Prelibera juez a joven indígena que mató a su esposo

**La habían sentenciado por homicidio en riña, a pesar de que todas las pruebas apuntaban a que asesinó al hombre en legítima defensa.


Prelibera juez a joven indígena que mató a su esposo

La Crónica de Chihuahua
Noviembre de 2012, 07:07 am

Chihuahua, Chih.- La joven indígena Graciela Mancinas Motochil, quien fue sentenciada previamente a tres años de prisión bajo el cargo de “homicidio en riña”, fue preliberada por el Juez Héctor Talamantes Abe.

El caso de Graciela es muy particular, porque su sentencia fue emitida a pesar de que todas las pruebas arrojaban que asesinó a su esposo en legítima defensa, pues éste intentaba estrangularla.

Su historia es trágica. Ella fue sentenciada dentro de la causa penal 504/2011, convencida, por su condición de indígena, de aceptar la culpa y ser juzgada con un juicio abreviado que duró ocho meses, y en donde no se tocó la posibilidad de que el homicidio fuera en legítima defensa.

En la audiencia desarrollada ayer, Talamantes Abe también concedió la preliberación a Eleobardo Ochoa, indígena que purgaba a su vez una condena de diez años en la Unidad de Bajo Riesgo, por el delito de homicidio simple.

El portavoz del Poder Judicial, René Medrano informó que la preliberación de ambas personas se concedió porque compurgaron más de la mitad de su pena en el Cereso.

Hasta antes del cierre de esta edición se realizaba el papeleo para que ambas personas fueran puestas en libertad del Cereso femenil y varonil, respectivamente de Aquiles Serdán.

En el caso de Eleobardo Ochoa, y entre los argumentos tomados en cuenta, fueron que tenía más de siete años de cumplir con su condena en la Unidad de Bajo Riesgo.

Cabe mencionar que Leobardo, de origen rarámuri trabajó cuatro años en el área de cocina, y en la audiencia de ayer, estuvieron presentes su esposa y su pequeña hija.

Originaria de Guaparí, municipio de Urique, Graciela dentro de su historia, conoció en Delicias a Julián Vega en las pizcas, se fueron a vivir juntos, pero otra vez regresó la violencia a su vida, “me decía que si no le daba mi dinero me iba a echar a la carretera, pa que pensaran que me atropellaron y me pegaba mucho”, comentó en la entrevista publicada.

Julián se emborrachaba, fumaba mariguana, y “se echaba pericos por la nariz”, dice. Ella tenía ya 6 mil pesos ahorrados con los que pensaba ir por su niña, los cargaba en una bolsita en el cuello, y una noche llegó borracho y drogado cuando estaba dormida, me empezó a pegar para quitármelos, ya era mucho tiempo de trabajo, no se los quería dar, “eran pa ir por mija”, dice, el forcejeo empezó hasta que con el mismo hilo de la bolsita en la que guardaba el dinero en su cuello, la estaba estrangulando, razón por la que ella tomó lo que tenía a su alcance que fue un cuchillo de cocina y lo hirió.

“Me senté a llorar, y le dije: Julián yo no te quería hacer nada, pero tú tuviste la culpa porque me pegas mucho y me querías quitar mi dinero de mi niña. Lloré mucho, yo no lo quería matar”, dice. El hombre quedó herido pero dos días después murió.