Riberas del Sacramento, tierra sin ley, reino de malandros

**No hay casa, literalmente ninguna casa, que no haya sido víctima de los ladrones acá.


Riberas del Sacramento, tierra sin ley, reino de malandros

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2011, 10:08 am

Chihuahua, Chih.- “Tierra sin ley”, “reinado de la delincuencia”, “cárcel de los inocentes”, “territorio de malandros”, son algunas de las formas en que denominan sus habitantes a la colonia Riberas del Sacramento. Y los vecinos sostienen que no es exageración afirmar que no hay casa, literalmente una sola casa en esta apartada orilla de la ciudad, que no haya sido víctima de los delincuentes.

“Yo filerié un cabrón el otro día que me quisieron asaltar, y lo solté nomás porque en eso iba entrando mi hijita y uno de ellos la agarró de la garganta”, relató la mujer, dueña de una tienda de abarrotes en la calle Río Paraná. “Pero ya estamos de acuerdo todos los vecinos, de que no nos vamos a dejar, de que vamos a defendernos como podamos, porque la policía nos tiene abandonados”, manifestó, decidida e indignada.

Lo normal es que en Riberas del Sacramento no venga la policía, ni aún avisándoles. “Sí vienen y se pasean en convoy, pero temprano en el día y en los días de entre semana... ¿por qué no vienen en las noches del fin de semana, para que vean que estas calles están tomadas por los malandros?”

NI LA CRUZ ROJA VIENE, NI PATRULLAS

Doña Lupita Reina recordó que un niño, vecinito de ella, se abrió la cabeza y casi se desangró, y que del 066 no enviaron a nadie, ni una ambulancia, por lo que tuvieron que llevarlo los vecinos con sus propios medios a la Cruz Roja.

“Es una colonia olvidada de las autoridades, parece increíble pero así es en la realidad”, aseguró Fidel Lozano Fuentes, quien tiene allá una casita y nunca se ha podido ir a vivir en ella porque simplemente no lo han dejado. A este trabajador de planta maquiladora le han robado sucesivamente, el enrejado inicial, el segundo enrejado que se atrevió a instalar, el boiler, varios tanques de gas uno detrás del otro, y finalmente el cableado de cobre para la electricidad.

REVENTARON A LOS SUPER SIX

Los comerciantes ponen como un símbolo del fracaso de Riberas del Sacramento como una comunidad armónica, el quiebre sucesivo y fatal de los expendios Super Six, ya que de cinco que se han instalado acá, han cerrado tres, y los dos restantes: uno en la calle Río Amazonas y el otro en la Río Colorado, están bajo el fuego constante de los asaltos.

La dueña de Abarrotes Eli, en Río Paraná, dice que está harta de tanta violencia, “de tanto abandono”, de que acá no vengan suficientes camiones urbanos, de que se vaya la luz con tanta frecuencia, de que un día sí y otro no, no enciendan el alumbrado público para que esto parezca boca de lobo. La inseguridad es, tal vez en estos momentos, la principal queja de la gente.

De los iniciales problemas de la falta de un transporte urbano suficiente, ya ni se acuerda la gente. A un segundo plano pasaron también todas las quejas contra la Constructora Roma por vicios ocultos y desperfectos en las casas que se gotean durante toda la temporada de lluvias: ahora, las personas honradas y trabajadoras, que son casi todas en Riberas, se sienten como presos en la cárcel, porque nada más oscurece, y no pueden salir de sus casas a caminar, porque los asaltan.

Los automóviles no están seguros en la calle ni en las banquetas, porque de ahí se los llevan... pregúntenle a esta gente por qué siguen viviendo en Riberas del Sacramento, y muchos tal vez no puedan responder convincentemente.