Sorprende Calderón a Sicilia porque le echó granaderos

**Se va triste el poeta porque esperaba que el presidente lo apoyara y comprendiera.


Sorprende Calderón a Sicilia porque le echó granaderos

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2011, 12:34 pm

CNNMéxico.- El acuerdo no llegó. En seis horas de diálogo, el poeta Javier Sicilia, quien lidera el Movimiento por la Paz con Justicia y Dignidad, y el presidente Felipe Calderón no coincidieron sobre los resultados que el gobierno federal ha dado a la sociedad civil para atender a las víctimas de la violencia en México, agravada desde que en 2006 inició la Estrategia Nacional de Seguridad.

Sicilia recriminó al mandatario aferrarse a una “guerra sin fin”.

“Como lo ha afirmado usted, señor presidente, México no es un Estado fallido, sino un Estado fracturado. Existe una fractura entre la política de seguridad que se ejerce y las libertades que la Constitución garantiza a los habitantes de este país; una fractura que se profundiza en el entramado político al militarizarse el territorio nacional”, dijo el poeta en la reunión que se llevó a cabo en el Castillo de Chapultepec, en la Ciudad de México.

Para Emilio Álvarez Icaza, expresidente de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, desde que el gobierno de Calderón se comprometió —hace cuatro meses— a atender necesidades de las víctimas de la violencia en México, los resultados han sido “lastimosamente pobres”.

Una vez más, los afectados contaron sus historias: “mi hija fue desaparecida por militares”; “se llevaron a mi hermano y no sé nada de él”; “estoy buscando a mi esposo y necesito ayuda”; “no he vuelto a saber de mi hijo desde hace 10 meses, tres semanas y dos días”.

Esta vez, Calderón no pidió perdón. El presidente defendió su estrategia, y señaló errores de los reclamos por parte del Movimiento por la Paz.

Uno de los oradores del movimiento, Raúl Romero Gallardo, dijo que la recién creada Procuraduría Social de Atención a Víctimas del Delito (ProVíctima) discriminaba a los afectados por delitos del fuero común, pues sólo atendía casos del fuero federal. El presidente le pidió revisar el decreto de creación de la dependencia, para ver que estaba equivocado.

Lo mismo ocurrió con los activistas de derechos humanos Miguel Concha y Clara Jusidman, a quienes el mandatario dijo que cometían un error al reclamar que el gobierno mancilla la Constitución o que no hay una política de Estado para la inclusión de la ciudadanía en la vida pública.

Al poeta Javier Sicilia también le respondió por la acusación de que su gobierno se había negado a escuchar al sacerdote Alejandro Solalinde, defensor de los derechos de los migrantes ilegales y director del albergue Hermanos en el Camino.

“Por supuesto que hemos defendido migrantes, por supuesto que estamos depurando el Instituto Nacional de Migración, hemos metido a la cárcel a funcionarios de migración. Si esa es la verdad de Solalinde, sí la hemos defendido”, dijo Calderón.

“Hay otras verdades de Solalinde que definitivamente no voy a defender. La que dijo que le pidiéramos perdón a Los Zetas. Está totalmente equivocado el padre Solalinde, es absurdo ¿De qué le tenemos que pedir perdón a Los Zetas? La verdad es que yo no se los voy a pedir”, dijo Calderón.