Zaskia, la joven boliviana que quiere vivir en Marte

**Veinticuatro personas conformarán seis grupos de cuatro que viajarán a Marte a partir del 2024, con diferencia de dos años entre grupo y grupo.


Zaskia, la joven boliviana que quiere vivir en Marte

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 15:36 pm

¿Se iría usted a vivir a Marte sin su familia, entre el ambiente hostil que caracteriza al planeta rojo, sin pasaje de regreso y como parte de un riesgoso proyecto de colonización? La mayoría, por supuesto, se aferra a la vida terrenal, pese a que el mundo se encuentra “patas arriba”. Sin embargo, existe un grupo de 100 precandidatos enfocado en establecerse en suelo marciano, a partir del 2024.

Entre esos aspirantes se encuentra Zaskia Antelo, una boliviana de 20 años, dispuesta a morir a millones y millones de kilómetros de distancia. Ella cree que los principales obstáculos para vivir en Marte son “el psicológico y las tormentas” de arena.

El ambicioso y polémico proyecto privado se denomina Mars One, fundado en 2011, en Holanda, con el objetivo final de establecer la primera colonia humana en Marte, el segundo planeta más pequeño de nuestro sistema solar y el cuarto contado desde el sol.

Antelo ha superado ya varios filtros y no está lejos de quedar en el grupo final, aunque su madre preferiría que Mars One no existiera. De hecho, la señora lloró cuando se enteró de que su hija no fue eliminada en el anterior recorte. “Es entendible que a ella no le parezca bien que vaya a Marte, no la puedo obligar a que lo acepte. De todos modos me apoya en mis decisiones, aunque no respalda el proyecto”, comentó.

Zaskia Antelo nació en Bolivia, pero vive y estudia en Londres.

La convocatoria de Mars One se lanzó en 2013, cuando se recibieron 202 mil 586 solicitudes. El número se fue reduciendo a través de un proceso de evaluación hasta que el 16 de febrero pasado, los organizadores anunciaron una lista de solo 50 hombres y de 50 mujeres que mantienen sus aspiraciones intactas. Entre ellos hay científicos, académicos y simples soñadores de una vida más allá de este mundo.

La joven boliviana es la única de habla hispana y está entre las cinco más jóvenes. Antelo tiene unos tres años viviendo en Londres estudiando relaciones internacionales y antropología en la Universidad de Sussex. Ella pinta, dibuja, baila y le apasiona el tema de la moda. En su perfil de Facebook se puede leer que advierte no ser “dinero para caerle bien a todo el mundo”.

¿Y ahora? Según el cronograma, se intensificarán las pruebas a partir de este año, en los que se cuentan ejercicios para el trabajo en equipo y la capacidad para resistir las adversidades del ambiente marciano. El grupo será finalmente reducido hasta las 24 personas. Pero resalta que esta última selección se hará en un “reality show” televisado en el que el público tendrá la última palabra con su voto. El programa todavía no tiene una fecha definida de inicio, aunque podría ser en 2015.

Al propio estilo de la serie Gran Hermano o Desafío, el “reality” tiene también como objetivo financiar parte del proyecto a través de la venta de los derechos de televisión. Estos derechos incluyen el aterrizaje y la vida extraterrestre. De concretarse, todo un histórico suceso mediático en vivo y directo.

Esas 24 personas conformarán seis grupos de cuatro que viajarán a Marte a partir del 2024, con diferencia de dos años entre grupo y grupo, hasta completar las dos docenas de viajeros.

“Solo puedo imaginarme un desierto rojizo, con mucha arena y cosas por descubrir. Me veo haciendo investigaciones y trabajos de mantenimiento en nuestras casas, así como pintando, dibujando, escribiendo, leyendo y haciendo ejercicios”, dijo Antelo sobre cómo se visualiza en el planeta que lleva el nombre del dios romano de la guerra.

Los habitáculos serán cubiertos con arena para evitar la radiación.

En Marte, los colonos tendrán que cultivar sus propios alimentos mediante un huerto interior. La producción de agua se hará a partir del hielo presente en el suelo y el oxígeno se obtendrá de ese mismo hielo por electrólisis, así como a partir del nitrógeno existente en la atmósfera del planeta, mientras la energía será generada por paneles solares. Bas Lansdorp, cofundador de Mars One, ha explicado que los primeros habitantes del planeta rojo se llevarán alimentos y cada dos años recibirán nuevas raciones a medida que vayan llegando los próximos exploradores.

Pero la vida allá arriba es todo un desafío científico. Hoy, la incertidumbre parece llevar la delantera. Es tanto así que algunos expertos han tildado de ridículo al proyecto Mars One. Algunas agencias espaciales han dicho que la tecnología para mantener una colonia marciana todavía no existe.

Así por ejemplo, Verónica Bray, del Laboratorio lunar y planetario de la Universidad de Arizona, ha manifestado que no duda que se pueda colocar a un ser humano en Marte, lo que duda es que pueda sobrevivir mucho tiempo. Al astronauta de la Nasa, Stan Love, por su parte, le preocupa el impacto de la radiación solar. En este último sentido, Bray ha afirmado que esta puede tener un fuerte impacto sobre la salud solo durante el viaje que dudaría unos siete meses, al elevar el riesgo de cáncer y afectar el sistema inmunológico.

