San Nicolás de la Joya, el valle de las nutrias

**El pueblo es todo un fenómeno cultural: los pobladores se reputan como descendientes de los conchos, tiene una misión jesuita, un paredón con petrograbados de los conchos, un rico valle aluvial, un sitio de colibríes...


San Nicolás de la Joya, el valle de las nutrias

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2011, 16:36 pm

Por Froilán Meza Rivera

Satevó, Chih.- Algo, algún animal desconocido se les escurre a los pescadores por entre las piernas, y les arrastra las redes que usan para sacar las carpas y las truchas en el Alto Río Conchos. Durante muchos años, los nativos de San Nicolás de La Joya han luchado en contra de este animal acuático al que llaman “chan” cuando lo llegan a ver e identificar, porque les arrebata los peces de las redes y los anzuelos.

Se trata, casi sin duda alguna, de nutrias de río, parientes cercanos de las nutrias de mar. Ésta es la única referencia a una especie de este tipo en el río Conchos, y se tiene documentado un primer avistamiento en 1980. En un documento que dirigieron pobladores hace unos meses a la bióloga y conservacionista Jacky López, de la organización Biological Diversity, le hacen saber que hay un pequeño pueblo en Chihuahua llamado San Nicolás de La Joya en la municipalidad de Satevó, “donde hay algunas nutrias, que en el pueblo llaman ‘chanes’, aquí en el río Conchos”.

SON LOS ANTIGUOS CONCHOS

En la referencia que hacen a la bióloga estadounidense, le dan a conocer también que en el pueblo de San Nicolás se conjuntan varias circunstancias que hacen de este lugar un punto por demás interesante.

Y es que, aparte de la presencia de las nutrias, aquí se encuentran las ruinas de una de las misiones jesuitas más antiguas de Chihuahua, que por desgracia están a punto de derrumbarse, ante la negligencia de las autoridades del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En San Nicolás, los pobladores tienen memoria histórica hasta más atrás de la llegada de los conquistadores españoles y se reputan a ellos mismos como descendientes de los indios conchos, que era la etnia más extendida en el territorio de lo que hoy es Chihuahua. En las inmediaciones del poblado, a menos de un kilómetro río abajo, existe una muralla de piedra en lo alto, en la que los antiguos dejaron innumerables figuras grabadas en la roca, y que conforman escenas de caza, de pesca, y se representan animales de todo tipo, desde ardillas voladoras, tejones, peces, hasta cabras y venados, en un despliegue monumental de arte precortesiano que apenas hace dos años fue registrado por las autoridades.

Asimismo, en un recodo del río hay un bosque de cornetón, que es un arbusto alto cuyas flores amarillas en forma de trompeta, atraen cada temporada a miles de colibríes que se alimentan del néctar que abunda en la espesura vegetal.

Los chanes o nutrias están identificados fuera de toda duda, y la gente los distingue en las láminas de los manuales de mamíferos que les han sido mostrados. Hay una circunstancia que hace temer por la extinción de esta especie en esta región en particular, y es que de 30 años a la fecha, la gente los ve cada vez con menos frecuencia, si bien no han desaparecido.

LA HERRADURA Y LOS VERANOS

San Nicolás es una comunidad de gente pobre, lo que contrasta con la tremenda belleza natural del paisaje, que de un lado tiene a la cordillera que adquiere tonos azules en horas de la tarde. Y, entre el río que serpentea por el valle y que forma un meandro al que los lugareños llaman “La Herradura”, sobresalen algunas tierras bajas que la gente utiliza para aprovechar el sedimento que arrastra la corriente y que hace a esta parte tan fértil como cualquier otro valle aluvial en el mundo. Estas tierras son conocidas como “los veranos”.

Más allá, siguiendo la corriente, el valle se estrecha en un cañón que encajona al río en medio de hermosas formaciones rocosas. Hay un pez increíble al que llaman “choaca” y que ha de ser una especie de los pejelagartos, ya que tiene el hocico como de lagarto y escamas de forma rómbica también como de reptil.

Con el documento que enviaron a la bióloga López, así como con llamados constantes en la prensa a que vengan turistas, los lugareños desean que su pueblo se conozca en el exterior y que se facilite la llegada de recursos para proyectos productivos que hacen tanta falta para el desarrollo de este interesante poblado.