Rinden homenaje a luchadores sociales caídos

**Celebran, como cada 6 de junio, el día de los mártires antorchistas.


Rinden homenaje a luchadores sociales caídos

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2012, 09:12 am

Este seis de junio, miles de simpatizantes del Movimiento Antorchista Nacional se reúnen en Tecomatlán, Puebla, para rendir un homenaje a los mártires y héroes antorchistas que han dado su vida para la construcción de la más importante organización de los pobres de México, Antorcha Campesina, que lucha día con día en la construcción de una patria más justa y más equitativa para todos los mexicanos.

Para Soraya Córdova, líder social y organizadora de este evento, los “hombres” a quienes se les rinde homenaje, han dado todo, incluso la vida, por defender la lucha de los pobres, “tenemos que no perder de vista la actitud de nuestros héroes, que convencidos de lo que hacían, arriesgaron su vida y fueron capaces de sacrificarla para que las cosas fueran diferentes y mejores en nuestro país”.

La historia del 6 de junio, día de los Mártires Antorchistas se remonta al 6 de junio de 1982, hace 30 años, cuando el cacicazgo local y estatal, que en parte eran los ricos de Tecomatlán, y todo el aparato mafioso que los apoyaba, formado por pistoleros y autoridades políticas y administrativas regionales y estatales, se propusieron ahogar en su cuna, al naciente Movimiento Antorchista, que en aquel entonces enarbolaba la legítima bandera de su defensa, “buscaba poner, dijo, alto a los despojos, violaciones, arrestos sin causa, golpizas y humillaciones de los que los caciques hacían víctimas inocentes a los pobladores pobres de Tecomatlán”.

Soraya Córdova señaló que aquellos antorchistas, escasos en número pero dispuestos a dar todo por su pueblo, se defendieron de la emboscada “prácticamente sólo con sus puños, piedras, palos y como pudieron. En el ataque perpetrado contra el grupo progresista, cayó asesinado nuestro luchador camarada de escasos 17 años, Edgardo Amílcar Campos Córdova, que encabeza desde aquel año, el caudal de nuestros héroes. Por eso escogimos esta fecha para reunirnos a recordar a nuestros héroes”.Desde ese entonces nos reunimos en Tecomatlán, que la organización social, considera por su impactante desarrollo en todos lo sentidos, “La Atenas de la Mixteca”, “Tecomatlán es una obra económica, material y humana impresionante que adorna y corona su propio esfuerzo, todo esto como modelo de lo que queremos para todo el país: empleo, salario equitativo, educación, deporte, cultura y salud”.

Ese mismo camino de desarrollo económico y social se emprendió, desde hace muchos años, otros lugares alcanzados por la mano transformadora del antorchismo: Huitzilan de Serdán, hoy polo de desarrollo de toda la Sierra Norte de Puebla, para sacudirse el añejo control de gavillas criminales que sofocaban cualquier intento de legítima defensa y ahogaba en sangre todo germen de organización popular; Chimalhuacán, hoy progresista, iluminada y limpia ciudad dirigida por gobernantes antorchistas, el lugar del país con el más alto porcentaje de alfabetización, para romper el viejo cacicazgo local y estatal que mantenía a sus habitantes rodeados de la más espantosa miseria.

La también líder social de una parte del antorchismo poblano, señaló que este desarrollo económico y social, esta vida más digna ha costado mucho trabajo, sacrificios y vidas. “Paralela a la lista de éxitos conquistados, hay una larga lista de los caídos en el camino”.

Todos nuestros mártires, convertidos hoy en emblema de más de un millón 200 mil antorchistas en todo el país, recordamos que fueron llevados por su inteligencia a la lucha y en ésta inviertieron su talento, pues al ver cotidianamente los horrores de esta vida, la miseria, las injusticias que sufren millones de mexicanos, todas los muertos por enfermedades incurables por falta de recursos económicos, tantas calamidades más que sufre el pueblo, y conocer los principios de la ciencia social, alumbrados por su inteligencia decidieron convertirse en luchadores sociales, y dedicaron su vida a la lucha hasta que la muerte los sorprendió, esos fueron nuestros mártires antorchsitas, hoy nuestros hérores que llevaron libertad a muchos pueblos y comunidades de nuestro México.

A tres décadas, hay decenas de ejemplos antorchistas: el querido maestro Don Luis Córdova Reyes, la entrañable profesora Elsa Córdova Morán y la inolvidable Doña Margarita Morán Veliz, quienes con su ejemplo, su educación y crítica perseverante formaron y le dejaron a nuestra organización, en sus hijos y hermanos, una generación de educadores, de verdaderos tribunos populares, personaje relevante de esta pleyada, es el ingeniero Aquiles Córdova Morán, quien nos ha abierto el camino en esta selva de horrores, y ha forjado el Movimiento Antorchista y su vanguardia,esta es, -dijo Soraya Córdova-, la memoria eterna de mamá Margarita, Elsita y Don Luis, ellos son los precursores.

“Están en nuestra lista de mártires, aquellos a quienes nos arrebató tempranamente el pistolerismo caciquil y cuya muerte en aquellos tiempos en que nuestra organización era apenas un embrión, fue en su momento una0 tragedia difícil de asimilar; tragedia ciertamente teorizada y esperada, pero materialmente cruda y brutal; forman esta lista Edgardo Amílcar Campos Córdova, asesinado en 1982 la Profesora Clara Córdova Morán, una mujer indefensa, asesinada con saña feroz junto con esposo, Gabriel García Hernández, en noviembre de 1983, seguidos de varios asesinatos en el estado de Puebla, Estado de México, Veracruz, Michoacán, y el último, el más artero crímen actual en Oaxaca, de Miguel Cruz José; de todos estos asesinatos siempre hemos exigido a las autoridades estatales, desde aquellos años hasta hoy, esclarecimiento y castigo a los asesinos y sólo hemos tenido el silencio por respuesta”.

El realismo que caracteriza a nuestra organización ha tenido siempre a la muerte como uno de nuestros principales riesgos, pero nunca la hemos tenido como puerto de nuestros dolores o remedio de nuestros males; al contrario amamos la vida y por ella, nuestra organización no ha escatimado ningún recurso por cuantioso que sea para curar y arrancar de la muerte por largo tiempo a muchos de nuestros compañeros y padres de nuestros activistas. A la muerte no le podremos arrebatar la victoria final, pero ya cuenta en nuestra lista de victorias arrebatarle el cómo y el dónde morir: Todos nuestro muertos cayeron luchando, unos arrebatados por la mano asesina del feroz cacicazgo y de sus padrinos ocultos y visibles en las cumbres del poder estatal y federal y otros por el atormentador desgaste cotidiano de nuestros peligros y amenazas.

Por último, Soraya Córdova señaló que “los antorchistas tenemos rumbo y guía, por ello estamos dispuestos a morir si es necesario, porque los antorchistas sabemos por qué luchamos, sabemos qué ganaremos, y lo más importante: si nosotros caemos, los vivos no descansarán hasta poner nuestras banderas en el corazón de nuestra patria” y, dijo, “juntos muertos y vivos, no descansaremos jamás hasta hacer de nuestro país una patria justa, libre y soberana”.