Ser o no ser. ¿Banco Progreso o Hacienda? esa es la cuestión

Conflicto de intereses o tráfico de influencias ¿cómo se le podría llamar a la doble función del secretario de Hacienda Jaime Herrera Corral, funcionario público y a la vez presidente del Banco Progreso?


Ser o no ser. ¿Banco Progreso o Hacienda? esa es la cuestión

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2014, 14:10 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

Conflicto de intereses o tráfico de influencias ¿cómo se le podría llamar a la doble función que lleva a cabo el secretario de Hacienda del Gobierno del Estado, Jaime Herrera Corral, al ocupar ese cargo público y a la vez ser la cabeza visible -por más que trate de agacharse- del naciente Banco Progreso?

El propio Herrera se ha encargado de dejar en claro que sigue siendo un ejecutivo de alto rango en la caja de ahorro que recién recibió la concesión de banco, y que realizó gestiones ante la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) para Progreso cuando ya estaba en la posición de secretario de Hacienda.

¿Tráfico de influencias? Podría ser: un secretario de finanzas -o de Hacienda, como se le llama en Chihuahua- tiene acceso privilegiado a las fuentes de toma de decisión del Gobierno Federal. No es lo mismo que llegue un alto funcionario de un gobierno estatal a tocar la puerta de la CNBV, del Banco de México o de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, a que lo haga otra organización que en legítima aspiración también busca obtener la concesión bancaria.

Herrera no ha tenido empacho en aparecer públicamente como director de Progreso: el pasado 19 de enero de este mismo año, dio una entrevista al diario especializado “El Economista” en su calidad de director la Unión de Crédito Progreso y ahí detalló algunas de las gestiones que había realizado ante la CNBV y el Banco de México para avanzar en la conversión a banco de la institución a su cargo.

“…se trabajó ya en la integración de la parte de sistemas, para fortalecerla, y en el tema de riesgos. La Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) y el Banco de México (Banxico) nos pidieron fortalecer estas áreas y se trabajó en ello” declaró Herrera al diario capitalino.

Agrega El Econimista: “En este sentido, Herrera comenta que una vez cubiertos tales temas, el pasado 19 de diciembre se hizo la entrega formal a la CNBV para retomar el proyecto. “Ya está el análisis formal por parte de las autoridades financieras del país, como son la Secretaría de Hacienda, el Banco de México y la CNBV”.

Eso quiere decir que, al tiempo que ocupaba el cargo de secretario de Hacienda estatal en un momento crítico, como era la finalización inminente del programa de regularización de autos de contrabando -los “chuecos”, pues- o el cierre fiscal del Gobierno del Estado, también trabajaba para Unión Progreso.

Es difícil comprobar que Herrera usó recursos públicos para realizar las gestiones en beneficio del ahora Banco Progresa, al menos en términos materiales. Habría qué demostrar con datos contundentes que sus viajes a la ciudad de México, así como sus gastos de estancia allá corrieron por cuenta del erario. Lo que es indudable es que usó el tiempo de su encargo como servidor público para atender un asunto privado. Eso es un conflicto de intereses. Ni modo que haya acudido a las oficinas de la CNBV o del Banco de México en horas o en días inhábiles.

Según la columna “Mirone” del diario Norte de Juárez, la doble función de Herrera ya causó escozor en la CNBV y en el Banxico. Lo curioso es que no haya sacado ninguna urticaria en el gobierno estatal.