¿Recalentar comida podría ser peligroso?

**Muchas personas guardan las sobras para luego comerlas y que éstas no se desperdicien, pero ignoran hasta qué punto eso es saludable


¿Recalentar comida podría ser peligroso?

La Crónica de Chihuahua
Enero de 2016, 10:30 am

La intoxicación por comida, cuyos síntomas son vómito, diarrea y dolor estomacal, se debe a la proliferación de la bacteria Campylobacteria en el organismo.

De acuerdo con la Agencia de Estándares Alimentarios de Reino Unido (FSA), la Campylobacteria está presente en el 65% de los pollos en venta en Reino Unido, y un estudio reciente demostró que incluso un 6% se encuentra por fuera de los envases de pollo del supermercado.

La clave para matar a la bacteria es el calor, por lo que se recomienda poner la carne directamente en el horno luego de sazonarla e inmediatamente proceder a lavarse las manos.

Debido a que la Campylobacteria se disemina rápidamente y puede sobrevivir un par de horas en la superficie de la cocina, no es buena idea lavar la carne antes de cocinarla, informa el portal de la BBC.

¿Qué hacer en caso de un recalentado?

Si se piensa meter comida caliente al refrigerador es mejor dejarla, máximo, cuatro horas afuera, o hasta que se enfríe, porque si se guarda comida cuando aún está tibia, la temperatura interna del refrigerador aumentará, lo que generaría una perfecta incubadora para las bacterias.

Lo ideal es recalentar los platillos sólo una vez; sin embargo, si se realizan las medidas correctas, la comida se puede recalentar cuantas veces se deseé, pero está irá perdiendo sabor poco a poco.

Las comidas con las que se debe tener mayor cuidado, informa FSA, son: carne cocida o comida que contenga carne, como guisos o lasaña; salsas que contengan leche o crema; pescados y mariscos; arroz y pastas, y comidas que contenga huevos, frutos secos u otras comidas ricas en proteínas.

La clave del recalentado es hacerlo parejo. Calentar un platillo con vario ingredientes podría hacer que unas partes se calentarán más que otras, dejando huecos fríos donde las bacterias pudieran sobrevivir.

Por ello, lo mejor es calentar todo parejo, sacarlo del microondas, revolverlo, y meterlo de nuevo hasta que todo el plato adquiera una temperatura de alrededor 60°.