Piden declarar la música de Nonoava como Patrimonio Cultural Intangible

**El Municipio de Nonoava ha sido un prolífico creador de ciudadanos que han hecho de la música su modo de vivir, así como su medio de expresión.

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 18:17 pm

Chihuahua, Chih.- Mediante una iniciativa de Punto de Acuerdo, la diputada Águeda Torres Varela, solicitó al Instituto Chihuahuense de la Cultura, que realice las acciones pertinentes a fin de que sea declarada como Patrimonio Cultural Intangible, a la música de Nonoava, reconociendo a dicho Municipio como “Tierra de Música”.

La legisladora sustento su propuesta bajo la siguiente exposición de motivos:

* El Municipio de Nonoava, ha sido un prolífico creador de ciudadanos que han hecho de la música su modo de vivir, así como su medio de expresión, el cual sin lugar a dudas, constituye la más significativa manifestación del sentido que da identidad y pertenencia a la región y a la cultura de dicho municipio, la cual dado que las vías de comunicación y el progreso llegaron a este a finales del siglo pasado, es que se ha mantenido casi inalterada la manera en que se ha interpretado este tipo de música.

* Según los historiadores de Nonoava, fue el Maestro Jesús José Bustillos quien llevó la música, a finales del siglo XIX y principios del XX, a los habitantes del pueblo, a los que inculcó el gusto por ella y además de que les enseñó a leer las partituras, con lo que se popularizó el estudio de la música.

* De los primeros alumnos podemos mencionar a los Lozano, los Díaz y los Ochoa, siguiendo varios años después los Villalobos, los Olivas, los Torres, los García, por mencionar algunos.

* Durante la década de los cuarenta se formó un Coro religioso de la Virgen Morena de Monserrat, encabezado por Conchita Díaz y sus hermanas y otras mujeres habitantes del pueblo, quienes con sus cantos religiosos lograron motivar aún más entre los pobladores el gusto por la música y por el canto.

* Hablar de la música de Nonoava es hablar de tradición y alegría; en sus inicios, los instrumentos eran de viento específicos: todo grupo debe presentar dos saxofones altos, guitarra, banjo, saxor (sustituido en ocasiones con el guitarrón propio del mariachi o del tololoche, cuya fuerza de sonido es menor, por lo tanto menos notorio), casi siempre apareciendo la flauta transversal y la tarola, solo música sin voces, siendo sus integrantes generalmente miembros de una familia.

Es por lo anterior, señaló la legisladora, “coincido con los defensores e impulsores de este estilo musical, en que debemos darle el lugar que se merece, al hacerle un reconocimiento público al distinguirlo con la inclusión de patrimonio cultural del Estado, con la finalidad de fomentar, proteger y conversar este estilo musical”.