Se sincera el fiscal: homicidios a la alza; homicidas, a la calle

Articulo de Alejandro Salmón Aguilera

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2011, 10:43 am

Chihuahua, Chih.- Lo mejor de la comparecencia de este jueves fue que el hecho mismo de que Carlos Manuel Salas se haya apersonado ante los diputados del Congreso del Estado.Bragao, sin ambages, entrón a la hora de responder a los directos cuestionamientos de los diputados del PAN, el fiscal general del Estado se sentó durante dos horas y media, sin pausas ni siquiera para ir al baño, aguantando todo tipo de cuestionamientos pero, sobre todo, con datos, fichas, cifras y estadísticas en la mano para responder.

Esa, la actitud del fiscal, y la disposición de los legisladores hacia el trabajo de la Fiscalía, es lo más rescatable, porque lo informado por el hombre duro del gabinete no da para echar campanas a vuelo. Más bien da para mantener los labios arqueados y la mirada perpleja.

Carlos Manuel Salas fue sincero con sus interlocutores y les dijo, sin rodeos, que los índices de homicidios han ido a la alza. Es decir, que el sistema de seguridad del estado no ha logrado reducir el delito que más lastima a la sociedad, como es la muerte de sus ciudadanos, así se trate de traficantes de droga. Por el contrario, el fiscal indicó que hay un repunte en ese delito, debido en gran medida a las reacciones de los grupos criminales a los decomisos de armas y de droga que ha asestado el Estado Mexicano.

Hay buenas noticias, relativamente hablando: una reducción del 40 por ciento en el índice de robo de autos; una mejoría en cuanto al combate al secuestro y un golpeteo directo a la extorsión. Sin embargo, el propio fiscal pidió no difundir las cifras, porque aún a la baja, las cifras son alarmantes.

En cuanto a la integración de los expedientes relativos a los multihomicidios, el fiscal fue igual de honesto: muchos de aquellos peligrosos maleantes que el Ejército nos presentó vestidos de amarillo y como supuestos autores de decenas de crímenes inenarrables, están a punto de recuperar su libertad.

Cuando el fiscal toca ese tema, la cara se le desdibuja; se le descompone. No oculta el profundo enojo que le causa el haber encontrado un auténtico batidero y un montón de supuestos multihomicidas que estaban en la cárcel, pero sin causa penal que los mantuviera ahí.

La cara—dicen quienes lo vieron—se le cayó cuando dijo que iba a presentar un informe dentro de una semana, en el cual se informará de la inminente liberación de presuntos autores de algunos de los crímenes que más lastimaron a la sociedad chihuahuense.

No se le puede regatear al fiscal su actitud honesta y su buena disposición para ir a sentarse con los representantes populares de la sociedad, pero su buena actitud no alcanza para cubrir la profunda decepción que sufrirá la comunidad en cuanto sepa que quienes fueron presentados como peligrosos maleantes, están de regreso en la calle, y no porque se hayan fugado.