Rubén Bonifaz Nuño, un sabio del lenguaje

**El literato mexicano era también una de las voces más altas de la poesía mexicana de la segunda mitad del siglo XX.


Rubén Bonifaz Nuño, un sabio del lenguaje

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2013, 07:06 am

Rubén Bonifaz Nuño era un gran sabio y un poeta obsesivo con el lenguaje; era también una de las voces más altas de la poesía mexicana de la segunda mitad del siglo XX. Ese escritor y traductor que sentía un orgullo supremo por haber dedicado más de la mitad de su vida a la docencia en la UNAM, donde era Investigador Emérito y lo habían investido con el doctorado Honoris Causa, se fue con el placer de ver publicada su obra poética completa.

Desde hace más de seis años, el poeta nacido en Córdoba, Veracruz el 12 de noviembre de 1923, que desarrolló una vasta trayectoria en las letras y en las traducciones de los clásicos grecolatinos, que era licenciado en derecho y doctor en letras por la UNAM, prácticamente no tenía contacto con el mundo, ni salía de su casa.

Hace cuatro años, en una entrevista, ante de cómo se sentía de cumplir 85 años, el poeta que fue maestro de maestros, respondió: "Terriblemente viejo, terriblemente inútil. Estoy privado de la vista y del movimiento de las piernas. Soy un bulto que habla".

Era un hombre muy distinto del combativo y bromista que en 1974 recibió el Premio Nacional de Ciencias y Artes; o el que perteneció a la Academia Mexicana de la Lengua y a El Colegio Nacional.

Todavía en plenitud, en una entrevista con Josefina Estrada, publicada por El Colegio Nacional -del que es miembro el poeta desde 1972- en el libro "De otro modo el hombre", Bonifaz Nuño recordó sus aspiraciones y las de sus amigos Ricardo Garabay, Fausto Vega y Jorge Hernández Campos: "Todos decíamos que éramos genios, pero yo me diferenciaba de ellos en una cosa: los demás pensaban que tenían que vivir de la literatura cuando fueran grandes, y yo pensaba -y lo sigo pensando- que la literatura era como una diversión, como una especie de ámbito para la libertad personal, que aparte estaba la manera de ganarse la vida".

Un final creativo

A pesar de que sus últimos años fueron dolorosos para un ser tan vital, también lo fueron generosos, las instituciones lo reconocieron y las editoriales revisitaron su obra. El año pasado, Gato Negro Ediciones y la UNAM publicaron "Antología general de Rubén Bonifaz Nuño", en cuatro tomos, en los que reunieron por vez primera sus ensayos, poesía y las versiones de los clásicos grecolatinos autorizada por el poeta sabio.

El último gran regalo antes de su muerte ocurrida el pasado jueves a la edad de 89 años, se lo hizo el Fondo de Cultura Económica, cuando le hizo llegar su "Poesía completa", una caja con tres volúmenes que contiene sus poemarios "De otro modo lo mismo"-cuya primera edición publicó el Fondo en 1979- y "Versos" -que editó la misma casa en 1995-; la edición la completa su poemario "Calacas" que originalmente fue editado en 2003 por El Colegio Nacional, del que era miembro, y un cuarto libro en el que Luis García Montero habla de la casualidad poética que encontró al literato en diversas facetas de su vida.

Omegar Martínez, editor de literatura del Fondo de Cultura dijo a EL UNIVERSAL que "Calacas" es una especie de viñetas en torno a la muerte y al Día de los muertos en México. "Es una especie de acercamiento del poeta hacia su propia muerte desde un punto de vista muy clásico, ni irónico ni cómico, si no como este agridulce que tiene los mexicanos con la muerte".

Esa última obra que Ruben Bonifaz Nuño vio en vida, que es una caja con cuatro volúmenes que cuesta 260 pesos, se presentará el próximo 24 de febrero, a las 13 horas, en La Capilla, en el marco de la Feria Internacional del Libro de Minería, con los comentarios de quienes fueron sus amigos y sus alumnos: Marco Antonio Campos, Vicente Quirarte, Pavel Granados y Bernardo Ruiz.