Una defensa de los indígenas de Huitzilan

**Escrita por el Pleno Campesino de Huitzilan en respuesta a La Jornada de Oriente.


Una defensa de los indígenas de Huitzilan

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2016, 16:06 pm

Pleno Campesino de Huitzilan

Por fin, hasta al diario más experto en la mentira se le fue una verdad; como dice el refrán: “hasta al mejor cazador se le va la liebre”.

Y es que La Jornada de Oriente -que se ha especializado en atacar al Movimiento Antorchista y, sobre todo, a los antorchistas huitziltecos- publicó el martes pasado algunas declaraciones hechas por Alonso Aco: “nosotros no tenemos nada contra ustedes, estamos conscientes de que no actúan de mala fe al apoyar a sus líderes, pero sí molesta que el presidente municipal Manuel Hernández Pasión, quien nació y creció en Huitzilan y que es un indígena como nosotros, no esté del lado del pueblo”.
Alonso Aco busca, con esta expresión tramposa, ganarse mañosamente la simpatía de los antorchistas, y su fiel seguidor, el “reportero” Martín Hernández Alcántara (un pobre borrachín que todo mundo sabe que se vende hasta por una botella de aguardiente), no duda en publicarlo, pues está de acuerdo con la intención de Aco.

Lo que no saben, ni Alonso ni el reportero, porque no conocen nuestra realidad, es que en Huitzilan los líderes antorchistas somos el propio pueblo, y una prueba de ello es que los alcaldes, desde que llegó Antorcha, han sido puros indígenas de aquí.

Los antorchistas siempre hemos sostenido que la única forma de que alguien se integre a nuestras filas es a través de un convencimiento profundo, de tal manera que la gente que se organiza en el Movimiento Antorchista lo hace por voluntad propia y por estar de acuerdo con los planteamientos; podemos probar que no hay un solo antorchista en Huitzilan que esté obligado por la fuerza a permanecer en nuestro movimiento; podemos probar que si los huitziltecos permanecemos organizados en Antorcha Campesina, desde hace 31 años, ha sido porque nos convence el trabajo que hace la organización, porque hemos visto resultados favorables en el desarrollo del municipio.

He aquí la importancia de la nota: que Alonso Aco finalmente reconoce que los antorchistas no actúan de mala fe al apoyar a sus líderes, cosa que siempre hemos dicho los huitziltecos; en efecto, a nuestros líderes les tenemos un cariño sincero, los apreciamos y queremos mucho, no porque nos hablen muy bonito ni porque nos apapachen, sino porque nos fijamos en sus hechos y nos ha convencido su trabajo, pues han hecho bastante por Huitzilan, cosa que muchos, aunque gritan ser huitziltecos, no hacen. ¿Qué ha hecho Alonso Aco por Huitzilan? ¿Qué han hecho los caciques por Huitzilan? Nada, como no sea buscar su beneficio personal. Ni una piedra mueven en favor de su pueblo.

Eso de que “estamos conscientes” refleja, aunque no lo quieran, un reconocimiento a la labor antorchista, pues estar consciente significa tener conocimiento de la realidad, cosa que nadie puede negar. ¿Cuál realidad? Pues que los antorchistas están de acuerdo con el trabajo que se realiza en Huitzilan y, por lo tanto, mostrarán siempre el apoyo total a nuestros líderes, en efecto, de buena fe.

“Manuel Hernández Pasión, quien nació y creció en Huitzilan y que es un indígena”, dice la nota de La Jornada de Oriente. Más verdadera no puede ser esta expresión. En efecto, nuestro presidente Manuel Hernández es un indígena y es el que representa, dignamente, a la clase pobre de Huitzilan de Serdán. Con seguridad afirmamos que jamás traicionará a sus hermanos indígenas, porque es un hombre educado y tiene un compromiso serio con el pueblo pobre. Y así como Manuel Hernández, se preparan ya varios huitziltecos jóvenes para seguir el mismo proyecto.

Sigue la nota de La Jornada de Oriente: “Manuel Hernández es un indígena como nosotros”. ¿Como quiénes? La Jornada de Oriente dice que como Alonso Aco. ¡Faltaba más! ¡Ahora Alonso Aco se presenta como “indígena”! Alonso Aco debería saber que los indígenas de Huitzilan no se van a creer cualquier mentira; los indígenas huitziltecos nos hemos caracterizado por nuestra inteligencia, aunque ellos, “Los Aco”, por muchos años la menospreciaron y fuimos objeto de muchas humillaciones, insultos y ofensas. Qué mala memoria tiene Alonso: en la época que ellos tenían el poder, las expresiones “indio”, “indito”, “naco”, “macehual” eran términos ofensivos con los cuales él y los suyos se acostumbraron a llamarnos. ¿O qué, ya no se acuerda que él mismo no quería que le llamaran “indígena”? Lo que tiene que hacer un político falso como él para ganarse mañosamente el favor de los ciudadanos.