A diferencia de la Tierra, Marte tiene una atmósfera muy delgada y, por lo tanto, ofrece poca resistencia a los agresivos vientos solares. Allá la temperatura varía de manera salvaje. En la página web del Instituto de Astrofísica de Canarias (España) se puede leer que “aunque en verano puede alcanzar los 20 grados C., la temperatura media diaria es de unos 50 grados bajo cero”. En el peor de los casos y dependiendo de otros factores como la cambiante distancia del sol, el termostato puede bajar a -70 grados C o -120 grados C.

El enigmático planeta rojo, que ha inspirado películas, libros, expediciones no tripuladas y extraterrestres que nos visitan, tiene una densidad muy baja y escasa gravedad. Esto contribuye a la aparición de tormentas de polvo que pueden extenderse por cientos o miles de kilómetros, incluso, abarcar todo el planeta durante meses.

Pero esto no es lo que más le preocupa a la aspirante boliviana. Para ella, la primera barrera es mental. “Supongo que el principal obstáculo es el psicológico. También tendríamos que saber cómo manejar si surge algún problema de convivencia”, escribió vía correo electrónico. “En caso de tormentas, tendremos que racionar el agua y la electricidad. Por supuesto, será clave mantener toda la tecnología a punto porque nuestras vidas y el éxito de la misión depende de esto”.

Poco optimismo sobre el normal desarrollo de la vida marciana se plasma en un trabajo de investigación elaborado por estudiantes de doctorado del Instituto Tecnológico de Massachusetts, presentado en 2014. En el documento se especifican dificultades logísticas, tecnológicas y de financiación.

El estudio concluye que los exploradores vivirían unos 68 días en Marte con la tecnología actual. Para los cinco estudiantes, el cultivo de plantas y alimentos no es posible. Por un lado, y según la investigación, los colonos se morirían de hambre porque el sistema de producción y almacenamiento no sería suficiente para generar la cantidad de calorías necesarías para cada explorador. Por otro lado, en el MIT consideran que cultivar plantas en los propios habitáculos produciría una cantidad de oxígeno tal que terminaría matando a los viajeros. Y si bien es cierto que la tecnología para eliminar este oxígeno existe, ésta todavía no se ha puesto a prueba en el espacio.

Varios robots explorarán Marte para determinar la mejor zona para establecer el campamento.

“El estudio del MIT fue hecho por estudiantes, no expertos. ¿Es que creen que Mars One no tiene sus científicos?”, cuestionó Antelo. “Los estudiantes se basan en teorías de un proyecto distinto al de Mars One. Nuestra misión ha sido discutida con ingenieros de compañías aeroespaciales. También se tienen soportes de científicos, como el exjefe de tecnología de la Nasa, Mason Peck. Éstos y otros profesionales no estarían de acuerdo con el proyecto si creyeran que no fuera posible llevarlo a cabo”, replicó.

Gerard´t Hooft, premio Nobel de física teórica (1999) y uno de los embajadores del proyecto, en entrevista con BBC Mundo, admitió sobre riesgos desconocidos para la salud porque la radiación en Marte es de naturaleza distinta, aunque señaló que “nosotros somos responsables de asegurarnos de que los riesgos sean razonables”.

Para el 2018, está previsto se lance un aparato a Marte para probar algunas de las tecnologías importantes para la misión humana. En el 2020, se hará llegar un robot y un satélite de comunicaciones. El aparato buscará el sitio más idóneo para establecer el campamento marciano. En el 2022, Mars One pretende realizar seis misiones con cargas, entre las que destacan dos unidades para la vivienda, par de sistemas de apoyo, un segundo robot y una unidad de suministros. Un año más tarde, los robots desplegarán paneles solares. En el 2024, la nave con los primeros cuatro tripulantes estaría saliendo hacia el planeta rojo, arribando en el 2025, tras casi siete meses de viaje galáctico.

De poder concretarse el proyecto, los exploradores estarían haciendo historia al ser los primeros en pisar Marte, pero también los primeros en morir en otro planeta. Pero ¿por qué no podrán volver? Lansdorp ha explicado que todo tiene que ver con la gravedad. “Van a perder tanta masa muscular que sería extremadamente difícil recuperarla para poder sobrevivir al viaje de regreso y la vida que dejaron atrás”.

¿Y si Antelo decide casarse y tener hijos antes de lo que podría ser su potencial partida? “No lo tengo en plan, aunque si sucede y esa persona asume las consecuencias, como que me voy a morir en Marte, entonces tal vez”.

Zaskia Antelo está ilusionada con la posibilidad de aprender mucho en Marte y darle rienda suelta a su curiosidad y espíritu aventurero. Ya antes había ido a China a estudiar kung fu. ¿Será el planeta rojo su último destino?

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