Sainápuchi, asiento y refugio de apaches

**Es la región de Cuauhtémoc. Sainápuchi se encuentra en la misma y extensa serranía que el Parque Nacional Cumbres de Majalca. Es la Sierra del Nido, que acá termina.


Sainápuchi, asiento y refugio de apaches

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2012, 09:25 am

Por Froilán Meza Rivera

Cuauhtémoc, Chih.- Como demostración de que los apaches tuvieron esta región como uno de sus principales refugios, la comunidad de Sainápuchi guarda memoria de las correrías y relatos de estas tribus.

De hecho, Sainápuchi significa, según los lugareños, "punto de vigía apache", dicho en lengua rarámuri.

Aquí en Sainápuchi, a tiro de piedra de los campos menonitas de Ojo la Yegua, empieza el municipio de Riva Palacio. Empieza también aquí la Sierra del Nido, que abarca desde Namiquipa hasta Majalca en Chihuahua, pasando por los municipios de Riva Palacio y Cuauhtémoc, y que fue un corredor y asiento de las tribus apaches.

Existen aquí valiosos vestigios materiales de la presencia de los apaches, principalmente los petrograbados y las pinturas rupestres que abundan cerca del pueblito de Sainápuchi hacia el Oeste, en el vallecito que se conoce como El Saucillo. Además de escasos vestigios de alfarería de barro cocido, abundan en El Saucillo las puntas de flecha y de lanza, así como otros tipos de herramientas de piedra.

Hay en estos valles, igual que en el vecino Cañón del Maíz, unas curiosas formaciones rocosas que la gente conoce como "piedras de monos", que guardan semejanza con hileras de personas. En una formación de peñas en El Saucillo que se yergue sobre el valle como una torre, se encuentra una colección de pinturas sobre la piedra que, según los expertos, son de indudable factura apache.

Los estudiosos parten de la certeza de que éste era territorio de los apaches Nedni, que eran seminómadas, y que permanecían por temporadas, entregados a la cacería, a la recolección de piñones, bellotas, plantas medicinales, mezcal, en fin, de todos los vegetales que eran útiles para su vida.

Los Nedni tenían a su jefe más famoso, el legendario Ju, cuñado de Gerónimo. Era éste era el refugio de los Nedni, y ahí están de prueba los vestigios de los vallecitos de Sainápuchi.

Las pinturas encontradas en Sainápuchi son de color rojo y negro. Rojo y rojo naranja en particular, era el color de las pinturas apaches, y con este tinte dibujaban, entre otros, el sol, así como las ondas quebradas que son tan comunes entre sus símbolos, y que podrían representar ya sea el agua de las corrientes, o bien las serranías