"Relanzamiento" del gobierno: ¿y el plan estatal de desarrollo?

Por: Alejandro Salmón Aguilera


La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2014, 10:49 am

Los poderes del estado se reunieron ayer en el Palacio de Gobierno para hacer lo que el boletín de prensa llamó “relanzamiento” de la administración estatal.

Tal vez quien diseñó esa estrategia no cayó en la cuenta de que se trataba de un gobierno constituido y no de una marca de refresco. Un Gobierno no necesita un “relanzamiento”, pues su marco de acción no es otro que las constituciones local y nacional; las leyes emanadas de éstas y, muy importante, el Plan Estatal de Desarrollo.

A estas alturas de la administración, tal pareciera que ya nadie se acuerda de ese documento, el Plan Estatal de Desarrollo, el cual representa un mapa de ruta de un gobierno cuando inicia su gestión y del cual, en teoría, no debe separarse.

Antes de hacer el “relanzamiento”, bien habría caído una revisión al Plan Estatal de Desarrollo, a su cumplimiento, a los alcances que han tenido las obras de gobierno y a las metas que aún no se han cumplido. Ese y no otro es el “lanzamiento” de un gobierno.

Por lo que vimos ayer en el patio central del Palacio de Gobierno, la administración pública del estado sigue siendo exactamente igual que como estaba antes de la ceremonia celebrada a piedra y lodo dentro del histórico edificio.

Nadie que haya estado dentro pudo ver un mínimo cambio de formas y mucho menos de fondos: el acto se llevó a puerta cerrada, en horas hábiles, dentro de un edificio ubicado en el centro de la ciudad donde miles de automovilistas pasaron penurias para circular en las calles aledañas al Palacio de Gobierno. Nada eso es nuevo: ha sido la tónica de toda la administración.

El ingreso, restringido y reservado únicamente para la “clase política” y a los medios de comunicación cuyos reporteros se hubieran acreditado con dos horas de antelación ¿hay algún cambio en todo eso?

El discurso, mas-menos el de siempre: el que exalta la disminución de los indicadores de delincuencia respecto al año 2010 pero que deja de ver los primeros lugares que ocupa Chihuahua en incidencias como el homicidio, el robo a casa-habitación y a negocio.

La postura de los actores políticos, prácticamente la misma: ninguna palabra que pudiera incomodar al poder constituido. Eso sí, un desfile de representantes de fuerzas políticas para decir que en Chihuahua hay pluralidad, pero con un discurso tan uniforme que bien pudo haber quedado en resumen y leído por el presidente en turno del Congreso del Estado. No pasaba nada: la esencia era la misma.

Lo que llama la atención es que el “relanzamiento” se hizo exactamente con los mismos integrantes del aparato gubernamental que necesitaba de ser “relanzado”. Es ahí donde no se entienden los fines ni objetivos. ¿Cómo voy a rehacer un gobierno con los mismos elementos que ya tenía?

Esa parte es, acaso, la que menos se entiende. Hace un mes, el mismo gobernador llamó a sus colaboradores a “defender los logros del Gobierno” en algo que muchos tomaron como un regaño. No pasó nada. Los días transcurrieron y el equipo de gobierno seguía siendo el mismo. Hoy, cuando la administración es otra—según el acto de ayer—los actores son los mismos. Que alguien nos explique, por favor.