¿Por qué y para qué se atiza la violencia verbal y física en la Universidad?

**Denuncian campaña de agresiones sin fundamento y de linchamiento y quema de documentos contra Antorcha en la Universidad Autónoma de Chapingo.


¿Por qué y para qué se atiza la violencia verbal y física en la Universidad?

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2015, 08:26 am

¿POR QUÉ Y PARA QUÉ SE ATIZA LA VIOLENCIA VERBAL Y FÍSICA EN LA UNIVERSIDAD?

En estos días se vienen dando cada vez con más frecuencia e intensidad actos de violencia promovidos por grupos incrustados en el sindicato de trabajadores (STUACh), y junto con profesores bien identificados y afines a dichos grupos. Éstos son algunos hechos recientes: en volantes y redes sociales han difundido de manera totalmente falsa y que no puede calificarse sino de perversa, que quien esto escribe está impidiendo que se resuelva el pliego petitorio del STUACh, y que por mi culpa la institución irá a una huelga más. Ello, afirman, gracias a que a través de la corriente de opinión a que pertenezco “controlo” los puestos de la administración central y el Consejo Universitario. Esta afirmación movería a risa si no fuera por el propósito avieso que esconde y la amenaza implícita que encierra: nunca dicen siquiera qué puestos y qué funcionarios en concreto controlo, o con cuántos y cuáles consejeros “domino” el Consejo Universitario, compuesto por 45 consejeros elegidos por cada uno de los departamentos que constituyen la institución. Y yo afirmo que no pueden dar ni ésta ni ninguna otra prueba de sus acusaciones porque simplemente se trata de una infamia. Nada tengo que ver con las negociaciones entre la UACh y el sindicato, y ninguna autoridad tengo para decidir ni éste ni ningún otro asunto de competencia del C.U., de donde se deduce sin dificultad que todo esto es una tenebrosa conspiración política. Pero la escalada violenta crece por momentos.

Hoy, lunes 16 de febrero colgaron frente al edificio principal una imagen de mi persona, al tiempo que, a través de la página de Facebook del STUACh, circulaban este texto: “Se les recuerda a todos los compañeros sindicalizados que el día de hoy habrá asamblea general en el Auditorio Álvaro Carrillo a las 12:00 horas, por favor sean puntuales, así mismo se le hace una atenta invitación a la Comunidad Universitaria a presenciar la quema de “Los Judas de la UACh” a las 13:00 hrs. en el árbol de los acuerdos”. Mi imagen era uno de los “Judas” a quemar. En este sentido, toda la Comunidad Universitaria sabe que desde el 21 de enero pusieron una manta en el edificio principal donde se lee textualmente: “El STUACh demanda la salida inmediata del grupo Antorcha Campesina del la UACh, encabezados por el Dr. Abel Pérez Zamorano”. ¿Por qué? ¿Con base en qué principio, ley o reglamento? ¿O es sólo porque sienten tener la fuerza para hacerlo? ¿Estamos ya, pues, a merced de la fuerza bruta? Estos horrores tienen antecedentes. Escritos similares plagados de mentiras, insultos y acusaciones igualmente infundadas y llamando al linchamiento político de quien esto escribe y de mis compañeros han sido publicados por personajes como Arturo Perales, Óscar Galindo Tijerina y Javier Ruíz Ledesma, este ultimo claramente identificado con el partido Morena. En la DICEA, el jueves 12 de febrero a las once de la noche, hubo otra quema, ésta de papeletas de un plebiscito que los profesores y estudiantes identificados con estas corrientes habían promovido para someter a juicio al MC Ramón Gómez Castillo y otros consejeros de la División a quienes consideran “indignos” del cargo, razón por la cual les hicieron juicio sumario sin explicar siquiera a la Comunidad qué infracción habían cometido.

