Severa granizada causó desastre en Matamoros, Chihuahua

**El meteoro dañó 250 hectáreas de cultivos, principalmente frijjol.


Severa granizada causó desastre en Matamoros, Chihuahua

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2012, 23:16 pm

Matamoros, Chih.- Terrible, devastador, catastrófico, desastroso y fatal, así calificaron los productores de maíz, avena y sorgo a la granizada que azotó la comunidad de Ciénega de Ceniceros, afectando 250 hectáreas de cultivos.

Hubo acumulación de hasta 50 centímetros de alto, según los lugareños, expresando que en este año se veía un panorama prometedor. Sin embargo, todo se echó a perder.

A días de iniciar el levantamiento de cultivos en esta comunidad, el fin de semana cayó una fuerte granizada que duró unos 30 minutos, dañando las siembras de avena, sorgo y maíz; incluso algunas hectáreas de calabaza.

Las pérdidas fueron en unas 250 hectáreas, según productores, incluso hubo nogaleras que se ubicaban sobre arroyos, a las cuales el granizo les tumbó la nuez y el agua se las llevó dejándolos sin producción.

Cada uno de los campesinos describió el fenómeno de diferentes maneras; empero, todos coincidían en lo devastador que fue el siniestro, perdiendo todo el dinero que se invirtió para sembrar las semillas.

De acuerdo a testimonios, en algunos sitios el granizo levantó hasta 50 centímetros de hielo. "El terror se dejó sentir al escucharlo caer. Eran bolas de dos centímetros. Pensábamos que se nos iba a caer la casa..." narró uno.

Llovió tan fuerte que se metió el agua a las casas hasta 15 ó 20 centímetros. Los niños tenían miedo. Nosotros también. Pero no podíamos demostrarlo. Sólo nos encomendamos a Dios para que no nos pasara nada, dijeron.

Al visitar las tierras de manera normal -como todos los días-, cuál fue su sorpresa que habían sido afectadas en su totalidad. No lo podían creer. El esfuerzo de todo el año se vio siniestrado en un lapso de media hora.

Todas las esperanzas que tenían de levantar la cosecha en los próximos días se vinieron abajo. "Este año iba a ser muy bueno. Las lluvias al fin se habían presentado. La terrible sequía que se había vivido en los últimos años, había quedado atrás. Ahora nos pasa esto. Tal vez sea una maldición", relataban.

Unos tenían una hectárea sembrada. Sin embargo, en ella tenían su esperanza de progreso. Otros hasta 50 hectáreas. Pero, al igual que a todos, ya no podrán cosechar este año. Ahora hay que esperar para el año 2013, lamentaron.

Todavía ayer había "plastas" de hielo sobre el camino y en algunos sembradíos siniestrados, con una altura de hasta 30 centímetros. Charcos en la carretera de terracería. Lodo en los arroyos. Y el clima era frío...

Gilberto Flores, quien había sembrado 15 hectáreas de avena, se encontraba en sus tierras mirando cómo habían quedado; considera que fue algo terrible lo que se vivió, pero fue aún más terrible haber encontrado sus cultivos en esas condiciones.

En tanto, Jesús Armendáriz, quien durante todo el año se dedicó a cultivar nuez y maíz, sólo quedó en sus terrenos hielo y unas pocas nueces tiradas, las cuales ya estaba a punto de recoger para buscar clientes y venderlas.

Hubo algunos que tenían sembrado frijol; "tal vez el producto no se pierda, pero quedará manchado por el hielo. Será difícil que alguien me lo quiera comprar", fueron las palabras de Antonio Armendáriz, quien además sembró sorgo.

Un total de 30 hectáreas son las que se vieron afectadas en las tierras de José Andrés Armendáriz, quien vio cómo se disminuyeron sus milpas cuando medían hasta dos metros y medio, quedando de un solo metro y con las mazorcas tiradas antes de ser el tiempo de cosecha.

Don José consideró como un hecho catastrófico lo que en sucedió. Haber trabajado tanto, invirtiendo tiempo, dinero, esfuerzo y desveladas... todo para que en menos de 30 minutos quedara devastado.

"Es una situación fatal. No se puede estar así. Primero la sequía. Ahora esto, debido al buen temporal sembré hasta calabazas. Había matas de hasta 50 centímetros y ni siquiera pudieron terminar de madurar", lamentó.

Un exterminador de ilusiones es lo que acaba de suceder. Todos los años acudía a los panteones a vender crisantemos. Hoy se verá cortada mi racha. El granizo echó a perder todas las flores. Además de mis 4 hectáreas de avena y sorgo no va a ver de otra nomás que volver a sembrar y esperar el próximo año", dijo.

Otro testimonio: Jesús José Armendáriz tenía sembradas sus tierras de 11 hectáreas con nogales, sorgo y avena. Sin embargo, las nogaleras quedaron sobre el arroyo y cuando el granizo se presentó tiró las nueces y el agua se las terminó por llevar.