Rinden homenaje a mártires antorchistas

**Nada nos detendrá: Antorcha y México tienen un destino común y superior: Homero Aguirre Enríquez.


Rinden homenaje a mártires antorchistas

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2013, 17:47 pm

• “En México y el mundo, el modelo económico no es viable”, sostuvo.

Tecomatlán, Puebla.- “Antorcha Campesina es la más importante arma de lucha con que cuentan los pobres de nuestra patria, en su búsqueda por resolver los dolores de la pobreza y la desigualdad; en todo eso ha sido crucial la participación y el ejemplo de quienes ya no están físicamente con nosotros, pero que dieron muestra de que se puede avanzar a pesar de vendavales de persecución, infamia y crimen desatados, periódicamente, en contra nuestra”, refirió Homero Aguirre Enríquez, al dirigir un discurso en el Panteón Municipal de Tecomatlán, Puebla, como parte de las actividades para conmemorar el Día de los Mártires Antorchistas.

Luego de realizar un recorrido por las calles de Tecomatlán en donde las consignas, -“¡Morir por Antorcha no es morir, morir por Antorcha es vivir!”; “¡6 de junio no se olvida, es de lucha combativa!”- no dejaban que el silencio reinará sobre la estentórea voz de miles de campesinos, amas de casas, estudiantes y niños. La cabeza del río humano para rendir un homenaje a los antorchistas caídos, llegó al panteón, donde Aguirre Enríquez era el encargado de dar el primer mensaje de este día.

Ya en el panteón, dijo que Tecomatlán es la cuna del antorchismo, un emblema y el orgullo de todos los antorchistas, ahí donde descansan los cuerpos de algunos de nuestros compañeros fallecidos a lo largo del movimiento popular organizado.

En este lugar rendimos un homenaje a nuestros mártires, por esas vidas abonadas a la causa emancipadora de los mexicanos pobres, y para reiterar nuestra convicción de que ellos serán inmortales mientras nosotros los recordemos y sigamos su ejemplo de entrega y de lucha; al mismo tiempo, nos hemos dado cita para reflexionar sobre nuestro significado social como movimiento popular y sobre las tareas que tenemos pendientes.

Antorcha y su hazaña política

Luego de señalar que el Movimiento Antorchista cumplió 39 años de existencia organizada, y que ahora es en una organización multitudinaria, madura y respetable, con presencia en todos los estados del país, en algunos de los cuales gobierna exitosamente a cientos de miles de compatriotas, señaló que se ha logrado la hazaña política, digna de reconocerse en la crónica mundial de las luchas populares, que es la de mantenerse unidos y ajenos a las rencillas internas que a lo largo de la historia han acabado con intentos organizativos pletóricos de valor y buenos propósitos.

En ese sentido -afirmó- para lograr esta hazaña fue necesario que las condiciones históricas procrearan un hombre excepcional, a un hijo del pueblo pobre que fuera testigo de los sufrimientos y capaz de sostener una tarea educadora, primero sobre sí mismo para hacerse de principios teóricos revolucionarios, culturales y científicos y luego inculcarlos a quienes le rodean.

Continúo: “Un hijo del pueblo pobre, testigo insobornable y directo de los sufrimientos de éste. Ese hombre, el dirigente social más culto con el que México cuenta actualmente y que es el más consecuente y valientes, es Aquiles Córdova Morán”.

La organización mejor estructurada

Asimismo, Aguirre Enríquez recalcó que según el propio testimonio de nuestros de adversarios y de algunos medios que no son de ninguna manera admiradores nuestros, “Antorcha se ha convertido en la organización social más grande, mejor estructurada, encabezada por verdaderos expertos en la lucha social exitosa, capaz de transformar positivamente la vida de miles de lugares marginados de nuestra patria”.

Somos -afirmó- la más importante arma de lucha con que cuentan los pobres de nuestra patria, en su búsqueda por resolver los terribles dolores de la pobreza y la desigualdad, y en todo eso ha sido crucial la participación y el ejemplo de quienes ya no están físicamente con nosotros.

¡El heroísmo antorchista vive!