Públicamente expresé mi rechazo a esa acción, proponiendo que se rindiera un informe de la votación al Consejo Divisional y se consultara a la Comunidad antes de presentar hechos consumados. Sin embargo, mi petición y la de la Comisión del Consejo Divisional, fueron desoídas. ¿Por qué se apresuraron a quemar las urnas? Probablemente porque pensaron que el profesor y los otros consejeros ganarían el plebiscito. Y de ese modo suprimieron la evidencia de su derrota. Al día siguiente, viernes 13, frente a rectoría, estudiantes identificados con estos profesores convocaron a otro acto de quema pública de comunicados oficiales de las autoridades universitarias. En la invitación se lee textualmente “A la hoguera sus volantes”. ¿Será pura coincidencia la similitud de estos hechos de barbarie con las hogueras de libros llevadas a cabo por los nazis para impedir que se conocieran las ideas de sus opositores? No está demás un repaso brevísimo de otros hechos violentos e ilegales de la misma gente: en octubre de 2010 los mismos que hoy atizan hogueras en Chapingo tomaron la Universidad; el 27 de enero pasado, a las cinco de la mañana lo hicieron de nuevo; el 4 de noviembre de 2013 tomaron el edificio de Economía; el 03 febrero pasado tomaron el Partenón, sede del H. Consejo Universitario, y el 10 de febrero cerraron por la fuerza los dos comedores.

No hay modo de exagerar la extrema gravedad de lo que ocurre: no sólo deslavan en el exterior la imagen de Chapingo; también atropellan garantías constitucionales como el derecho a participar en la organización que cada quien prefiera (Artículo 9); del Estatuto Universitario se violan los artículos: 3 Fracción IV, 129 y el 157, que a la letra dice: “Son causas graves de responsabilidad para todos los miembros de la Comunidad ejercer la violencia física contra cualquier miembro de la Comunidad”; también el 158, que considera infracción grave: “Impedir de cualquier manera la libre manifestación de las ideas de las distintas corrientes de pensamiento”, y el 159: “No procede la expulsión de ningún miembro de la Comunidad Universitaria por motivos políticos”. Todas estas normas que rigen la convivencia entre universitarios y que son garantía de estabilidad, legalidad y buen funcionamiento de la institución están siendo pisoteadas por quienes, encubiertos con fraseología de izquierda, antipriista, etc., están llamando al linchamiento y a la eliminación por la vía de la fuerza de una corriente política a la que consideran peligrosa para sus propósitos de hegemonía absoluta sobre Chapingo.

La Comunidad Universitaria debe saber que tras esta campaña se ocultan intereses de candidatos aspirantes a la rectoría, que pretenden ganar simpatías entre los estudiantes por vías que nada tienen que ver con el progreso, la estabilidad y los intereses superiores de la Comunidad Universitaria, la Universidad ni la educación en el país. Con su campaña están poniendo en peligro a la UACh, están creando un ambiente de caos e ingobernabilidad; un ambiente de total anarquía que, bien pudiera provocar la intervención de fuerzas externas enemigas de nuestro modelo de universidad. ¿Es eso lo que quieren? No hay que olvidar que ya ha habido voces de sus líderes que abiertamente se pronuncian por la intervención del ejército en Chapingo. Así, el modelo de universidad que tantos esfuerzos ha costado, que da preferencia en el ingreso a los hijos de campesinos pobres, que ofrece alimentación a casi todos los estudiantes, vivienda, servicio médico y viajes de estudio gratuitos se está poniendo en peligro, quizá de común acuerdo con ciertos sectores de poder que estarían dispuestos a aprovechar el pretexto para intervenir y acabarlo.

Por lo anterior, llamo a la Comunidad Universitaria a reflexionar serenamente sobre lo que estamos viviendo, sobre los peligros, buscados o no, que entraña, y rechazar este ambiente de linchamiento político y violación de garantías individuales que hunde a Chapingo en el caos y pone en peligro nuestro modelo de Universidad. Unámonos todos no en torno a un grupo o corriente política, sino en torno a la defensa de Chapingo, unámonos todos en la exigencia de respeto a las leyes internas y externas a la UACh, restablecimiento pleno de la vida académica y solución pacífica y legal conforme al derecho establecido de los problemas derivados de las legítimas demandas de todos los miembros de la Comunidad universitaria.

ATENTAMENTE
DR. ABEL PÉREZ ZAMORANO
PROFESOR INVESTIGADOR DE
LA UNIVERSIDAD AUTÓNOMA CHAPINGO
Chapingo, México, a 16 de febrero de 2015