’’Piel gruesa’’, o una sobrerrespuesta al reclamo social

Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.com.mx


’’Piel gruesa’’, o una sobrerrespuesta al reclamo social

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2013, 01:09 am

Qué lástima que haya, de parte del Gobierno, una “piel gruesa” ante el reclamo de personas que debieron haber recibido su indemnización hace por lo menos tres décadas, como son los ex braceros.

Ojalá hubiera una piel delgada para sentir la demanda de una parte de la población que lleva años manifestándose sin que le terminen de resolver su problema.

Ayer, el gobernador recurrió al argumento que utilizan todos los políticos en años electorales: “detrás de la manifestación hay un interés político”.

Ya podemos creer que hay un interés político: la solución de un problema de un grupo social determinado es una cuestión política. Tampoco se puede reprochar el que se tome la oportunidad de buscar la atención del gobierno en turno cuando están en disputa los próximos cargos de elección popular. Después de todo, la política es un asunto de oportunidades. ¿O acaso el PRI nunca lo ha hecho, o ha dejado de hacerlo?

Efectivamente, los gobiernos de los últimos años han demostrado tener la piel “muy gruesa”: ante el reclamo de familiares de víctimas del delito, hubo oídos sordos, cuando no represión policíaca, sobre todo a aquellas madres que nunca aceptaron que un montón de huesos disparejos eran los restos de sus hijas.

“Se tiene que mantener el estado de derecho”, dicen los representantes gubernamentales, como justificación a una respuesta policíaca. Sí, es cierto, lo que les falta decir es que ese estado de derecho no es un “derecho reservado” para la autoridad, sino también para el que reclama justicia y atención de su gobierno.

Esa sobre-respuesta policial ante las protestas de grupos inconformes parece una mala copia de la política del presidente Peña Nieto, de no permitir la anarquía, al menos, en los centros urbanos. Sí, pero una cosa es desalojar a un grupo que bloquea una de las autopistas más congestionadas del país, como la "Del Sol", en Guerrero, y otra es asomar francotiradores para recibir a un grupo de lecheros.

Eso parecía más una reacción a una amenaza de Al Qaeda que a la expresión de un grupo de campesinos cuyo acto de protesta, acaso, terminaría en un derramamiento de leche en el patio del Palacio. Esa actitud sí que es propia de una piel gruesa ante los reclamos sociales.