¿Qué trae Horacio Duarte Olivares?

Omar Carreón Abud


¿Qué trae Horacio Duarte Olivares?

Después de muchos años de carrera política medrando con el erario, a Horacio Duarte Olivares, distinguido miembro del Partido de la Revolución Democrática, de repente le ha surgido el interés por la causa de algunos habitantes del estado de México, particularmente de la comunidad texcocana de Cuautlalpan. El señor ha sido regidor del municipio de Texcoco, secretario del ayuntamiento y presidente municipal, ha sido diputado local y diputado federal y, así como nadie que se entere de esta trayectoria se atrevería a negar que se trata de uno de los más favorecidos del presupuesto, nadie, tampoco, podría mencionar una sola obra o servicio en beneficio de la comunidad por la cual este señor debiera ser recordado y gozar del reconocimiento público.

Pues bien, ahora, la última noticia que tenemos acerca de la vida pública de Horacio Duarte, consiste en que aparece a la mitad de la carretera federal Los Reyes-Texcoco a la cabeza de 100 personas impidiendo la circulación de todo tipo de vehículos y personas durante 10 horas y, para hacer más aparatoso e impactante el operativo, les prende fuego a numerosas llantas. Horacio Duarte es actualmente el Coordinador de la Defensa del Voto del Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA), es decir, de la corriente por una “república amorosa” que encabeza Andrés Manuel López Obrador y valdría la pena saber cómo concilia Duarte Olivares estas acciones con el amor, la consideración o, por lo menos, con el respeto a la legalidad que pregona la agrupación electoral a la cual representa. ¿La “república amorosa” incluye cierre de carreteras y quema de llantas o Duarte Olivares se sale del huacal? El electorado se merece una explicación, tiene que saber qué le ofrecen en realidad los perredistas y saber a qué atenerse.

Pero, más allá de las inconsecuencias con la organización a la que pertenece ¿qué pelea este señor? ¿qué defiende? Vamos primero a lo que dice. Para no calumniarlo, como el sujeto hace con nosotros los antorchistas, cito algunas de las respuestas que él mismo le dio a una periodista de Milenio TV el día que fue a presentar una denuncia en contra de “Enrique Peña Nieto y demás dirigentes de la organización política Antorcha Campesina porque invadieron un predio de 380 mil metros cuadrados en el municipio de Texcoco, no cuentan con licencia de construcción, ni licencia en materia de desarrollo urbano y desconocemos de dónde se utilizó el dinero para la compra de dicho predio”. La cita es textual.

A ver, a ver, ¿Enrique Nieto invadió? ¿cómo sustentará Duarte su afirmación? ¿Los “dirigentes” invadieron? ¿Quiénes? O sólo se trata de mencionarlos genéricamente con relación a Antorcha Campesina para golpear políticamente a la organización? Pero hay más, mucho más ¿Ignora el señor jurisconsulto que el delito de “invasión” no existe? Se trataría en todo caso de despojo, pero ¿quiénes fueron los despojados cuando “Peña Nieto” y los “dirigentes antorchistas” entraron en el predio? ¿Ignora este ex fabricante de leyes que, en todo caso, aceptando sin conceder que los modestos colonos que ahí viven no tuvieran ni “licencia de construcción, ni licencia en materia de desarrollo urbano”, que esos no son delitos federales?; si lo ignora, ¡en qué manos estamos!, si lo sabe, entonces qué anda haciendo en la Procuraduría General de la Republica?

Para los posibles interesados en la actividad de Horacio Duarte y de MORENA, informo que este señor anda en campaña electoral por algún puesto para él o para algunos de sus cómplices o para ambos y, para aumentar su votación y la de sus gentes y, por supuesto, para disminuir aunque sea un poco, la de sus contrincantes, se aprovecha de las inquietudes que pudieran catalogarse como auténticas de algunos pobladores de Cuautlalpan y Texcoco a quienes, con el respeto que me merecen, los está utilizando para sus fines personales. ¿Qué hace, pues, cerrando la carretera y quemando llantas? ¿Defendiendo la ley y la justicia? Nada de eso, busca una “nota” periodística, ansía la propaganda para llevar agua a su molino electoral. ¿Qué anda haciendo en la PGR denunciando delitos que no están tipificados y faltas que en todo caso no le toca conocer ni averiguar a esa instancia federal? Buscando publicidad.

Pero más allá de las trampitas electorales para manipular que afortunadamente cada vez son menos efectivas debido al escandaloso desprestigio que se ha ganado a pulso el Partido de la Revolución Democrática en Texcoco como en Michoacán, los trabajadores, los pobres en general, deben tener muy claro que éste, como otros tipos que dicen defender las causas populares son, en los hechos, peligrosos enemigos de ellas. Ahora, en el caso que nos ocupa, Horacio Duarte y sus socios la han emprendido en contra de varios miles de mexicanos que han llevado a sus familias a vivir a Texcoco como consecuencia de una reubicación de una zona de riesgo; ellos, con su derecho a votar y con su potencial repudio a él y a sus socios, son ahora el blanco de su rabia y sus ataques, los quiere dejar sin vivienda. La mejor prueba de ello es que el señor, fingiéndose autista, ignora olímpicamente la montaña de pruebas que acreditan que la compra del predio, la ocupación del mismo y la construcción de las humildes viviendas son absolutamente legales, eso a él no le importa, le interesan los puestos públicos y la gente sujeta a su voluntad. Eso trae Horacio Duarte Olivares. Y más vale que lo sepa México entero.