Se salió de control la prostitución en el centro

**Suprimieron las casas y vecindades del Barrio San Pedro, y demolieron todo ese barrio, pero las causas de la prostitución continúan vigentes.


Se salió de control la prostitución en el centro

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2010, 14:52 pm

Chihuahua, Chih.- El ejercicio de la prostitución florece, prospera y se extiende incesantemente en 54 manzanas del centro de la ciudad, bajo el amparo de 26 bares y centros nocturnos, con un control sanitario rebasado y desbordado ante un número creciente de “trabajadoras” clandestinas, calculadas éstas en unas 800.

Ni la demolición de viejas vecindades y casas en éste, que es uno de los dos barrios con calles de tierra del Centro, han sido suficientes para detener esta actividad.

Prohijada y promovida por propietarios de hoteles, y ejercida dentro de numerosos establecimientos que ofrecen de manera ilegal el alquiler de cuartos, la prostitución renació en esta zona de tolerancia que muchos daban por muerta.

El efecto que las autoridades quisieron obtener, la supresión de esta actividad por la vía de suprimir las localidades físicas donde se ejercía, no se logró. Lo que sí lograron fue que la zona infectada se ampliara y que el problema completo se les saliera de control.

Numerosas mujeres, identificadas como “no registradas” por las prostitutas “de planta”, se mueven cada noche en el circuito de las cantinas y centros nocturnos, entran a un lugar y salen al cabo de algunos minutos si ven que no hay negocio.

De acuerdo a la información del propio Ayuntamiento, se tienen registradas en la zona a alrededor de 230 mujeres y 30 hombres que se someten a revisiones sanitarias de rutina y que, en la práctica, renuevan con esa frecuencia su “permiso” para ejercer.

El resto, calculado en por lo menos otras 350 a 500 mujeres, simplemente “se van por la libre”.
Comerciantes del sector y las mismas sexoservidoras advierten del gran riesgo que conlleva este problema de salud pública, que es la falta de control sanitario y el ejercicio clandestino del oficio.

El derrumbe de cuadras completas en la zona de tolerancia, entre Décima y Díaz Ordaz, que provocó en abril y mayo del 2004 una desbandada de prostitutas hacia otros sectores de la ciudad, quedó neutralizado.

E incluso hoy, en 2010, ante la inexistencia total del Barrio de San Pedro, que fue demolido hasta sus cimientos, el fenómeno de la prostitución continúa vigente, tan vigente como las causas que lo prohijan.

Las aguas volvieron a su cauce, como dicen por aquí, y ahora de nueva cuenta se calculan entre 600 y 800 las llamadas sexoservidoras que ejercen su oficio en el sector tradicional.

Como siempre, donde siempre, pero ahora en mayor número.

Entre quienes se dieron a trotar y probaron otros lares, muchas ya no regresaron, pero su lugar fue ocupado por otras.

“Es como cuando le sacas agua a un arroyo, que se vuelve a llenar en el lugar de donde se la quitaste... así es la zona roja, que le tumbas edificios y derribas hoteles, pero hay propietarios de otros locales que están rentando ahora los cuartos a las prostis”, explicó Pepe, talabartero de la Ocampo.

Las fronteras de este territorio de calles dominadas por el hampa que regentea los negocios “clave”, son las mismas de siempre:

 Al poniente y al norponiente, los límites son la calle Catorce y su continuación la serpenteante avenida Díaz Ordaz

 Al norte, está la curva del Canal del Chuvíscar hasta la Independencia y un poco más allá.
 Al sur, la calle Allende y, cuando mucho, la Coronado.

 Y al oriente, los límites rebasan la avenida Independencia y se internan hacia la calle Séptima, bajando al Canal.

Promesa y sueño de todas las administraciones municipales de que se tiene memoria, la reubicación de la zona de tolerancia hacia las afueras, se ha topado siempre con un buen cúmulo de intereses creados.

Y ningún presidente municipal ha podido con esos intereses, ni siquiera Alejandro Cano, quien junto con el Gobierno del Estado mandó demoler las casas viejas que existían en el barrio de San Pedro, entre ellas algunas que estaban en el Catálogo Nacional de Monumentos Históricos del Instituto Nacional de Antropología e Historia.

“El municipio hizo lo que hacen los chamacos cuando quieren desbaratar un hormiguero, que le dan de patadas y lo único que hacen es hacer enojar a las hormigas y que vengan más”. El símil es propiedad intelectual del talabartero.
(Nov. 17, 2010)