Piden justicia para sobrina de activistas que fue víctima de feminicidio

Berenice Miranda Gómez tenía 26 años de edad al momento de ser asesinada, estaba en una fiesta familiar y con compañeros de trabajo el 16 de septiembre.


Piden justicia para sobrina de activistas que fue víctima de feminicidio

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2013, 14:35 pm

En una vivienda del fraccionamiento Villas San Lorenzo, el día de su asesinato estaba rodeada de gente, de cámaras, de guardias y altas bardas de acceso controlado

Chihuahua, Chih.- Activistas de Chihuahua exigieron al gobierno estatal que resuelva el asesinato de Berenice Miranda Gómez, víctima de feminicidio, sobrina de los derechohumanistas Gabino y Alma Gómez, dirigentes de El Barzón y miembros del Consejo Directivo del Centro de Derechos Humanos de las Mujeres (CEDEHM). Declaró la presidenta de la organización, Luz Estela Castro.

El crímen cobra relevancia por tratarse de un familiar de otro grupo de la población en el estado y el país, que según revelan organizaciones internacionales como Amnistía Internacional o Human Rights Watch, son víctimas de ataques por su trabajo al igual que periodistas o policías de vocación. Pero además, porque contrario a lo que se dice oficialmente que solamente ocurren los crímenes de género a mujeres pobres, Berenice era una profesionista graduada hace un par de años, que además se encontraba el día de los hechos, en una vivienda de un residencial, privado, rodeado de cámaras y guardias de seguridad, y con acceso controlado.

Castro afirmó que no hay una política real para prevenir o investigar los feminicidios, que ocurren en cualquier segmento económico y lugar. Lamentó el homicidio de la joven y exigió que se resolviera, sin embargo, que dudaban de ello pues es también real la falta de investigación oficial en casos de feminicidios o crímenes contra activistas, como el doble homicidio de los activistas de El Barzón Ismael Solorio y Manuela Solís.

Berenice Miranda Gómez tenía 26 años de edad al momento de ser asesinada, estaba en una fiesta familiar y con compañeros de trabajo el 16 de septiembre en una vivienda del fraccionamiento Villas San Lorenzo, el día de su asesinato estaba rodeada de gente, de cámaras, de guardias y altas bardas de acceso controlado. Era Ingeniera Química, estudios universitarios pagados con sacrificios por sus padres, originaria de Santa Catarina, Namiquipa, y según dijo la abogada, con una vida por delante, con muchos sueños y esperanzas, terminados a puñaladas por su asesino