Santo Niño: más de 120 años en la Industrial

Por Marcella Ríos Garay


Santo Niño: más de 120 años en la Industrial

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2011, 18:06 pm

La construcción fue muy anterior al nombramiento de la parroquia.

Chihuahua, Chih.- En la esquina de la Avenida Colón y José María Mari, se encuentra ubicado desde hace másde cien años el templo de Santo Niño de Atocha. El templo tiene cerca de 20 años más de existencia que la misma parroquia, que es el territorio al cual pertenece el edificio de culto.

Según los historiadores, la construcción puede haber sido entre el 4 de julio de 1881 y el 24 de diciembre de 1890, antes de que fuera nombrado primer obispo de chihuahua don José de Jesús Ortiz Rodríguez. Aunque no se conoce con exactitud la fecha del nombramiento de la parroquia, éste fue concedido al Santo Niño por el segundo obispo de la Diócesis de Chihuahua, monseñor Nicolás Pérez Gavilán y Echeverría. Esta fecha se calcula entre el 20 de febrero, día en que Pérez Gavilán fue nombrado obispo de Chihuahua, y el 24 de agosto de 1902, cuando se realizó el primer bautismo en el templo, según los archivos del mismo.

Esta misma fecha se encuentra grabada en la entrada de la iglesia.

Según el párroco Simón Benavides, no han sido muchas las remodelaciones que se le han hecho al templo desde su fundación, y recuerda que fue el padre Royo, luego de casi 50 años de su fundación, quien hizo las primeras labores de remodelación. Se enderezaron las paredes laterales, se renovó la cúpula, se pusieron cielos, se colocó la cornisa, se arregló la fachada y se renovaron las torres.

Tras los duros tiempos que se vivían en aquel entonces, el padre Royo quien era de origen español, tuvo que retirarse a su país, pero su trabajo se recuerda hasta la fecha en una placa ubicada en el templo que dice: “Recuerdo de su dignísimo cura/ Sr. Pedro P. Royo en su día/ Mayo 14-1922 junio 29-1924/ Chihuahua, Parroquia de Santo Niño/ La junta de mejoras materiales del templo”.

En 1940, fue el padre Arturo Balderrama quien hizo algunas labores en beneficio de la imagen del templo, como el forrar en imitación cantera una columna de ladrillos que atravesaba el techo, porque no era muy estética. Este arreglo prevalece hasta hoy.

El padre Benavides por su parte y durante sus 32 años de sacerdocio en el templo, ha hecho algunos cambios en la imagen de éste, como bajar el techo de nivel y adornarlo con algunos candiles. También mandó hacer un tablero de madera con el que acercó el altar más a los fieles para, según dijo, tener más contacto con la gente, entre otros arreglos externos como pintura y mantenimiento.

El templo de Santo Niño es pequeño, aunque con un gran número de feligreses y cuenta con 60 bancas de madera pintadas de color marrón ubicadas en 4 secciones. El altar que simula la piedra o la mesa donde los antiguos judíos ofrecían corderos en sacrificio al Señor, se encuentra forrada de un fino mantel color blanco. Tras ella, el tablero de madera cuya figura principal es la imagen del Cristo crucificado en primer lugar y al centro, este mismo tablero se adorna se unos folklóricos focos pequeños, como los que se usan en navidad para adornar las casas.

Junto al altar del lado derecho y mirando al frente, se encuentra la imagen en pequeño del Santo Niño de Atocha en su tradicional urna de cristal, santo al que la iglesia otorga su devoción. A pesar de haber sido transformado en su vestimenta según las necesidades de la región donde se le denominó como niño de Atocha, “no es más que el mismo Niño Dios, hijo de María”, comenta el sacerdote del templo.

Del lado derecho del altar se encuentra la imagen de María la inmaculada, justo a un lado del Niño Dios. Frente a María está San José. Ambas estatuas fueron reforzadas en la base con madera para que lucieran mejor y contaran con mayor seguridad. Dentro del templo también se encuentran las imágenes del santo chihuahuense Pedro Maldonado a un lado de San José, el Sagrado Corazón de Jesús, la Virgen de Guadalupe y María de los Dolores.

En lo que alguna vez funcionara como puerta lateral, fue ubicada la cruz tradicional pero en color verde. A lo largo del pasillo, en cuadros pequeños se encuentra representado el camino a la crucifixión y el lugar se adorna además de veladoras de varios colores, flores artificiales y naturales, las últimas son cambiadas cuando el tiempo lo hace necesario.

La puerta principal, de algunos metros de altura, es de madera. Justo en la entrada se encuentra un cancel, de madera también, de no hace mucho tiempo de su instalación y que sirve de división entre el bullicio de la calle y la paz que encierra el lugar.
Entrando a la iglesia y al lado derecho, se encuentra la capilla de Nuestra Señora de Schoenstatt, la cual es una versión alemana de la virgen María y el nombre que se le dio significa que es originaria o está ubicada en un lugar muy bonito.

Arriba de la entrada, está el lugar donde se instalaba alguna vez el coro de la iglesia, pero desde hace tiempo la zona no funciona como tal, ya que el piso, conformado de vigas de madera, luego cemento y mosaico como capa final, ya es tan viejo que el mismo padre teme utilizarlo como templete para el coro o los músicos del lugar, porque podría venirse abajo.

Tras el templo en sí, se encuentran las oficinas de éste y algunos espacios y cuartos viejos donde se juntan diversos grupos organizados por la parroquia para hacer sus actividades particulares. Es ahí donde se puede percibir que el lugar tiene muchas décadas de haber sido construido: los techos y paredes, pero principalmente los techos, ya están muy deteriorados por el paso de los años.

Desde su fundación hasta la fecha, la parroquia de Santo Niño ha sido sede de numerosos párrocos, desde 1902 en que inició con el cura Melitón Acosta Arreola en varios periodos que abarcan hasta el año de 1914. De 1909 a 1911, el turno fue para Lorenzo Castañeda. Trinidad Ibarra estuvo sólo el año de 1914, y en esta misma fecha inició Eduardo G. Carreón hasta 1921; el padre Ramón Gutiérrez también estuvo a cargo en el año de 1914. De 1921 a 1926 estuvo como párroco el padre Pedro P. Royo, y de 1926 a 1929 el turno fue para Manuel Aguilar.

El padre Baudelio Pelayo inició en 1923 y finalizó en 1932; Emiliano Soria estuvo sólo en 1932 por un corto período, y en este mismo año Martiniano Balderrama sucedió a Pelayo para finalizar en 1935.

También en el 35 fue el padre Alberto Durán quien estuvo como párroco hasta el 37 y en un corto período anterior en 1955 al 59. Agustín Flores estuvo del 37 al 40 y del 40 al 55 el turno correspondió a Arturo M. Balderrama. Gabriel Torres fungió como parroco de 1959 a 1963 y posteriormente Monseñor José de la Paz García hasta 1970. Fue en esta fecha cuando el padre Simón Benavides Allende inició en la parroquia de Santo Niño.