Volibol y derechos, la comunidad LGBT y otro activismo

** "Lo que propone es que se vea primero lo que es una organización estructurada, que de lo que trata es de erradicar la pobreza y quieren que la riqueza nacional sea equitativa".


Volibol y derechos, la comunidad LGBT y otro activismo

Nadia Sosa
Febrero de 2016, 20:30 pm

Texto: Nadia Sosa Vázquez/
Fotos: Sugeyry Gándara

Tecomatlán, Pue.- En la entrevista con Soraya Córdova, que habla sobre qué y por qué son las Espartaqueadas deportivas y culturales, y adelanta lo que presentan como una propuesta de Nación que tiene 42 años desarrollándose y solidificándose, dice que no promueven la violencia y por eso la importancia de inculcar la disciplina del deporte y lo sublime de la cultura en el espíritu del hombre, de ese hombre nuevo del que habla una y otra vez también la organización a la que pertenece y que convoca a estos encuentros cada año, el Movimiento Antorchista; y mientras desarrolla esta tesis, el concepto de igualdad se asoma o planta en todos los ejemplos, anecdotarios y en esta inicial explicación de lo que es esta organización. El concepto de hecho, lo traía yo presente durante todo el tiempo que estuve en Tecomatlán, Puebla, otra vez, por lo que observé, no sólo había esta atmósfera como de fusión de gente de modo que era casi imperceptible si no te detenías a pensarlo y ver, que había diferencias en vestimentas, rasgos, el asunto de los acentos ese sí era notable pero estaban todos mezclados con la música, sí ensordecedora, que sonaba todo el día por bocinas de los puestos de comida y del estadio de béisbol, pero era algo así como muy homogéneo, de modo que no lo notabas si no te detenías a notarlo, había una que sí era advertible, había una gran presencia de la comunidad LGBTTT en el lugar, de nuevo, dentro de esta mezcla de todo.

La enorme mayoría eran jugadores de volibol, yo no sabía hasta poco antes de partir a Tecomatlán, y que luego me confirmaron ellos mismos en el encuentro, que en México, en el caso de los deportes, la aún muy arraigada como costumbre del machismo, se observa claramente en este deporte en particular, más aún, la homofobia, pues la mayoría de las personas heterosexuales que son varones evitan formar parte de los equipos de voli, porque se considera, me explicaron, muy femenino, porque no requiere de tanta fuerza física – aunque cada manotazo en el volibol reclama una destreza y calculada fuerza, de menor a mayor o de mayor a menor -, porque, con el exceso de fuerza y rudeza, se identifica a un hombre hablando de género cultural, dentro del machismo. Para muchos deportistas, por lo menos en los que observé y escuché en las Espartaqueadas, y sobre todo jugadores de este deporte, esta distinción en pleno siglo XXI, les parece ridícula, a los últimos, aún algo más, violenta, represiva, y segregacionista; pero yo durante esos días ciertamente los vi distinguidos de los demás pero por las razones que menos me esperaba, y al mismo tiempo, parte de esa mezcla de humanos que recorría las calles, los estadios, las canchas, los puestos, los auditorios, las bancas de los jardines de bugambilias y truenos en formas de palomas y antorchas.

El machismo, la homofobia, sigue muy arraigada en la idiosincrasia del mexicano, algo indiscutible para cualquiera que viva en este país y se le pregunte, y para los organismos internacionales que han estudiado el impacto de la homofobia en Latinoamérica; en algunas zonas del país está más arraigada que en otras, yo vivo en el norte, allá hay regiones en donde está muy enraizado y se distingue a la población LGBTTT (lésbica, gay, bisexual, travesti, transgénero y transexual) no de la forma que yo observé en este pequeño pueblo de la Mixteca: mientras en la zona serrana por ejemplo la violencia es principalmente psicológica, se calla la preferencia sexual, en las ciudades más grandes como Juárez o Chihuahua es de otro tipo, pero no pasa nada de día. Chihuahua es uno de los estados en donde está tipificada como delito la discriminación por la orientación sexual de las personas, y por la presión de organizaciones civiles representativas de, en los últimos dos años las autoridades chihuahuenses han debido promover el conocimiento de la Ley entre toda la población, de momento, sólo mediáticamente, y el rechazo proviene básicamente de grupos u organizaciones religiosas, de modo que durante el día no pasa nada, pero de noche, en Juárez y Chihuahua especialmente, este sector poblacional que ha debido organizarse para defenderse legalmente, ha sido víctima de asesinatos o agresiones sexuales que a pesar de las denuncias formales, no prosperan.

