Se perdió sin remedio el bosque en Chihuahua capital

**Nada más entre 1993 y 2000, se perdieron en Chihuahua 576 mil hectáreas de bosque, que eran el 7 por ciento de la superficie arbolada del estado.


Se perdió sin remedio el bosque en Chihuahua capital

La Crónica de Chihuahua
Mayo de 2011, 07:09 am

Belisario Domínguez, Chih.— Los lomeríos pelones que se ven hoy en día en los municipios de Belisario Domínguez, Satevó, Valle de Zaragoza y Chihuahua, entre otros, no siempre han estado así.

Todavía en el siglo XVIII, esta región de transición, intermedia entre la sierra y el desierto, estaba poblada de extensos bosques de encino y táscate. Como testimonio de ello, en el escudo de armas de Belisario Domínguez se exhiben tres cenefas de hojas de encino, táscate y mezquite, en representación de la original flora de la región.

Pero incluso los cerros que circundan a la ciudad de Chihuahua estaban cubiertos de encinos, como se puede ver en pinturas antiguas y fotografías del siglo XIX.

Hay testimonios de los primeros cronistas españoles que llegaron a esta región, acerca de la existencia de bosques de encino en lo que es hoy Chihuahua, precisamente en la orilla del río Sacramento: “…y como el padre Fray Alonso Briones no tenía más norte para sus acciones que el de la obediencia, obedeció rendido, y se quedó gustoso con los indios, sin más abrigo contra las inclemencias del tiempo, que el que naturalmente le ministraban las hojas y ramas de un encino que había en las orillas del río”. La cita es del padre Fray José Arlegui, en su “Crónica de la Provincia de N.S.P. de San Francisco de Zacatecas”.

¿Qué fue lo que pasó?

El ambientalista Daniel Orozco Suárez, quien realizó recientemente un estudio de la deforestación en la región de la sierra, explicó que lo que pasó fue que el desarrollo de las comunidades humanas requirió de madera para las casas, palacios y edificios, para los cercos de los ranchos, de leña para calentar, cocinar y para diversos procesos productivos. Por añadidura, las ciudades como Chihuahua y Parral siempre han sido grandes consumidoras de madera y leña, y hacia allá se llevó el material de esta región.

Pero uno de los principales factores que han acabado con los árboles y las superficies cubiertas con bosques, es la ganadería extensiva, que agota los pastos, y que con ello propicia la erosión que termina con el suelo, al no tener asidero ninguno para que el agua de lluvia no corra en torrentes en la temporada.

Entre los años 1993 y 2000 se perdieron en Chihuahua 576 mil hectáreas de bosque, que representan el 7 por ciento de la superficie arbolada del estado.