Sin alumbrado, la Madera 1965; dominan los cholos

**Es campo fértil para que se desarrolle acá, y golpee, la delincuencia. Los cholos dominan las calles en las noches.


Sin alumbrado, la Madera 1965; dominan los cholos

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2011, 17:31 pm

Chihuahua, Chih.- Cómo estará de fea la situación en la colonia Madera 1965, que a la llegada de los camiones que traen muchachas de las maquiladoras a la media noche, sus hermanos y sus papás van en bola a esperarlas, en previsión de algún ataque de los pandilleros.

Cómo estará la cosa, que nada más cayendo las sombras de la noche, hasta a los hombres van a esperarlos sus familiares a la parada, para que no los asalten o golpeen los cholos que dominan estas calles por las noches.

María de la Luz Ortega, quien vive en una de estas cumbres casi inaccesibles, relata que, por su calle, pasa una vereda que viene de las colonias de allá al fondo, las Lealtades, por donde pasan cholitos y vagabundos que van en busca de un poderoso solvente que venden para la pintura de las albercas y que venden acá cerca. “Yo creo que alguna tienda en La Minita, o no sé dónde, pero los cholitos de aquí dicen que eso que compran y que regresan aspirándolo en unos botecitos, se llama “tulón” o algo así”, detalla la joven madre de cuatro infantes.

Ese caminito de cholos es también un peligro, según los testimonios de varios menores de edad que juegan en las calles. “El otro día, a la señora de aquí en seguida, pasaron y se le acercaron, parecían zombies, y si no sale corriendo y se mete en la casa, quién sabe qué le hubieran hecho”, narró Efrén, un jovencito de 16 años. La propia María de la Luz Ortega tiene que “echar redada” con sus propios hijitos en las tardes, cuando le calcula ella que el ambiente se va a poner muy pesado.

SIN ALUMBRADO PÚBLICO

Acá en la Madera 1965, no suben las patrullas porque, según los vecinos, le tienen miedo a las pandillas. “No suben tampoco los taxis porque los pueden asaltar, y de hecho sí los asaltan a cada rato”.
Es que de las pocas luminarias del alumbrado público, muchas no encienden, y al resto las apedrean los cholos para que no los vean las patrullas en las noches, cuando las pandillas se pelean a pedradas por el territorio.

Las ambulancias no suben ni para remedio. Por ejemplo, el otro día un muchacho de la parte alta se quiso suicidar cortándose las venas, y los policías ni se lo quisieron llevar a un hospital, pero al otro día en que sí se murió, la ambulancia no pudo llegar a tiempo porque simplemente no pudo remontar la cuesta de la calle del infortunado.

Y NI LOS SERVICIOS

Por otra parte, en cuestión de servicios públicos, el agua potable no sube a las partes altas, por lo que la gente recurre a conectar mangueras individuales para traer agua del pozo que está en una de estas cumbres. “Pero nos la cortan cuando limpian este tanque, y de la red general, pues no sube porque nunca hay presión suficiente”, agregó doña Georgina Esparza, habitante también de las partes altas de la Madera 1965. “Antes al contrario -explicó-, la gente de la parte baja viene con sus botes para surtirse de acá arriba cuando se les corta el servicio allá abajo, que es muy seguido”.

En lo que toca al servicio de recolección de basura, se supone que el camión pasa los miércoles y los viernes, pero muy seguido se saltean estos dos días de una semana, para terminar viniendo a los quince días, con el resultado de que los desperdicios se juntan en los patios y atraen moscas, cucarachas y ratones.

El camión urbano, que es la ruta Santa Rosa-San Rafael, llega solamente a la calle principal, que es la Plan de Ayala, y las personas deben bajar de todos los puntos a las paradas de esa única calle.

Entre la inseguridad con impunidad total y la falta y falla de los servicios públicos, la gente de acá no se explica por qué las autoridades municipales les reprochan que por qué se vinieron a vivir a un cerro donde no se les puede dotar de calles transitables, agua que suba a las tomas domiciliarias, drenaje que sirva, ni de seguridad de ningún tipo.

“Yo por lo menos, no me explico por qué en el rumbo del Periférico de la Juventud, los ricos viven en cerros hasta más empinados que los de nosotros, y allá no batallan con las calles, ni con los servicios... yo me fijo porque trabajo en un centro comercial, y veo que los fraccionamientos ya nacen con todos los servicios, y que todos tienen ya un pozo de la Junta Municipal, incluso antes de que llegue a vivir la gente allá”.

(Enero 26, 2011)