En junio del año pasado por ejemplo, mientras en el Congreso local se discutía la aprobación o negación de los matrimonios entre personas del mismo sexo, en el medio de las protestas de grupos religiosos una joven transexual fue asesinada (http://www.cronicadechihuahua.com/Primer-crimen-de-odio-por,36630.html), las organizaciones LGBTTT lo señalaron como un crimen de odio por cómo fue asesinada la joven, asfixiada, rematada con cuatro balazos, encontrada tirada en un lote baldío con el rostro destrozado por los golpes, con el calzado mudado por unas botas de trabajo de varón, y envuelta en la bandera de México; durante meses la mayoría se guardaron de salir a la calle, de día, o de noche. El asesinato lo atribuyeron a grupos fascistas activos en el estado, la Fiscalía hace un par de meses cerró el caso y dijo que el crimen había sido pasional, el Congreso local nuevamente está por discutir en estos días la reforma al Código Civil, que deberá ser afirmativa a las uniones igualitarias, pues la Suprema Corte de Justicia de la Nación falló ya en ese sentido.

Y fue una sorpresa ver la forma en que eran distinguidos aquí, sí eran distinguidos pero no como se puede pensar, es un fenómeno llamativo y es la primera vez que observo algo así: me explicaron jugadores, gente del pueblo y miembros de la organización de que se habla, que a fuerza de años y de educación, la crítica y profunda de la que hablan, esa integral, el estigma hacia la comunidad LGBTTT se ha diluido casi por completo, hay casos excepcionales pero la regla que aplican es no responder a la violencia y tratar de inculcarles el respeto. Soraya Córdova no habló de inclusión, inclusión sería un discurso contrario e incongruente, porque significa que diferencian a las personas o grupos y les permiten estar con ellos, habló de igualdad; en esos términos de igualdad, el respeto es una condición esencial a las personas todas, de modo que no separe, "… porque incluso el trato que se les da aquí lo ven en el deporte – refiriéndose en general a los participantes y visitantes -, la comunidad gay por ejemplo, no sólo es muy respetada sino que se van entusiasmados, lo que hay es el espíritu de competir en equipo pero en respeto, y entonces todo es así, si ves –en el juego en general– niños sin huaraches jugando de cualquier forma los tratan igual que a otros que vienen del estado de México o del Distrito Federal, los hechos hablan por sí mismos, no se necesitan palabras".

Resulta que la comunidad LGBTTT dentro de las competencias ha llegado incluso a ganarse el favor de los participantes y los pobladores de Tecomatlán, estos que vienen de muchas partes del país en donde el machismo y la homofobia está presente en mayor o menor medida, estos con tabúes casi diluidos, cosa rarísima de ver en un pueblo pequeño; y resulta que los muchachos, como les dicen, son muy queridos porque son de los más entusiastas, sus porras pícaras, dicharacheras, su forma de hablar, ha sido la presentación de ellos y ha logrado ganar el cariño de la mayoría de la gente, el temor sin embargo a que se repitan conductas violentas en su contra se hace patente cuando nuevos deportistas se agregan a las competencias – en el caso concreto del deporte, en el caso cultural es más normalizado como en muchas partes, con esa base de respeto, como dicen -, pero, nuevamente, la estrategia tácita es agregarlos, inculcarles el respeto y atajar la violencia, una forma de frenarla en general entre los participantes y habitantes, es que en Tecomatlán no hay cantinas ni prostíbulos, se vende alcohol en algunas tiendas de conveniencia y en los puestos, pero hay al mismo tiempo inculcada también, una cultura de exaltación a la educación y la disciplina, que no deja cabida a las peleas o escándalos que provoca el abuso del alcohol.

Hay por ejemplo favoritos, los muchachos de Sinaloa son de los más alegres y que aportan más al bullicio general de la semana de competencias, la gran mayoría se siente libre por ejemplo, de maquillarse, los labios sobre todo, el día mismo del desfile inaugural, rosa fucsia fue el favorito este año, de usar atuendos femeninos abiertamente, en las competencias o caminando allí en las callecitas empedradas de pueblo, parte de la mezcla de gentes que ocurre. Pero para hablar de esto, el indicado resultó ser Óscar Serpa, "La Madre" le dicen, según apreciamos mi compañera fotoreportera y yo, todo un personaje en las competencias deportivas y culturales, y muy querido; nos dijo que desde el 2000 es integrante del Movimiento Antorchista y desde el 2006 es gestor cultural de las dos versiones de la competencia, comenzó en Jalisco su estado natal y prosiguió después a nivel nacional. Le dicen "La Madre" porque en unas competencias de Volibol en Veracruz organizadas por Antorcha, cuando remataba la pelota gritaba siempre – el festejo de los tiros descubrí, es un hábito entre los jugadores, y que en esta competencia se hace con más libertad, me dijeron -, "madrazo", "tírales de madrazos", luego en otras competencias jugadores del juvenil de volibol le buscaban y al preguntarles quien era Óscar respondieron, "ah, es nuestra madre", y el título automáticamente se le quedó por el grueso de los que le dicen así cariñosamente.

