Reposan en Texas restos de inmigrantes muertos en el desierto

**En el cementerio Sagrado Corazón de Falfurrias hay diversas señales que indican las tumbas de restos desconocidos, de inmigrantes que trataron de cruzar la frontera.


Reposan en Texas restos de inmigrantes muertos en el desierto

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2014, 09:51 am

Texas.- En el cementerio Sagrado Corazón de Falfurrias hay diversas señales que indican las tumbas de restos desconocidos, en su mayoría inmigrantes que trataron de cruzar la frontera. Pero bajo tierra está la historia de cómo fueron tratados sus cuerpos, en el país donde querían encontrar el sueño americano.

Los policías del Condado de Brooks en Falfurrias —un pueblo cercano a la frontera con México— están preparados para recibir las señales inequívocas. Pájaros volando en círculo, animales rondando el lugar, son síntomas de un problema que ha azotado al sector desde hace varios años: la aparición de restos pertenecientes a personas que murieron intentando cruzar la frontera.

Sólo en 2012 se encontraron 129 inmigrantes fallecidos, el año pasado fueron 87 y en 2014 se han registrado 46. Durante años la solución a este problema fue literalmente echarle tierra.

El condado se hacía cargo de los gastos de transporte y entierro y los restos eran depositados en el cementerio público local Sagrado Corazón. Pero en junio pasado la antropóloga Lori Baker de la Universidad de Baylor, junto a sus estudiantes, exhumó 52 tumbas como parte del proyecto Reunificando Familias, que busca identificar a través de ADN a los inmigrantes que han fallecido en el área.

Baker hizo pública su molestia por el completo descuido en la forma en que los restos fueron enterrados y manipulados. En varios casos se agruparon cuerpos de más de una persona en una tumba, estaban cubiertos en bolsas plásticas e incluso habían envoltorios con el nombre del Condado Jim Hogg, aledaño a Brooks.

La atención se enfocó de inmediato en la funeraria Del Angel Howard Williams, propiedad de Service Corporation International, que ha enterrado los cuerpos por varios años.

Las autoridades locales llamaron a una “indagación” a cargo de Texas Rangers, para aclarar lo sucedido. Sin embargo, el reporte final concluyó que no había suficiente evidencia para seguir adelante con una acusación criminal.

El informe, obtenido por Excélsior, detalló que la Comisión de Servicios Funerarios de Texas es la encargada de la supervisión de cementerios en el estado y especificó que “no existe un estatuto que gobierne la proximidad entre las tumbas y límites para posicionarlas. No existe nada que prohíba el entierro de dos o más grupos de restos humanos en la misma tumba o incluso en el mismo ataúd o depositario”.

Eddie Canales, director de Southern Texas Human Rights Center, una organización de Falfurrias que asiste a quienes deciden cruzar la frontera y a personas que buscan a sus familiares desaparecidos, no oculta su molestia por este resultado.

“Puede ser que esto no sea en contra de la ley, pero el modo en que fueron enterrados los restos es algo indigno y sin respeto a la humanidad de personas no identificadas e indocumentados”, aseguró a Excélsior.

En 2013, el condado comenzó a realizar exámenes de ADN para identificar a las víctimas, como lo requiere la ley. Una práctica que no se aplica en la mayoría de los condados fronterizos.

Desde entonces los cuerpos no se entierran en el cementerio Sagrado Corazón. El procedimiento ahora es llevarlos a la médico forense en el Condado de Webb Corinne Stern, quien realiza diversos esfuerzos para identificar a las personas fallecidas.

Los cuerpos luego son almacenados en Texas State University. “Los mantienen ahí hasta que alguien va por ellos, hasta que se pueda encontrar a un familiar”, explicó el subdirector de la Oficina del Sheriff en el Condado Brooks, Benny Martínez.

Los familiares de desaparecidos tienen ya la esperanza de identificarlos, pero no así en la fosa donde aparece el letrero “Restos desconocidos”.