Publican decreto de protección del área natural Río Bravo

**La Semarnat prohibió una serie de actividades en toda la zona conocida como Monumento Natural Río Bravo del Norte, un área natural protegida que abarca una parte de la zona noreste de la entidad.

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2013, 09:36 am

Chihuahua, Chih.- La Semarnat prohibió, a partir de ayer miércoles, una serie de actividades en toda la zona conocida como Monumento Natural Río Bravo del Norte, un área natural protegida que abarca una parte de la zona noreste de la entidad, donde abundan especies animales y vegetales en peligro de extinción.

Dicha dependencia publicó ayer un decreto en el Diario Oficial de la Federación (DOF) en el cual se establecen las reglas de operación para el manejo de esa área natural protegida, la cual recibió ese estatus desde el año de 1994, durante la administración del presidente Carlos Salinas de Gortari.

El decreto publicado establece que la zona antes mencionada, donde se ubica el llamado “Cañón de Santa Elena”, no podrá sufrir alteraciones de ninguna especie, por lo que quedaron prohibidas las construcciones de asentamientos humanos.

A partir de ayer, sólo se podrán realizar actividades de tipo científico y de turismo ecológico.

En el decreto, se establece que en la zona no se podrá, siquiera, dar alimento o hacer ruidos intensos que alteren el comportamiento natural de los ejemplares de la vida silvestre.

Especies como el venado están en peligro de extinción, lo mismo que el castor americano y el oso negro.

La región del Monumento Natural Río Bravo del Norte también es hábitat de reptiles amenazados como la lagartija cornuda texana, la víbora de cascabel serrana y la lagartija de collar.

Enclavada en la ribera del río Bravo, en los municipios de Ojinaga y Manuel Benavides, en el estado de Chihuahua, así como en Ocampo y Acuña, en Coahuila, la zona ya no podrá crear nuevos centros de población, ni permitir procesos forestales o la extracción de materiales pétreos.

Otras actividades, como la pesca o las de tipo cinegéticas, que suelen atraer turismo “de aventura”, quedaron vedadas también, lo mismo que la explotación y aprovechamiento de especies de flora y fauna silvestres.