Llegar a él fue un golpe de suerte, nos lo presentaron, así, con mucho cariño, los muchachos durante nuestra estancia en el pueblo, y nos lo topamos muchas veces, platicamos, caminamos juntos, pero fue literalmente cuando estaba a minutos de subir al camión foráneo que nos traería de regreso a Chihuahua, cuando lo entrevisté; nos encaminaba a los jugadores de volibol, a los muchachos de la porra y a mi compañera y a mí al terminar el juego por la bolsa de 10 mil pesos en que compitieron, comenzó a hablar de activismo LGBTTT, y encontré a la persona indicada para poder explicar esto que observé. De la entrevista no hay fotografías, porque, han de saber, dos días atrás el lente de mi compañera se murió, hizo dos, tres series diarias de hasta 500 imágenes y no pudo más, el pobre… pero sí fotografiamos a Óscar Serpa en el auditorio Clara Córdova Morán, en el concurso de Miss Espartaqueada, en la galería de Flickr, se lo presentamos https://www.flickr.com/photos/49393159@N07/albums/72157664512902906.

Su trabajo consiste en organizar a los deportistas o artistas si lo requieren, para viajar a Tecomatlán, siendo la cara de, por así decirlo, en las gestorías ante oficinas burocráticas para conseguir transporte para los jóvenes – también contemplado por las leyes mexicanas, entendido como la obligación de apoyar al deporte y educación de la población –, básicamente a invitación o pedido de dirigencias estatales de Antorcha, ubica y organiza a los jugadores con que cuentan o que quieran participar, más ahora que cada año se han ido agregando y no todos tienen la organización tan avanzada como por ejemplo en el Distrito Federal, Veracruz, Sinaloa, Estado de México, Hidalgo o Puebla, que cuentan con sus propios equipos de deportistas, seleccionados y entrenados los dos años previos. Y agrega otra explicación de lo que son las Espartaqueadas, como parte de ese plan de Nación o justificación ideológica de lo que hablan, "y de educación, no tanto intelectual, sino educación al deporte, a la cultura, que se vea que el deporte para Antorcha es cultura, y dentro de la cultura es un ímpetu deportivo, porque demuestras lo que eres, dejas en la cancha los remates, las canastas, hablando en el fútbol, el juego, el gol lo metes con arte, y eso es lo que le gusta a Antorcha, si te fijaste no hubo pleitos, todo es competitivo, pero con cultura".

"Lo económico no es el fin de Antorcha, no ve con afán de lucro el deporte, de venta de piernas, de prostitución de cuerpos", entonces, dice, el deporte con arte y la cultura con disciplina, es general, no focaliza en grupos porque el discurso central es la igualdad y en ese sentido deben diluirse las diferencias sociales, económicas, de género, edad, de preferencia sexual, color de piel, utópico, pero nuevamente, como todas las personas con quienes hablé y entrevisté, afirman que es lograble, y comprobable. Por esa razón la inclusión no es el tema, porque no se trata de tolerancia, la tolerancia segrega, sino de igualdad, la igualdad respeta, "lo que hace es enseñar a las nuevas generaciones o a las que ya están, y a las que pues ya están grandes, que la organización lo que busca es que se regenere, se reintegre ante la sociedad lo que es una organización, bueno, que vean primero lo que es una organización estructurada, que lo que trata es de erradicar la pobreza y quieren que la riqueza nacional sea equitativa", de modo que la violencia social por características específicas, condición económica, de género, preferencia sexual, educativa, entre muchas, no se estudia y aprende dice, como cosa separada, sino como parte del todo. La separación, la segregación, es una de las herramientas más usadas por el sistema económico, político y social que rige no sólo a México, sino al mundo, de modo que segregar las causas es una práctica común para enfrentar a la gente que defiende una y defiende otra, es el vehículo para llegar al objetivo final, impedir la organización, que ha sido siempre la amenaza más grande para la prevalencia precisamente, de ese sistema del que son beneficiarios no sólo los que detentan el poder evidente, sino los que perciben cuotas de ese poder usando a los grupos y sus causas para prevalecer.

