Que ya hubo un pacto de no agresión entre Duarte y Reyes

**Que a nade extrañe que, después de esta suerte de “pacto de caballeros”, el gobernador y el ex gobernador sean vistos próximamente en ceremonias públicas.


Que ya hubo un pacto de no agresión entre Duarte y Reyes

La Crónica de Chihuahua
Agosto de 2014, 16:25 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

En círculos del poder federal circuló la versión de que ya se había alcanzado un acuerdo, o digamos un pacto de no agresión entre el gobernador de Chihuahua, César Duarte Jáquez, y su antecesor, el hoy vocal ejecutivo del Fovissste, José Reyes Baeza Terrazas.

Todo se originó, según fuentes allegadas al probable acuerdo, de la declaración que hiciera el gobernador en el sentido de que Baeza Terrazas le había dejado una deuda de 3 mil millones de pesos derivada de una aplicación de recursos federales distinta a los fines para los que se le habían entregado al Gobierno Federal.

Según los trascendidos, Baeza Terrazas pretendió responder con una carta pública, al igual que lo hizo en aquella ocasión, cuando el hoy secretario de Hacienda, Jaime Herrera Corral, afirmara que la actual administración heredó un “déficit operativo” de 18 mil millones de pesos.

En esta ocasión, sin embargo, optó por dirigirse en línea recta a su sucesor en el cargo y pedirle lo mismo que la vez anterior: que se sentaran a revisar las cuentas para aclarar las cosas, pero dejarse de golpeteos mediáticos si no existían elementos contables que demostraran un desvío de recursos federales.

El asunto fue tan serio que, de acuerdo a fuentes consultadas, debió intervenir el titular de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Jorge Carlos Ramírez Marín, para mediar en el conflicto. El secretario es por decirlo así el inmediato superior de los titulares de todos los organismos de vivienda, incluido el Fovissste, y un cercano amigo del gobernador César Duarte Jáquez.

En síntesis, ambas partes llegaron al entendimiento de que el enfrentamiento entre un gobernador y un funcionario del Gobierno Federal, ambos emanados del PRI, no iba a dejar ganadores. Todos pierden, como dice la “perinola”. Y cuando decían todos es todos: desde el presidente de la República, a quien se le iba a cuestionar por qué entregó 3 mil millones de pesos a un gobernador, y peor aún, para subsanar un faltante y no para ejecutar una obra. Como dijimos en este espacio, tampoco iba a quedar bien parada la Secretaría de la Función Pública ni la Auditoría Superior de la Federación.

Que a nade extrañe que, después de esta suerte de “pacto de caballeros”, el gobernador y el ex gobernador sean vistos próximamente en ceremonias públicas, sonrientes, amigables, tomados del brazo—un gesto de suma importancia en la semántica priista—el uno como invitado de honor del otro. Así quedaron las cosas, pero la política y la lucha por el poder es despiadada y que tampoco se extrañe quien vea roto en mil pedazos el dichoso pacto de caballeros conforme se acerca la hora de “destapar” candidatos a diputado federal.