San Antonio El Grande recobra su esplendor de antaño

**Con su mina revivida, este pueblo es, hoy por hoy, la fuente de ingresos más importante en el Municipio de Aquiles Serdán.


San Antonio El Grande recobra su esplendor de antaño

La Crónica de Chihuahua
Diciembre de 2020, 09:27 am

Por Froilán Meza Rivera

San Antonio el Grande.- Como fénix que se rehizo a partir de sus cenizas, San Antonio renació después de haber quedado completamente despoblado y en categoría de pueblo fantasma. Su salvación fue la reapertura de la mina, donde se emplean hoy casi todos los adultos de la población.

En la extracción de material de zinc y plomo trabajan actualmente alrededor de 400 personas, de las cuales unas 50 viven en la localidad, y diariamente el transporte trae a los restantes 260 de Santa Eulalia, Santo Domingo y hasta de la ciudad de Chihuahua.

San Antonio el Grande es, hoy por hoy, la fuente de ingresos más importante en el Municipio de Aquiles Serdán, en vista de que prácticamente todas las demás minas y beneficios metaleros se encuentran cerrados en estado de reposo.

El paisaje en San Antonio es espectacular. Desde aquí se divisa hacia el horizonte el llano donde están la ciudad de Aldama y el pueblo de San Diego de Alcalá, que se pierden de vista en lo azul de la lejanía.

Desde el camino de acceso desde Santa Eulalia, que llega entre curvas y voladeros, a pesar de que se trata de un recorrido de sólo 13 kilómetros desde la cabecera municipal, se pueden admirar cumbres y barrancos, cañones y arroyos profundos, y el mismo pueblo se alcanza a ver, en un recodo de la carretera, empequeñecido y pintoresco allá abajo, como colgado de la barranca.

En general, tanto el paisaje natural como el pueblo mismo, son un atractivo turístico de primera magnitud. "Estos paisajes ya los quisieran en cualquier municipio del llano", dijo un nativo.

Las casas, las calles, la escuela, los templos, oficinas, todo en San Antonio el Grande permaneció abandonado por completo durante cuatro años y seis meses, en lo que duró cerrada la mina, pero a partir de que ésta reabrió hace poco más de dos años, esto recobró su antiguo esplendor.

"Aquí mucha gente viene desde Chihuahua o más lejos, para bañarse o remojar los pies en el agua de la mina, y aprovechan para hacer día de campo y asar unas chuletitas", dijo Paz Joel, quien divide su tiempo entre ser policía y minero.

Y, señalando al Norte, Paz apuntó hacia un cerrito que destaca entre el paisaje rocoso, y dijo que allá está El Pozo, que es un lugar medio paradisiaco, porque el lugar tiene un estanque formado por el agua que baja de la mina, incluso en tramos en la forma de una cascada. Y hay un ranchito rodeado de una insólita arboleda en paisaje tan seco.

San Antonio, a pesar de que tiene prácticamente todos los servicios, es en la práctica un suburbio de la capital del estado, a donde acuden los habitantes a realizar todo tipo de trámites, y a hacer todo tipo de compras. A Chihuahua la gente va para ir al cine, a pasear los domingos, y allá estudian los jóvenes que llegan al nivel de bachillerato.

Si los sanantonienses conocen a la capital como si vivieran en ella, los de Chihuahua no les corresponden, y de hecho desconocen incluso la existencia de un pueblo como éste.

Es una lástima, pero este defecto puede ser remediado con un viajecito de apenas 30 kilómetros.