Las protestas diferenciadas son entonces desde este punto de vista, más perjudiciales que benéficas para la gente, pero son reales, los reclamos, las denuncias, los gritos desesperados de auxilio en este caso de la población LGBTTT, son muy reales, y actuales. La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) de la Organización de los Estados Americanos (OEA) revela en su informe sobre la situación de la población LGBTTT (http://www.oas.org/es/cidh/informes/pdfs/ViolenciaPersonasLGBTI.pdf), que aunque la discriminación por orientación sexual está tipificada en los Códigos Penales de Aguascalientes, Chiapas, Chihuahua, Coahuila, Colima, Distrito Federal, Durango, Tlaxcala, Veracruz y Quintana Roo, y en el caso de Coahuila, Campeche y Distrito Federal el odio es un agravante en los delitos de homicidios y lesiones, no obstante, ésta, considerada por las organizaciones que los representan como mínima protección legal, el estudio de casos que hicieron para preparar el informe de finales de los años 90’s hasta de la década del 2000, resume en una cosa, que la discriminación es altísima y muy peligrosa, altamente violenta, y que comienza con el hecho de que al considerar la cultura mexicana a las minorías como portadores o merecedores de menos derechos que los demás, se encierra en esta descripción a la población LGBTTT, sin siquiera comprobarlo pues no existe un censo que determine la cantidad, y permite en cambio, la marginación, y justifica la violencia. Se les niegan sus derechos so pretexto de la permisibilidad cultural de maltratar a las minorías, a la escuela, a prestarles servicios médicos, se incita a la violencia en las Policías y éstas incitan los crímenes de odio, en las condiciones en el trabajo, o al permitir el ataque a la vida privada.

Según este reporte, en el 2015 México es el segundo país en Latinoamérica con más crímenes de odio por homofobia, y toma en cuenta expedientes de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, de la Conapred y de Averiguaciones Previas en los estados; el Reporte Anual de Crímenes de Odio por Homofobia de la organización civil Letra S, señala que de 1995 al 2006 en México fueron cometidos 420 crímenes de este tipo; la Comisión Ciudadana Contra los Crímenes de Odio por Homofobia reporta 213 de 1995 al 2000, y 628 del ’95 al 2008. La cifra aumentó, se disparó en los últimos ocho años del estudio, y en ese periodo sólo en 17 de las 32 Procuradurías Estatales se realizaron investigaciones de esos casos, los expedientes con investigación fueron 162 de los más de 600 denunciados; las recomendaciones por crímenes de odio de la CNDH se concentraron en los estados de Baja California Sur, Chihuahua, Colima, Durango, Hidalgo, Morelos, Nayarit, Nuevo León, Sonora, Tamaulipas y Tlaxcala, ninguna respondió a la Comisión, pero así, legalmente, se hacen del delito, es decir, admiten su responsabilidad, formalmente. El diagnóstico sobre la situación de los derechos humanos en México por otra parte, de la oficina del Alto Comisionado de la ONU, es que la población LGBTTT es ahora más visible en el país, pero las violaciones a sus derechos se mantienen ayer como hoy, a sus derechos económicos, sociales, culturales, civiles y políticos, así como la intolerancia como estigma – así lo dice el informe -, que la legislación en los estados, lejos de proteger, abiertamente penaliza la homosexualidad, en figuras de reglamento municipal como faltas a la moral, atentados al pudor o exhibiciones obscenas, si por ejemplo, dos personas del mismo género se besan en público. Lo más grave en que hace hincapié el reporte, es que, de nuevo, todo esto permite y justifica los abusos por las Policías, y promueve que permanezca arraigada como costumbre en la sociedad, justificando así mismo, los crímenes de odio.

Es tan real, tan evidente, dice Óscar Serpa, como la manipulación de grupos políticos, de partidos políticos, para mantener esas cuotas de poder a costa de la dramática situación de la población LGBTTT, segregada hoy incluso, en protestas diferenciadas, incitándose el odio ya no de los que no pertenecen a este sector poblacional, sino entre personas lesbianas, gay, bisexual, travesti, transexual y transgénero, porque organizados no convienen, las prebendas económicas y políticas dejarían de recibirlas y es tan observable como que los partidos políticos que enarbolan estas causas cada elección, al llegar al cargo popular, incumplen las promesas; ahora, la población LGBTTT ha optado cada vez más por organizarse lejos de los partidos, como se observa en la lucha legal que desde hace una década han realizado. Por ejemplo, en el caso de Chihuahua, Cheros y Movid han incidido de tal manera siguiendo todo el caminito legal hasta la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que los matrimonios igualitarios son una realidad aunque aún no estén aprobados por el Congreso local a pesar de la orden de la Corte, o promueven más que la visibilidad, el respeto a sus derechos a la familia, a una vida digna y libre de violencia, o representando legalmente a adolescentes expulsados de las escuelas públicas, exhibidos, golpeados o violados por su preferencia sexual, pero, en esta vorágine de exigencia de los derechos humanos, la manipulación por los grupos políticos es evidente, y entonces la tarea es concientizar a la comunidad, dice Serpa.

