SOS por la mariposa monarca

**Emprenden acciones para preservar la mariposa emblemática de América del Norte.


SOS por la mariposa monarca

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 16:02 pm

México.- Pocas cosas dan orgullo común y preocupación común en Norteamérica –desde Canadá hasta México- como la mariposa monarca por su belleza y tesón para atravesar 4,000 kilómetros en los tres países, y porque se está extinguiendo.

Desde 1996, cuando llegaban a los bosques mexicanos de los estados de México y Michoacán, alrededor de mil millones de monarcas, la cifra se redujo hasta 30 millones en 2013.

"Podemos salvar la mariposa en Norteamérica, pero sólo si actuamos rápido y juntos", alertó Dan Ashe, el director del Servicio de Pesca y Vida Silvestre en Estados Unidos, en un comunicado que divulgó la embajada de EEUU en México.

Autoridades y donantes de ese país anunciaron una campaña que suma ya 3.2 millones de dólares con miras a preservar lo que considera “la mariposa emblemática de América del Norte”.

Los expertos de diversas asociaciones ambientales culpan en EEUU al crecimiento urbano, a la baja del cultivo del algodoncillo que comen las larvas al nacer y a la falta de atención, y sobre estos puntos se concentrarán las acciones en Texas, Minessota y California.

México destina cada año alrededor de 3.5 millones de dólares, pero principalmente para compensación a grupos de comuneros que cedieron los bosques para la preservación de la monarca en su destino al Estado de México y Michoacán, pero ha descuidado el trayecto.

“No se protege y conservan la zonas por donde transita”, reconoció Gloria Tavera, directora de la Reserva de la Biósfera para la Monarca.
La ruta incluye los estados de Tamaulipas, Nuevo León, Coahuila, San Luis Potosí, Guanajuato y Querétaro, donde se realizan acciones improvisadas y con poco conocimiento.

El gobierno de Tamaulipas, por ejemplo, reconoció en noviembre pasado que “no tiene identificado exactamente” por donde pasan, y en la región carbonífera de Coahuila, los municipales salieron a regalar macetas con algodoncillo para que la gente diera directamente “el alimento a las monarcas”. Ninguna se acercó.