Tiene Coyame del Sotol una ’’fiebre del voto’’

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ Ahoramismo.com.mx


Tiene Coyame del Sotol una ’’fiebre del voto’’

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2013, 19:12 pm

Si habláramos de movimientos migratorios al interior del estado, cualquiera podría suponer que Juárez y Chihuahua son las ciudades más atractivas para asentarse tras un cambio de residencia. Tal vez Cuauhtémoc, con su actividad primaria y su incipiente industria electrónica, o algún municipio serrano donde opere una minera de gran tamaño.
Lo último que se podría imaginar alguien es que el desolado municipio de Coyame del Sotol resulte atractivo para cambiar ahí la residencia y, sin embargo, en las últimas semanas, casi un centenar de personas se han ido a vivir a ese lugar.

Datos oficiales del Registro Federal de Electores indican que en las últimas semanas se han dado de alta 81 ciudadanos en el Padrón Electoral del Municipio de Coyame.

El dato en sí resulta insólito si se toma en cuenta que “Coyame del Sotol”, su nombre completo, resultó ser el municipio más despoblado del país, con sus mil 681, para 7 mil 877 kilómetros cuadrados de extensión, según lo informó el INEGI al dar a conocer las cifras del Censo Nacional de Población y Vivienda 2010.

A la fecha, no se tiene información sobre algún fenómeno económico que haga cambiar esa condición: ni se han instalado industrias, ni ha iniciado operaciones alguna minera. Vaya, ni siquiera tiene el liderazgo en la producción de sotol, a la que le debe su apellido, ya que Delicias y Aldama lo han rebasado en ese rubro industrial.

¿A qué se debe, entonces, que de pronto haya tanta gente que se vaya a vivir a Coyame?

Por más vueltas que se le da al fenómeno, no queda más que pensar que se debe la elección extraordinaria para elegir al Ayuntamiento 2013-2016.

A saber, en Coyame del Sotol se repetirá la elección de Ayuntamiento después de que los comicios ordinarios terminaran en empate entre el PRI y el PAN, a 667 votos cada uno.

No hay de otra: si antes era la “fiebre del oro” la que motivaba grandes movimientos migratorios, ahora parece ser que es la “fiebre del voto” la que atrajo a cientos—según diversas fuentes—de ciudadanos en edad de votar.

El fenómeno del turismo electoral es tan evidente que el IFE nacional ya tomó nota e, incluso, ya comenzó a preocupar a las dirigencias de los partidos ante la posibilidad de que “sus” electores sean sancionados como lo fueron los que se inscribieron de manera irregular en Huejotitán y Nonoava durante las campañas del 2010.

Vaya manera de complicarse la vida: tan sencillo que era el ir a buscar a los casi 600 mil electores que no votaron para convencerlos de ir a las urnas en noviembre próximo. Así ni se complicaban la vida ni se meterían en problemas legales.