Trágica historia de Angelita, a cinco años de su sacrificio

**En una actitud inconcebible en quien había sido su amigo, el energúmeno la atacó y, muerta, arrancó partes de su cuerpo, que quemó y aventó al río.


Trágica historia de Angelita, a cinco años de su sacrificio

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 14:04 pm

Por Froilán Meza Rivera

Julimes, Chih.- Cara, muy cara le salió la amistad con el aparentemente bueno y amable joven que se transformó con el alcohol y que la victimó siendo ella inocente de cualquier cosa que ameritara venganza, odio o animadversión por parte de él.

Ésta es la historia triste de Angelita González Saucedo, de Colonia Esperanza, uno de los últimos poblados de la Cordillera, en Julimes.

Durante casi un año el homicida, ahora confeso, trató de ocultar su culpabilidad. Desenterró el cuerpo del rancho donde lo habia cubierto con arena fina, llevó parte de él al río San Pedro, en Meoqui, otra parte la incineró sin lograr su cometido. Esos restos no se consumieron por completo, y eso sirvió como evidencia posterior para confirmar su responsabilidad en el crimen.

En Ciudad Delicias, el juez Primero Penal, Arnoldo Loya de las Casas, dictó el 12 de abril de 2007, el auto de formal prisión a Omar Alonso Reyes Pules, por la comisión del delito de homicidio calificado en agravio de la menor Angelita González Saucedo, en hechos ocurridos hace más de un año.

El 3 de abril, a casi un año de haberse reportado como desaparecida a la joven Angelita, finalmente fue encontrado su cuerpo. Se confirmó así su muerte, que ya se sospechaba en la región.

El presunto homicida no pudo con la presión de las autoridades y de la comunidad, que siempre lo señalaron como sospechoso de la desaparición porque siempre se supo que ella se fue con él la noche del 30 de abril del 2006. La adolescente fue reportada como desaparecida tres días después de ese 30 de abril, fecha en que fue vista por última vez.

La investigación que realizaron agentes ministeriales y un investigador del ahora desaparecido Cuerpo de Inteligencia Policíaca (CIPOL), culminaron el 30 de marzo, cuando Omar Alonso Reyes Pule confesó haber sido el causante de la desaparición y el homicidio de la joven.

El mismo Omar Alonso relató que el día fatal, ella iba caminando por la calle con otra muchacha. La invitó él a pasear en la camioneta que conducía y permaneció dos horas con ella. Luego se dirigieron al poblado de Los Llanos, donde el muchacho se dedicó a consumir bebidas alcohólicas... Hubo un momento en que el asesino recibió una llamada de su novia, quien lo puso al tanto de que sus amigos la habían agredido.

Omar estalló en furia.

Angelita, al ver que el sujeto se había descompuesto, le pidió que la llevara de regreso, le hizo saber que quería irse, pero él tomó una botella de vidrio y la golpeó en la cabeza repetidamente hasta que ella murió.

Según declaró, Omar se asustó entonces, y fue en ese estado que llevó el cuerpo al rancho El Rocío. En ese lugar él permaneció despierto hasta que, en la madrugada, escarbó un hoyo en la tierra para enterrar a la adolescente, quien quedó cubierta de arena.

De alguna manera, indagando, los policías habían acudido al mismo rancho antes de que se descubriera el cuerpo. El asesino se puso nervioso, y cuando los rastreos comenzaron, los familiares de la jovencita apuntaban a Omar Alonso Reyes Pule; el presunto asesino se asustó y decidió extraer partes del cuerpo de la jovencita para arrojarlas al río San Pedro. A las partes restantes les prendió fuego y las dejó en el hoyo que había hecho en un principio.

Pero no todas las partes se consumieron, y los agentes ministeriales dieron con estos restos, a los que identificaron con la huella genética.

Todo apuntaba a Omar Alonso, y éste decidió finalmente entregarse de manera voluntaria. En su declaración, Reyes Pules dijo que el 30 de abril del 2006 fue a buscar a su novia, quien vive en la colonia Esperanza, en Julimes, en donde también vivía Angelita. Debido a que no encontró a la novia y que vio a Angelita en la plaza, invitó a ésta a dar una vuelta. Ella accedió, porque ellos se conocían desde niños y en un tiempo salieron muy frecuentemente junto con otra amiga de nombre Socorro.

Fue así como se escribió el asesinato de una jovencita que nunca temió ser victimada por un amigo.