Subsisten colonias de tecolotitos de la pradera

**Renace la esperanza de que no se extingan, aunque su hábitat está muy amenazado por la urbanización.


Subsisten colonias de tecolotitos de la pradera

Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.— Se les creía extintos en la región, pero el descubrimiento de dos colonias en un basurero en las cercanías del río Chuvíscar, y en un prado de la misma zona, revivió la esperanza de que los tecolotitos llaneros (Athena cunicularia), puedan sobrevivir a las condiciones que amenazan su existencia.

El hábitat natural de éstos, también llamados tecolotitos de la pradera, es el pastizal de la llanura, ya desaparecido en esta parte del territorio de Chihuahua.

Aquí, entre la capital de Chihuahua y la ciudad de Aldama, siempre hubo referencias de los rancheros a que estos búhos enanos sobrevivían en la llanura de matorral, aunque en varios recorridos que se realizaron a lo largo de un año, nunca pudieron ser vistos.

Esta llanura se encuentra ahora invadida por una gran multitud de granjas, donde hay perros y gatos, que en el ambiente suburbano son los principales enemigos de los tecolotitos.

Habitan en el interior de madrigueras practicadas en el suelo por otros animales, como los conejos, y es un animal típico de la pradera norteamericana, donde convive y compite ferozmente con los perritos de la pradera. Esta asociación se puede ver, por ejemplo, en el municipio norteño de Janos, donde hay colonias de perritos.

Al parecer, en las inmediaciones de la capital del estado, los hábitos silvestres de los también conocidos como buhitos o lechucitas terrestres, han sido modificados para adaptarse a las nuevas condiciones impuestas por la expansión de la mancha urbana. Así se explica el hallazgo de la colonia que fue vista hacia el río en un basurero en el kilómetro 15. Ahí, entre la basura, encuentran los tecolotitos su dieta preferida, que son los pequeños roedores, que abundan y que están siendo exterminados en la zona de granjas.

El tecolotito llanero tiene las patas muy largas para ser un tecolote. Es de color café moteado, pequeño (es apenas un poco más alto que una paloma). Es de cabeza redonda, patas largas y cola recortada. Cuando se agita, cabecea y se mueve de arriba abajo. Igual que los demás búhos y lechuzas, puede voltear su cabeza hasta 180 grados, y esto le permite ver a su espalda sin volver el cuerpo.

Anida en huecos en la tierra que los padres encuentran ya hechos y que pueden adaptar para albergar hasta 12 parejas y sus crías. Una nidada puede llegar a contar con 12 huevos, y es posible que en una misma temporada, una pareja críe dos veces.

El buhito es activo durante la noche, pero se le ve frecuentemente durante el día. Se alimenta de pequeños mamíferos, lagartijas, serpientes, ranas y también arácnidos.

De longitud llegan a medir entre 18 y 26 centímetros los adultos.
Tiene muchos nombres, dependiendo de la región y de los países: es mochuelo excavador, se le conoce también como curuja, lechucita de las madrigueras, lechucita pampa, lechucita vizcachera, lechuza terrestre, mochuelo de hoyo, y tecolote zancón. En inglés es burrowing owl.

Esta especie se distribuye desde el Suroeste de Canadá, en Estados Unidos, hasta México, y se le puede ver en Sudamérica.

(Enero 15, 2011)