La igualdad sobre las diferencias, sostiene, es objetivo perseguido por el Movimiento Antorchista, "en sí Antorcha no se mete con las posturas, y trata de dar a entender a la comunidad LGBTTT más bien, que no precisamente todo se resume en los derechos específicos que están exigiendo; a los que son parte de la organización, que lean, que enfoquen el fin último, que se cultiven, y que no por lograr los matrimonios igualitarios por ejemplo, ya para ahí, no es así, porque ahora están exigiendo nuevas marchas, mítines y plantones de la comunidad en cuestiones de adopción, y después de la adopción qué, qué viene, porque van a pedir otra, y otra, y otra", y la separación sigue, y entonces el objetivo final es luchar por todos los derechos, para todos, esa igualdad de la que se habla, que de manera separada es poco factible.

Óscar Serpa dice que difunde este otro activismo para la población LGBTTT porque está convencido de él, como obviamente con todos los que hablé, y también dice que tiene hechos para demostrarlo, la conducción personal de cada habitante del pueblo, de cada participante no a la comunidad en sí, sino en general por esta educación de "todos parejos" que da su organización, y que dice es observable en toda su expresión en las Espartaqueadas, a modo personal dice, "estoy muy convencido de en dónde estoy parado y me sigo quedando aquí, porque me nace, no por percibir un cargo, ni tampoco algo monetario porque bendito sea Dios tengo, lo hago porque me nace, porque me enamoré de la organización desde la primera vez que escuché un discurso de Aquiles Córdova Morán, desde ahí vi que esto es lo mío, de echar de chingadazos".

También es algo con lo que te topas cada que preguntas a alguien de Antorcha, esta identificación con Aquiles Córdova. De lejos, parece difícil que alguien se chute el discurso entero cada que habla, 40 minutos el más corto, por ejemplo el de la inauguración de la justa; de lejos también, parece la conducta típica de alguien que por regla rinde pleitesía al líder en turno o al sempiterno, asusta, genera desconfianza, pero es algo que también ha llamado mi atención, esta gente lo quiere, hablan de él con cariño. La educación que reciben, esta crítica, por una parte les permite no resistir, o entender, disfrutar de este ejercicio discursivo de compartir el conocimiento como lo hace cualquier persona que ama estudiar y saber todo lo que el mundo y la vida puede enseñar, y por otra, representa para ellos ese ideal que comparten, por el que optaron por organizarse en Antorcha; se me figura, por lo que vi, que se asemeja o significa ese ideal personal, de cómo deben crecer como humanos a lo largo de su vida.

Y Óscar Serpa dice que en ese primer discurso que escuchó obtuvo lo que necesitaba para definir por dónde su camino, uno de los antes y después que tienen las personas en sus vidas, "yo oí y vi y pensé, esto es de pobres – lo que lo impresionó primero -, hablando en la economía, pero cuando empecé a tocar a las personas, la mayoría indígena ahora sí que no blanca, no de la burguesía, pero con doble título, licenciatura, ingeniería, doctorado, muchos Benitos Juárez, los diálogos que tuve con mucha gente en las justas deportivas y culturales, me enfrasqué... con los deportistas les digo que qué triste que nos tengamos que ver cada dos años, pero qué bonito que nos vemos con gusto, de 19 mil deportistas en estas Espartaqueadas prácticamente con 6 mil conviví, de segundos, de minutos, o incluso con muchos de horas y días… estoy muy convencido de en dónde estoy parado y me sigo quedando aquí".

Esta es la galería en Flickr para que conozcan a Óscar Serpa, y a los muchachos del voli, y de las Espartaqueadas. https://www.flickr.com/photos/49393159@N07/albums/72157664512902906

La presentación-relato de la serie http://www.cronicadechihuahua.com/Y-yo-que-se-de-beisbol-o.html, y el primer reportaje http://www.cronicadechihuahua.com/El-deporte-y-la-vida-la.html