Un triunfo

**La lucha, intensificada con la movilización en estos tres meses ha dejado una huella profunda en la conciencia, en el pensamiento, no solo del Antorchismo, sino de una gran mayoría de la ciudadanía victorense.


Un triunfo

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2020, 12:21 pm

Por: Carlos Martínez Leal

Durante casi 90 días, es decir tres meses, colonos, ejidatarios, amas de casa, maestros, estudiantes, trabajadores, el pueblo organizado en el Movimiento Antorchista de Ciudad Victoria, Tamaulipas, se mantuvieron apostados frente al edificio de la presidencia municipal, pidiendo al titular de la misma, Dr. Xicoténcatl González Uresti, cumpliera el compromiso adquirido en el mes de octubre del 2018, en audiencia con el Comité Municipal del Movimiento Antorchista. A pesar del plantón y seis marchas, solo se tuvieron dos audiencias con el munícipe en este periodo y no hubo manera de que escuchara el reclamo. Ante esta situación la organización decidió levantar el plantón y seguir insistiendo con el presidente municipal para que resuelva, plantear el problema en otras instancias y continuar con la lucha hasta lograr que se respeten los acuerdos y se solucionen las demandas de los victorenses.

La lucha, intensificada con la movilización en estos tres meses ha dejado una huella profunda en la conciencia, en el pensamiento, no solo del Antorchismo, sino de una gran mayoría de la ciudadanía victorense, que tomó partido desde los primeros días a favor de que se atendieran los justos reclamos de habitantes de colonias y ejidos de la capital.

Ambos, Antorchistas y ciudadanos comprobaron en los hechos, en la cruda realidad lo que han venido aprendiendo −sobre todo los de Antorcha− con su lucha: solo un verdadero líder del pueblo, que haya nacido de sus entrañas, que conozca sus intereses, sus necesidades, puede encabezarlo dirigirlo, gobernarlo, pues será de su misma clase social.

En ese sentido es que la movilización ha significado un logro trascendental, pues ha enseñado a distinguir, a conocer los verdaderos intereses de quienes dijeron que querían gobernar para darle voz al pueblo, para promover un cambio que permitiera atender y resolver sus principales demandas, sus principales carencias. Demostrándoles que son ellos, los Antorchistas, es decir el pueblo organizado, el pueblo pensante, comprometido, disciplinado, quienes tienen que ponerse al frente de sus problemas, de sus necesidades, para impulsar su desarrollo, su transformación, su cambio a una vida mejor, donde tengan bienestar, y avancen en la erradicación de la pobreza.

Esto que parece sencillo, la comprensión profunda del problema a que se enfrenta todos los días el pueblo trabajador, es el logro más importante de esta lucha de varios meses, la cual no ha terminado. En estos momentos por los que pasa nuestro país y por tanto nuestro estado, ha sido una valiosa experiencia que también ha puesto a la vista de colonos, campesinos y pueblo trabajador sus posibilidades en la tarea, les ha enseñado lo que son, lo que tienen, de lo que son capaces y lo que les falta.

Si esto lo reflexionan, lo revisan, lo registran como la tarea que venimos realizando desde que nuestra querida organización planteara a través de nuestro líder nacional, Ing. Aquiles Córdoba Morán en la celebración de su 40 aniversario, se confirmará en cada Antorchista: “La convicción, la comprensión de pertenecer a una organización que tiene claridad sobre sus objetivos y por tanto sobre su tarea inmediata y su tarea a largo plazo, logrando con ello no solo el orgullo de ser Antorchista, de pertenecer a la organización de los pobres, sino de ser parte activa, punta de lanza, de ponerse y estar al frente”. Como consecuencia natural obligada de la reflexión habrá una respuesta inusitada pero esperada, que permita incrementar no solo el esfuerzo de realizar todas y cada una de las tareas que hacen que nuestra organización sea una organización viva: sus reuniones, sus comisiones, sus actividades económicas, culturales, deportivas, su estudio, sus movilizaciones, todo cuanto define al antorchismo y lo singulariza como tal.

También surgirán energías nuevas producto de la convicción de que no solo nuestro hacer diario, sino nuestro trabajo futuro, para transformar a la patria, necesita un mayor esfuerzo, necesita el compromiso de hacer bien lo que hacemos, pues solo ello nos acerca a estar listos en el momento en que las leyes que determinan el avance de nuestro país, para lograr que puedan los mexicanos acceder a una vida mejor, estén a punto y necesiten del concurso de nuestras fuerzas. Fuerzas que deben ser el resumen, la síntesis de miles y miles de Antorchistas que durante cuarenta y cinco años han venido preparando el camino que los lleve a estar listos para cuando esto suceda, recordando al poeta español León Felipe Camino:

«Voy con las riendas tensas
Y refrenando el vuelo
Porque no es lo que importa llegar solo ni pronto
Sino llegar con todos y a tiempo.»

Adelante compañeros victorenses, su lucha ha sido un triunfo que ha abonado como aquí vimos a preparar y avanzar en el camino trazado, expliquemos a todo el que escuche y hasta el que no escuche, esta verdad aprendida en el fragor del combate por la educación para nuestros hijos, por su alimentación, por su formación integral a través de la cultura y el deporte, por servicios e infraestructura en su entorno de vida que los forme como ciudadanos honestos, responsables, educados, libres de ataduras y prejuicios sobre sus posibilidades como seres humanos pertenecientes a un grupo mayoritario de su país, que además, es el grupo que crea la riqueza pero no la disfruta y que la tarea de todo victorense, todo tamaulipeco y todo mexicano es perseverar para lograr que esa riqueza permita una vida plena para el que la produce, el pueblo trabajador.