Recuerdan a Diana Álvarez en su segundo aniversario luctuoso

**Breve reseña de su vida.


Recuerdan a Diana Álvarez en su segundo aniversario luctuoso

La Crónica de Chihuahua
Junio de 2012, 00:56 am

Por Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Nació en esta capital hace 60 años, y falleció el 2 de junio de 2010, víctima de un infarto cerebral. Diana Teresita fue hija de Javier Álvarez, profesor y jefe de Educación en el estado, hombre muy influyente en el ámbito educativo en Chihuahua, y de Marianela Ramírez, profesora también, quien dejó el magisterio para dedicarse al cuidado del hogar y la familia. A Diana le sobrevive su hermano Javier.

Estudió la carrera de Ingeniería Civil en la UACH, pero tomó una segunda carrera, Arquitectura.

Contrajo matrimonio con Luis Arturo Rascón Ordóñez, de quien tuvo dos hijos: Luis Marat y Juan Pablo.

De ella cuenta su amiga Flor Vargas que la conoció en los tiempos del movimiento estudiantil de principios de los años 70, en el que ambas eran activistas. Diana estaba en la Escuela de Enfermería, y Flor en la Preparatoria de la Universidad. Diana Teresita militaba con los trotskistas que dieron origen al PRT, Partido Revolucionario de los Trabajadores. Ellas volvieron a tener contacto en el INEA, donde coincidieron por tener Diana un proyecto que estaba realizando en ese organismo. Se volvieron a encontrar en los años ochenta del siglo pasado. En 1984 integraron Aprodem (la Asociación pro Derechos de la Mujer), dentro del movimiento feminista que por aquellos años congregó a varias activistas de los viejos movimientos de izquierda, quienes andaban a la búsqueda de dar sentido a los nuevos tiempos.

De ahí en adelante, Diana se convirtió en un referente de la lucha por la igualdad y los derechos de las mujeres. Intervino en la redacción y la preparación de las leyes que reconocieron la igualdad de derechos de hombres y mujeres en Zacatecas, Coahuila, Chihuahua y Sonora. Ella fundó el Centro de Atención a la Mujer Trabajadora (CAM), que funciona en Las Águilas, aunque en los últimos años no aparecía como directora. Fue corazón también de la creación del Instituto Chihuahuense de la Mujer, de la Ley Indígena y la Ley de Desarrollo Social.

Era una mujer hiperactiva, muy inteligente y muy trabajadora, muy responsable con su familia.

Era alegre, amante de la bohemia, de la música, y se sabe que fundó el primer café cantante en la ciudad, el BIF, La Balada del Gato.

Mujer indispensable sin la cual no se explicaría el Chihuahua moderno, Diana supo trascender y no será fácil olvidarla.