomás asómense y verán; yo a veces pienso que las langostas apocalípticas a las que se refiere la biblia y los "Terminator" de las películas de Schwarzenegger, somos nosotros, la raza humana, pero luego la misma realidad, todas las cosas que uno ve en la calle, le hace a uno darse cuenta de que no es así, de que el ser humano es capaz así como de bajezas, también de los actos de solidaridad y generosidad y amor más grandes, y entonces hay esperanza. Esto que les hemos presentado aquí es una propuesta de varias en el país para cambiar esta realidad que amenaza con explotarnos en las manos en cinco, cuatro, tres, dos… pero es una realidad, eso también es un hecho que salta a la vista de todos y que no puede ser negado, como les dije al presentar esta serie, lo hago por una convicción personal de que mi profesión u oficio, puede mucho servir para cambiar esta realidad, pequeño que sea mi esfuerzo, dice una canción, "mis manos son pequeñas, lo sé, pero son mías no son tuyas, y nunca me las quebrarás", le dice un pequeño a un gigante, y de verdad agradezco mucho a los ojos que puedan ver porque están viendo, porque apagaron el ruido bienvenido el silencio y están escuchando, y ya que están ahí, ya nomás les digo algo:

Valdría la pena apagar un poco el ruido de afuera, aunque sea una sola noche.

Estas son las ligas a los trabajos anteriores, http://www.cronicadechihuahua.com/Y-yo-que-se-de-beisbol-o.html, http://www.cronicadechihuahua.com/El-deporte-y-la-vida-la.html, http://www.cronicadechihuahua.com/Volibol-y-derechos-la-comunidad.html, http://www.cronicadechihuahua.com/Chimalhuacan-Antorcha-es-un-caso.html, http://www.cronicadechihuahua.com/Chimalhuacan-antes-y-despues-la.html, http://www.cronicadechihuahua.com/Maricela-Serrano-e-Ixtapaluca-con.html, http://www.cronicadechihuahua.com/Si-mi-padre-hubiera-podido-me.html, http://www.cronicadechihuahua.com/Antorcha-dice-la-que-viene-tiene.html
Y a la galería de "Los Tejedores de Silesia", https://www.flickr.com/photos/49393159@N07/albums/72157664261695670, gracias.