Alonso Aco, cuando se autonombra indígena, miente. Y no sólo miente, sino que intenta engañarnos, porque él y los caciques se aprovechan de nuestras cosechas, nos hacen que las comprometamos mucho tiempo antes, no obligan a hacer tratos de precios que al final no respetan y reciben el café un día y nos pagan una o dos semanas después, tiempo suficiente para hacer movimientos económicos sin tener ninguna inversión inicial y para quedarse con la mayor ganancia posible: ¿no es esto una transa? ¿No es esto engañar a los indígenas? Alonso Aco explota a los indígenas.
Y para no dejar ninguna duda sobre este punto, diremos algo más: lo indígena no se da ni se quita en una persona por sus afirmaciones o por sus actos, alguien no deja de ser indígena sólo porque no acepte, tampoco alguien lo es sólo porque él quiera. Lo indígena es de sangre, de linaje, lo traemos desde nuestros antepasados.

Dice La Jornada de Oriente que el Presidente Municipal “no está del lado del pueblo”. En esta expresión resalta otra gran mentira de Alonso Aco. Todos los huitziltecos podemos apreciar la obra que ha realizado nuestro presidente municipal, Manuel Hernández Pasión: el gran hospital integral, por ejemplo, construido durante su gestión; las 20 escuelas remodeladas o construidas en lo que va de su administración; las 2 mil 754 familias beneficiadas con apoyos a la vivienda y los cerca de mil 100 campesinos beneficiados con apoyos al campo con las gestiones de Lic. Manuel Hernández; las avenidas y caminos enteros pavimentados por su administración, como el camino Huitzilan - Pahuata y Totutla - Pahuata, y muchas obras más; basta decir que durante su informe, el año pasado, se detalló la aplicación de 275 millones en obras para el municipio, cifra que supera por mucho lo aplicado por cualquier municipio del mismo tamaño. En Huitzilan todo mundo reconoce la increíble labor que ha realizado nuestro alcalde, orgullosamente indígena huitzilteco y orgullosamente antorchista. ¿Y qué ha hecho Alonso Aco? Nada positivo; nunca ha hecho el bien. Lo único que ha hecho es mentirle al pueblo para dividirlo, y poder así regresar al gobierno. Como dice el dicho: divide y vencerás.

Concluimos diciendo lo siguiente. Para los huitziltecos, estar organizados en Antorcha es conocer la realidad, es luchar contra toda injusticia en este país, es tener cultura, ser solidarios con los pobres, es, en fin, ser hombres y mujeres de bien. Estamos muy agradecidos con Antorcha, porque fue la única organización que acudió al llamado de auxilio de nuestro pueblo cuando estaba sumido en la violencia, cuando los caciques como Alonso Aco causaban la muerte de familias enteras, cuando estábamos sumidos en el atraso y la marginación. La culpa de todo, lo sabemos bien, fue de los caciques.
Para los antorchistas huitziltecos conocer al Maestro Aquiles Córdova, líder nacional de la organización, es motivo de orgullo y es un privilegio, pues de esos hombres se han dado pocos en la historia de la humanidad. Él con sus palabras, con sus hechos, con su orientación, con la educación que nos ha dado, con el beneficio que ha traído a Huitzilan, del que han gozado hasta los detractores de Antorcha, nos ha llevado por buen camino. Al Movimiento Antorchista se debe, pues, que la gran mayoría de los huitziltecos progresistas estemos hechos de una madera muy distinta a la de Alonso Aco y aquellas gentes para las que escribe el borrachín de La Jornada de Oriente.

Los antorchistas huitziltecos no somos gente que esté acostumbrada a chapotear en el lodo de la política sucia, corrupta, hecha de trampas, golpes bajos, mentiras descaradas y ambiciones desmedidas, ajenas a los intereses populares; por eso, aunque digan lo que quieran Alonso Aco y los teporochitos de La Jornada de Oriente contra Antorcha, jamás lograrán desbaratar a una organización que ha transformado a Huitzilan para bien de sus habitantes.

Afirmamos, entonces, que las acusaciones de Alonso Aco no tienen sustento en la realidad; en cambio, sí reflejan una seria amenaza contra la integridad de los antorchistas de Huitzilan de Serdán.