“¡Y se quejan en Chihuahua! Para inseguridad, la de Juárez”

**¿Cómo empezó este recrudecimiento de la violencia, que antes cobraba cuando más 300 muertos al año por ajuste de cuentas entre las bandas de criminales, a un estado de guerra como el que se vive ahora?

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2011, 15:44 pm

Por Ernesto Aguirre Arzábal

“¡Y se quejan ustedes en Chihuahua! Para inseguridad, la de Juárez”, aseguró, tajante, Marco Antonio Rodríguez, quien viene por negocios cada semana a la capital desde la frontera más grande del estado.

“Uuuh, acá en Chihuahuita están en la gloria, en comparación con Juárez”, afirmó. “Aquí todavía puede la gente salir a la calle y tener una vida más o menos normal, ir al súper e ir a dejar los niños a la escuela, más o menos de manera segura”, añadió.

Pero en Ciudad Juárez, agregó, ya no hay eventos públicos masivos, como por ejemplo la presentación de grupos musicales, dijo Martínez, quien en Juaritos vive en la colonia Díaz Ordaz, considerada de mediana peligrosidad. “Mira, por ejemplo, si quieres ir a un concierto con la Banda Limón, o si quieres ir a bailar con el conjunto Primavera, pues tienes que ir a El Paso, porque ahora esos eventos se hacen allá, y allá va la gente sin temor a que la asesinen en la calle”.

En los cines, en una sala hay ahora tres monitos viendo la película, aunque sea una película de estreno y de las más taquilleras, “y te lo digo yo, que soy cinéfilo”. En los parques, ya la gente casi no lleva a los niños para que jueguen, es raro sobre todo cuando empieza a pardear la tarde.

“En los restaurantes casi no hay clientes. Cuando más, van al desayuno o a la comida, pero lo que es a la hora de la cena, la gente se mete a su casa, y los negocios de comida se ven desiertos”.

¡Y se quejan ustedes en Chihuahua!, remachó.

EL ORIGEN, EL FONDO DE TODO

¿Cómo empezó este recrudecimiento de la violencia, de los asesinatos? ¿Cuándo se dio el escalamiento de una situación que cobraba cuando más 300 muertos al año por ajuste de cuentas entre las bandas de criminales, a un estado de guerra como el que se vive ahora? De dos años y pico para acá, narcotraficantes del Cártel de Sinaloa, que en algún momento rompió el pacto que tenía con el Cártel de Juárez, incursionaron en el estado de Chihuahua para dar batalla y disputar el territorio para la venta de droga al menudeo y el contrabando mayorista hacia los Estados Unidos.

Ésa es la razón aquí de los enfrentamientos.

Pero el fondo del asunto radica en que dentro del gobierno federal, con el cambio de autoridades en las corporaciones policiacas, se perdió el vínculo de complicidad con los cárteles, que era el “aceite” que “lubricaba” el engranaje del contrabando de droga hacia el país del norte.

Recuerde nada más el lector cómo quedaron al descubierto los entresijos de esa enorme cadena de corrupción cuando el delegado de la Procuraduría General de la República (PGR) en Chihuahua, Norberto Jesús Suárez Gómez, fue detenido en flagrancia por policías judiciales federales el 30 de diciembre del año 2000 en Ciudad Juárez, en el momento en que recibía 500 mil dólares como soborno para cambiar de plaza a un subalterno. El delegado vendía plazas en coordinación con el subprocurador general, porque, de acuerdo a los conocedores de cómo funcionaba este sistema, toda la PGR se manejaba como una empresa lucrativa o, más bien, como una “mafia oficial”. Tan sólo los destacamentos de Juárez y de Ojinaga generaban casi el millón de pesos entre las dos, por la protección al cártel de la droga.

Todo eso se acabó hace tres años, y el consiguiente “desgobierno” que se generó desde entonces, es decir, la falta de “control”, hace desear a muchos nostálgicos que regrese el pacto no formal que había entre el gobierno y los cárteles.