Selfies, poesía y abanicos con la bandera de EU en el Malecón

**"No quiero ir a Estados Unidos, yo quiero quedarme en mi país. Lo que sí quisiera es que cambiara todo", explicó Oslandy López


Selfies, poesía y abanicos con la bandera de EU en el Malecón

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2015, 13:30 pm

La Habana, Cuba.- Los cubanos madrugaron hoy para ir al Malecón a ver ondear por primera vez la bandera de las barras y estrellas en la embajada de Estados Unidos, en una ceremonia histórica llena de selfies, poesía y abanicos con la insignia norteamericana y mucho calor.

Desde los laterales de la Plaza Tribuna Anti-imperialista unos 700 cubanos seguían con atención la ceremonia, separados por unas barreras de la zona de la embajada, donde sólo se podía acceder con invitación.

Dinora García, de 57 años, era una de las cubanas que se acercó al Malecón y observaba todo desde la barrera. "Hoy es un día histórico para los dos pueblos, porque a partir de hoy se reinician nuevamente las relaciones entre ambos países", recordó García.

"Nosotros esperamos que se elimine el bloqueo, que se elimine la base naval de Guantánamo y que haya una mejor relación tanto de los pueblos como de los gobiernos a partir de hoy", añadió esta cubana, que movía con orgullo una banderita de su país.

Muy cerca de ella se encontraba Oslandy López, un estudiante de cosmetología que llevaba una bandera estadounidense en la mano.

"Estoy muy emocionado porque estoy esperando un cambio. Quiero un cambio total, un cambio político, social, económico. Todo lo quiero, todo, porque como dijo José Martí: ’Yo hablo con la verdad porque la verdad hace libre a los pueblos’", explicó este joven de 27 años, que se mostró contento de tener "un pedacito de Estados Unidos en Cuba".

"No quiero ir a Estados Unidos, yo quiero quedarme en mi país. Lo que sí quisiera es que cambiara todo", explicó este joven cubano.

En el patio de la embajada, los invitados se refrescaban con abanicos con la bandera estadounidense, recuerdo de ese momento histórico. Y los utilizaban también para taparse del sol sofocante que caía sobre el Malecón.

Muchos se hacían fotos y selfies con el nuevo cartel que han puesto en la legación diplomática y que reza "Embajada de los Estados Unidos". Hasta el 20 de julio, era la Sección de Intereses permanentes, bajo protección de Suiza.

El "poeta de Obama" Richard Blanco leyó un poema titulado "Cosas del mar", escrito especialmente para la ocasión. Blanco había leído un poema en enero de 2013 cuando Barack Obama asumió su segundo mandato como presidente de Estados Unidos.

Josefina Vidal, jefa negociadora de Cuba en el diálogo diplomático con Estados Unidos, encabezó la delegación cubana, mientras que el secretario de Estado John Kerry era el anfitrión. Se trata de la primera visita de un jefe de la diplomacia estadounidense a la isla en 70 años.

Con Kerry viajaron a La Habana la responsable para América Latina del Departamento de Estado, Roberta Jacobson; los senadores Barbara Boxer, Jeff Flake, Amy Klobuchar y Patrick Leahy; y los congresistas Barbara Lee y Jim McGovern, entre otros.

"Los Estados Unidos acogen con beneplácito este nuevo comienzo de su relación con el pueblo y el gobierno de Cuba", dijo en español Kerry, quien advirtió que "el camino hacia unas relaciones plenamente normales es largo".

"Estamos seguros de que este es el momento de acercarnos: dos pueblos ya no enemigos ni rivales, sino vecinos", añadió el secretario de Estado. "Es el momento de desplegar nuestras banderas, enarbolarlas y hacerle saber al resto del mundo que nos deseamos lo mejor los unos a los otros", añadió Kerry.

Cuando el quinteto del Ejército de Estados Unidos tocó el himno de Cuba, muchos cubanos que observaban la ceremonia fuera de la embajada lo cantaron. Y al final se oyeron gritos de "Viva Cuba".

Los tres ex marines que arriaron la bandera de la embajada el día de su cierre en 1961 fueron los encargados de entregar la insignia a tres jóvenes marines que están destacados ahora en la legación. Estos marines tuvieron el honor de izar la bandera de barras y estrellas, 54 años después de que Estados Unidos y Cuba rompieran relaciones bilaterales.

La cubano-estadounidense Bibi Hidalgo, de 43 años, y su hermano Patrick, invitados de la embajada, no pudieron contener las lágrimas durante la ceremonia de izado de la bandera.

"No pude parar de llorar porque es una emoción tremenda", explicó Bibi, hija de exiliados cubanos en Miami y nacida en Estados Unidos.

Su hermano Patrick considera que la comunidad cubanoamericana puede tener "un papel enorme" en el acercamiento entre los dos pueblos. "Para nosotros es personal, es familia, lo sentimos, no es un problema intelectual, así que hay un compromiso", concluyó este cubanoamericano.
Por Beatriz Juez/DPA