Vive Bus: ¿quién va a pagar los platos rotos del primer día?

Por: Alejandro Salmón Aguilera / Ahoramismo.com.mx


Vive Bus: ¿quién va a pagar los platos rotos del primer día?

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2013, 12:25 pm

Al Gobierno del Estado le vino de perlas el bloqueo a la ruta del Vive Bus en pleno centro de la ciudad por parte de integrantes de organizaciones de izquierda. De no ser por la nota de “los revoltosos que afectaron a toda la ciudad”, la atención se hubiera centrado en el enojo social que causó el Vive Bus en su primer día hábil de operaciones.

Buen distractor, ni duda cabe, y hasta le alcanzó para que el secretario general de Gobierno, Raymundo Romero, prácticamente reviviera el delito de “disolución social”, aquel que le aplicaron a los estudiantes de 1968. ¿Policías con armas largas contra jóvenes “revoltosos” quienes? ¿Tienen orden de abrir fuego?.

El Gobierno encontró justificaciones para retirar mediante el uso de la fuerza a un grupo de manifestantes que no sólo interrumpían el curso de la nueva ruta de transportes, sino de toda la circulación vehicular de la capital. Desde ese punto de vista, la medida tuvo una aceptación de mediana a alta.

Lo que no puede ocultar ni lo podrá hacer en los próximos días es el error grave de cálculo que se hizo durante este larguísimo período de preparación, y que motivó las filas interminables de usuarios del transporte en los paraderos del Vive Bus.

Esto indica que la planeación del sistema troncal de transporte, que viene desde la administración anterior, no contempló la demanda que iba a tener y por tanto, que no serían suficientes los 80 camiones de cupo normal adquiridos para cubrir la ruta de 20 kilómetros de norte a sur.

Las filas en los paraderos salían hasta la banqueta y, en algunos casos, como en la Niños Héroes y Nery Santos, se prolongaban hasta dos cuadras más allá de la plataforma de abordaje.

Tampoco se estudió, por lo visto, la eficacia de las rutas alimentadoras, una de las principales causas del enojo mostrado ayer por los usuarios del transporte público.

Definitivamente, no fue un buen primer día para uno de los proyectos estrella de la actual administración: enojos, reclamos, exigencia de que vuelva el antiguo sistema de transporte y, ¿cómo no? Un plantó en las inmediaciones del Palacio de Gobierno.

La pregunta ahora es quién va a pagar toda esa vajilla rota. Cercanos al tema apuntan a una sola dirección: una oficina ubicada en el segundo piso del edificio ubicado en la calle Libertad y 13. Para más precisión, hacia la oficina del secretario de Desarrollo Urbano, Guillermo Márquez Lizalde. Al tiempo, si no.