Torturada una joven afgana por la familia de su marido por negarse a prostituirse

Sahar Gul, de 15 años, ha sido liberada tras seis meses encerrada


Torturada una joven afgana por la familia de su marido por negarse a prostituirse

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2012, 11:35 am

La joven afgana de 15 años -torturada y encerrada por la familia de su marido durante medio año- tendrá que ser trasladada a un hospital de la India para recibir un tratamiento médico completo. Tras seis meses de duro cautiverio a manos de su familia política, Sahar Gul, en estado grave, tendrá que recuperarse "poco a poco" de las profundas secuelas físicas y psíquicas que le han quedado por las brutales palizas que sufrió por un único pecado: negarse a prostituirse.

Un responsable policial de la provincia de Baghlan, en el norte de Afganistán, ha contado que los agentes la encontraron en el domicilio de su marido, Mohamed Azim, tras recibir una denuncia de los padres de la joven. Cuando la vieron su estado era dantesco, estaba encerrada en un lavabo y presentaba signos de una tortura cruel y desmedida. Acto seguido fue ingresada en un hospital local, y el responsable, Gul Mohamed Wardak, contó que a la víctima le habían arrancado las uñas de las manos y tenía señales de quemaduras en diversas partes del cuerpo. De hecho, agentes de la policía admitieron que, dado el estado de la chica cuando la encontraron, "podría haber muerto" si la hubieran rescatado algo más tarde.

La víctima, que procede de la remota provincia norteña de Badakhshan, ha declarado a la policía que recibía palizas de su marido, con el que se casó hace nueve meses y que le dobla la edad. Sin embargo, Azim consiguió huir antes de que llegara la Policía solo han podido detener a la suegra y la cuñada de Gul.

La Misión de Naciones Unidas en Afganistán (UNAMA) denunció hace un mes que queda un “largo camino por recorrer” en la aplicación de la legislación que protege a las mujeres afganas contra la violencia de género. Según este organismo, en Afganistán las leyes chocan con prácticas socialmente aceptadas como la compra-venta de mujeres para el matrimonio, las bodas infantiles o forzadas, las violaciones y el baad (regalo de una mujer para resolver una disputa familiar).

Pocos días después de esta advertencia de Naciones Unidas, tres hermanas menores de edad -de 8, 12 y 17 años- fueron atacadas con ácido por los familiares de un pretendiente rechazado por una de ellas en la provincia norteña de Kunduz.

También conmocionó al mundo el caso de la mujer afgana llamada Gulnaz, que no solo tuvo que sufrir la pesadilla de ser violada sino que además fue condenada a 12 años de cárcel por ello. Con 19 años sufrió la agresión por parte del marido de su prima, algo que fue visto por los tribunales como adulterio. Y la única forma que tuvo para evitar ir a prisión fue tomar la difícil contraer matrimonio con el agresor.