Se acabó el triunfalismo en materia de seguridad

Por: Alejandro Salmón Aguilera


Se acabó el triunfalismo en materia de seguridad

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2013, 23:33 pm

Se acabó el triunfalismo en materia de seguridad pública. Ayer miércoles, cuando el gobernador César Duarte Jáquez emitía el mensaje político correspondiente a su 3er Informe de Gobierno, hubo al menos un párrafo dentro de su largo discurso donde reconoció que la situación de la entidad en materia de seguridad no es el asunto resuelto del que nos ha venido hablando a lo largo de este año.

La consabida frase “Hay mucho por hacer” fue, por decirlo así, el punto de partida de lo que sería un reconocimiento de que la violencia, la extorsión y el secuestro no se han ido del estado, no al grado de que hayan dejado de ser un motivo de preocupación para los chihuahuenses.

Pero quizás la frase más retumbante fue la que pronunció al final de ese párrafo, situado a la mitad de la hoja 17 de las 29 que contenían su informe: En un año tenemos que tener abatidos totalmente los índices de violencia y de inseguridad en el estado de Chihuahua.

¿Cómo que en un año? ¿Qué no se habían abatido los índices delictivos a grado tal que los supermercados estaban llenos y la sociedad había recuperado sus calles? Al menos ese había sido el tono del discurso oficial e incluso de la primera parte del Informe.

Pese a la andanada de cifras relativas a la baja en la incidencia delictiva, el gobernador reconoció que le falta al menos un año para abatir los índices que mantienen a Chihuahua en los primeros lugares de inseguridad.

Así, con las mismas fuentes a las cuales se remite para decir que estamos mejor que hace tres años, el estado de Chihuahua ocupa lugares que van del primero al séptimo en tasa de homicidios; de secuestros; de extorsión y de víctimas del delito.

¿A qué vino ese golpe de timón y ese cambio súbito de discurso incluso, dentro de un discurso pletórico de logros? Entendidos en la materia nos confirman que la masacre de Lomas Blancas, donde fueron acribilladas 10 personas, incluidas cuatro menores de edad, sacudió el confeti que y se había echado encima el gobierno en materia de abatimiento delictivo.

A saber si ese fue el detonante o la gota derramadora del vaso. Lo cierto es que el gobernador no tuvo empacho en anunciar la inminente salida de uno de los personajes que fueron la representación viva de su discurso triunfalista frente al delito: el fiscal Carlos Salas.

Yo quiero hoy anunciar que tomaremos en las próximas horas decisiones de fondo, para consolidar y retomar el paso y redoblar los esfuerzos en materia de seguridad, dijo ayer el gobernador. Las horas han pasado y aún no se anuncia esa decisión, pero es inminente y todo apunta a la oficina de Salas.