“Hoy para todos nuestros caídos un gran homenaje, a los que a pecho descubierto y siendo unos cuantos hombres contra el mundo sembraron la semilla de Antorcha en Tecomatlán; a los que la llevaron amorosamente a otros estados en donde fueron asesinados por atreverse a desafiar al poder; a los que enfermaron irremediablemente o sufrieron accidentes mortales mientras luchaban en nuestras filas; a los que con su conducta ejemplar, su energía y su ternura dieron alas a nuestra causa, prácticamente, hasta el último aliento de sus vidas. A todos ellos, a sus hijos, esposas y padres, venimos a reiterarles que no morirán mientras Antorcha tenga el aliento del pueblo de México”, externó Homero Aguirre.

El rojo, el amarillo, el morado, el violeta y el anaranjado de las flores, relucían sobre el color blanco armonioso de la margaritas, que a su vez reposaban sobre el fuerte verde que era la base de las coronas florales que, primero, desfilaron por las calles tecomatecas, donde en cada esquina se encontraba un pendón de color rojo con la silueta de algunos de los mártires antorchistas; ahí vimos a Humberto Gutiérrez Corona, Vitálico Silva, Clara Córdova, Miguel Cruz José, Jorge Obispo Hernández, Wenceslao Victoria Soto y a la madre de todos los antorchistas Margarita Morán Veliz; ahí revivían todos los héroes del antorchismo nacional.

Pobreza: el cáncer del país

Aguirre Enríquez al referirse al país indicó que México requiere una transformación muy importante que resuelva el problema principal que padecemos, la mala distribución de la riqueza, problema del cual se derivan la delincuencia, la prostitución, la ignorancia, el hambre, la enfermedad, la drogadicción, la emigración de fuerza de trabajo que se va a Estados Unidos, entre otros males.

“La pobreza de millones no es la resultante de la falta de riqueza natural de nuestro suelo ni de la pereza de nuestro pueblo, pues resulta que México es de los territorios mejor dotados de recursos naturales de todo tipo, y los mexicanos nos ubicamos desde hace siglos entre los más trabajadores de la tierra, el problema es social y lo tiene que resolver la clase social que es dañada por esa injusticia: o sea, los más pobres”.

Así dijo que la solución no será fruto de la benevolencia de quienes se benefician de esta injusta situación, ni la brecha entre pobres y ricos disminuirá con actos de filantropía, ni aún con el fervor más encendido para pedir un milagro. “¡No! Ese gran problema sólo puede resolverlo una gran fuerza organizada: la sincronización de millones de voluntades de los explotados y marginados educadas en los mismos principios y métodos, que hagan que el timón nacional vire el barco hacia otra ruta donde la riqueza nos beneficie equitativamente y esto sólo lo logrará México con Antorcha a la cabeza”.

En nuestro país y en todo el mundo hay un verdadero clamor popular que denuncia la inoperancia y la falta absoluta de viabilidad de un sistema económico que ha producido riqueza material como nunca en la historia, pero que ha sido incapaz de repartirla de una manera equitativa y humana; contra un sistema que mantiene en el hambre, la enfermedad y la mugre a más de 4 mil millones de seres humanos. “En nuestros días el mundo se conmociona y no puede digerir la crisis que le provoca el exceso de producción y la falta casi absoluta de dinero en las masas de trabajadores para hacer que circulen esas enormes masas de mercancías que se producen. En nuestro país las cosas tampoco pintan nada bien: los pronósticos de crecimiento siguen ajustándose a la baja, los precios siguen elevándose, y las fuentes externas de dinero, como las remesas y el turismo, también dejan de fluir a la velocidad acostumbrada, y estamos prácticamente en una recesión económica, eufemismo para denominar el inicio de una crisis”, aseveró.

Así ante poco más de 3 mil antorchistas que se reúnen en el panteón municipal apuntó que los mexicanos deben sentirse orgullosos de haberla logrado conformar la fuerza social necesaria para influir de forma determinante en un país de más de 118 millones de habitantes.

Hoy, con motivo de un aniversario de los mártires antorchistas, delante de la tumba y la memoria de sus muertos, el antorchismo refrendó su decisión de lograr la multiplicación en cantidad y en calidad para lograr de México un país justo y más equitativo, “nada nos detendrá: Antorcha y México tienen un destino común y superior”, finalizó Homero Aguirre Enríquez.