¡Vaya batidero! Juez obliga a diputados a revelar su voto secreto

**El proceso para elegir consejeros/as del Ichitaip fue un solo batidero, si se lee con detenimiento el fallo del juez 8º de Distrito.


¡Vaya batidero! Juez obliga a diputados a revelar su voto secreto

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2014, 13:51 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

El proceso para elegir consejeros/as del Ichitaip fue un solo batidero, si se lee con detenimiento el fallo del juez 8º de Distrito, en torno al amaro promovido por el abogado Rodolfo Leyva, quien aspiraba a ocupar uno de esos cargos en el órgano de transparencia.

Sin embargo, el batidero será “corregido” con otro igual o peor: con obligar a los diputados a que suban a tribuna y expliquen a todo el mundo por qué votaron como votaron. ¡Vaya un respeto a la secresía del voto!

El fallo del juez lo dice con toda claridad, que cada uno de los 33 diputados/as o los que estén presentes en la sesión deben subir a la tribuna a explicar el sentido de su voto. En la práctica, eso significa terminar con la emisión del voto cedular, el secreto, al que tiene derecho todo ciudadano que habite en un país que se precie de ser democrático.

Es decir, que lo que empezó mal, terminará peor: un proceso de selección de aspirantes a consejeros del Ichitaip totalmente viciado, donde se admitieron como finalistas a ponentes que habían reprobado el examen o, como fue el caso de una de las elegidas, que ni siquiera firmó su solicitud de registro.

Peor aún: se aceptaron candidaturas de aspirantes que no entregaron la documentación en tiempo y en forma, lo cual las hacía inelegibles, así nada más de entrada, sin posibilidades de ser consideradas por el pleno de los diputados.

Todo eso ya se ha comentado y se ha criticado acremente en diversos espacios periodísticos. El fallo, tal como lo hemos señalado en este espacio, exhibió a un Poder Legislativo desaseado, que no repara en pasar por encima de los procedimientos consagrados en la ley para imponer a como dé lugar a quienes habían elegido en negociaciones a oscuras.

Lo que es más: el Congreso recibió desde el miércoles pasado la notificación del Juzgado 8º de Distrito el fallo en el cual establece con toda claridad que la sesión donde fueron electos las dos consejeras titulares y los cinco suplentes había quedado sin efecto. Sin embargo, al menos hasta la mañana de este jueves, el Legislativo no había hecho la notificación correspondiente al Ichitaip para que separe de su cargo a las consejeras.

Es cierto, todo es un batidero, pero la forma como pretende el juez que se resuelve lo deja peor. Tan sencillo que era pedirle al Congreso que le conteste a cada uno de los aspirantes no seleccionados por qué no quedaron en la lista final de 10 aspirantes. Luego, fundamentar por qué esos 10 quedaron como finalistas de ese proceso.

Así las cosas, el legislador dejaría a salvo su derecho a votar en secreto, pero no: el batidero se repondrá con batidero y ahora veremos un proceso que raya en lo chusco: después de depositar su hojita en la urna de cristal que se instala exprofeso para las votaciones cedulares—secretas—el legislador deberá subir a tribuna para decir por qué votó de la forma que lo hizo. Ni los hermanos Marx hubieran emitido un fallo como ese.