Vacunas: buenas noticias contra la mortalidad infantil

La inmunización de las poblaciones no es una condición suficiente, pero constituye un componente insustituible en el esfuerzo por extender la salud global


Vacunas: buenas noticias contra la mortalidad infantil

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2012, 10:48 am

A pesar de sus diferencias, 40 millones de niños de sitios tan remotos como Bangladesh, Ruanda, Haití o Filipinas tienen una cosa en común: nacen en ‘desiertos de atención sanitaria’. De este modo ha descrito la organización Save the Children un entorno en el que los menores carecen de cualquiera de las seis rutinas básicas de inmunización (incluyendo la difteria, la tosferina o el tétanos) y no han recibido ningún tratamiento o recomendación para evitar las diarreas.

El modo en que estos niños sucumben ante enfermedades fácilmente prevenibles supone una violencia que cualquiera es capaz de comprender. La buena noticia es que este fracaso es la excepción en una batalla global contra la mortalidad infantil que se está ganando lentamente: hoy mueren anualmente 4,5 millones de niños menos que en 1990. En buena medida, esta victoria es el resultado de los esfuerzos masivos de vacunación.
.La inmunización de las poblaciones no es una condición suficiente, pero constituye un componente insustituible en el esfuerzo por extender la salud global y hacerla accesible a todos. Durante las últimas décadas hemos sido testigos de avances sin precedentes en este campo:

 Entre 2000 y 2009 el porcentaje de menores que recibieron la DPT3 (vacuna combinada contra la difteria, la tosferina y el tétanos) en los países más pobres pasó del 66 al 79 por ciento.

 El número de víctimas del sarampión en todo el mundo cayó un 77 por ciento en los primeros ocho años de la pasada década.

 La comunidad internacional ha reducido la incidencia de la polio hasta hacerla casi desaparecer. Hoy solo cuatro países conservan bolsas endémicas de esta enfermedad.

Las vacunas constituyen un campo de acción privilegiado para las algunas iniciativas público-privadas de salud como la Alianza GAVI, que ofrece un gran valor añadido en materia de financiación, innovación o coordinación internacional. Precisamente este potencial ha estado en el origen de una nueva iniciativa denominada La Colaboración de la Década de Vacunas, impulsada por la Organización Mundial de la Salud, UNICEF, el National Institute of Allergy and Infectious Diseases y la Fundación Bill y Melinda Gates, cuyo Secretariado está codirigido por la fundación española ISGlobal a través del Dr. Pedro Alonso.

Atendiendo a la experiencia de las últimas décadas, el mensaje de Década de Vacunas es muy esperanzador: si se produce la adecuada coordinación con los esfuerzos nacionales y regionales en este ámbito, la iniciativa puede contribuir de manera determinante a lo que la revista The Lancet ha descrito como “las extraordinarias oportunidades de expandir el conjunto de inmunizaciones contra enfermedades víricas y bacterianas, y aventurar las primeras vacunas humanas contra enfermedades parasitarias y fúngicas”. Dicho de forma más simple, alcanzar el sueño de una vacuna contra la malaria accesible para todos o desarrollar programas pioneros como la prevención de las diarreas a través de vacunas.

[Este texto es parte del informe AOD española y salud global: Una receta para el cambio