Se va Leonel de la Rosa con su "carro incompleto"

Por: Alejandro Salmón Aguilera / Ahoramismo.com.mx


Se va Leonel de la Rosa con su

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2013, 16:41 pm

En realidad, el abucheo al gobernador no inició en la Plaza Mayor la noche del 15 de septiembre, cuando éste lanzaba el “Viva México” tradicional de las fiestas patrias. Los pulgares hacia abajo se comenzaron a ver desde que cerraron las casillas de votación el pasado 7 de julio, cuando el PRI no obtuvo ni el “carro completo” prometido, ni la pulverización del PAN, como se había pretendido.

Acaso esa sea una de las razones -debe haber más- por las que Leonel de la Rosa no es más el presidente estatal del PRI. Si no ¿por qué cambiar a un dirigente quien, en estricto sentido, ganó con amplitud las elecciones federales del 2012 y retuvo la mayoría de los cargos en disputa en el 2013?

El problema para el ahora ex dirigente priista es que no necesariamente fueron triunfos suyos, sino que en ambos procesos, el gobernador en persona salió a hacer campaña y cargó en peso a un partido que parecía “engarrotado” en tanto no se moviera su jefe político.

Ahí lo vimos en el 2012, cuando el mandatario en persona, vestido de rojo, el color oficial de la campaña, anduvo repartiendo costales de papa y apoyos para mitigar la sequía en plena veda electoral. En ese entonces, lo menos que podía haber hecho el priismo era salir a rascarse con sus uñas y no exponer a su gobernador en un momento crucial.

En el 2013 no fue distinto: la estructura de Gobierno se repartió el estado para operar la campaña del PRI, a grado tal que las derrotas, aún cuando fueron escasas, se las cargaron no a los candidatos perdedores, sino al secretario/a encargado de ese sector entregado al PAN.

Los defensores de De la Rosa afirman que éste se va con cuentas gananciosas y en buenos términos con el gobernador. Si es así, sólo resta preguntar por qué se fue entonces y, cuando lo hizo, por qué se le vio tan solo.

Ya rendirá cuentas a su partido de los resultados y de la real operatividad de su estructura en tiempos de campaña. Por lo pronto, a los contribuyentes nos debe muchos millones de pesos, pues gracias a sus alianzas, ahora deberemos mantener a partidos-negocio familiar que no merecían ni el acceso al Congreso del Estado. ¡Gracias señor De la Rosa! A usted le debemos que el partido de Rubén Aguilar haya pasado del 2 al 9 por ciento de la votación, con su respectiva tajada de prerrogativas.