Periodista secuestrada entrevista a su victimario

**En Colombia, el ex paramilitar "El Panadero" se sacude responsabilidades, alegando que la periodista colombiana fue plagiada por autoridades, por investigar el flujo de armas en penales.


Periodista secuestrada entrevista a su victimario

La Crónica de Chihuahua
Octubre de 2011, 10:27 am

En mayo del 2000, el ex ’para’ Mario Jaimes citó a la periodista a la cárcel donde fue secuestrada.
El 5 de junio del 2000, 11 días después del secuestro, tortura y abuso sexual del que fui víctima, me prometí que no abandonaría el periodismo, pero que tampoco descansaría hasta encontrar la verdad.

Después de 11 años, esas primeras luces de verdad llegaron a mi teléfono, en la sala de redacción de EL TIEMPO. La última semana de abril, una llamada del ex paramilitar Mario Jaimes, conocido como ’el Panadero’, me revivió el horror. Este hombre, que en abril del 2000 me mandó a buscar con el fin de que le hiciera una entrevista para el diario El Espectador, donde trabajaba en esa época, me ubicó nuevamente para "contarme" su versión.

En ese año, la cita que acordé con su jefe de seguridad terminó en un secuestro que partió mi vida en dos. ’El Panadero’ argumentó que ahora quería darme una entrevista para "aclarar el pasado" y accedí a visitarlo, por segunda vez, en medio de un dilema ético y emocional que discutí con mis jefes.

Era la víctima frente al victimario. O era la periodista frente a un delincuente más. En 15 años de ejercicio periodístico he hecho todo tipo de entrevistas: narcos, guerrilleros, sicarios, paramilitares, homicidas. A todos les he preguntado por la historia de otro, el drama de víctimas anónimas; ahora era Jineth frente al drama de Jineth.

La mañana del pasado 5 de mayo, acompañada de un reportero gráfico del diario, llegué hasta la cárcel La Modelo de Bucaramanga, a cumplir esa cita que nunca se concretó. Una entrevista que pacté 11 años atrás ingenuamente y por la que casi muero.

Es imposible describir todas las sensaciones y sentimientos que tuve desde el momento en que pisé la puerta de la cárcel, hasta que estreché la mano del ’Panadero’. Me saludó como si fuéramos viejos amigos. Antes de permitir que lo grabara me dio diversas explicaciones sobre los hechos. Al final, esta fue la entrevista:

¿Qué responsabilidad tiene usted en los hechos ocurridos el 25 de mayo del 2000, cuando fui secuestrada en la puerta de la cárcel La Modelo de Bogotá?

No tengo ninguna responsabilidad. Ese día me encontraba arreglando una celda y después supe por los medios de comunicación que usted me había señalado como el hombre que le había puesto una cita. A los dos o tres días subí (al pabellón de alta seguridad) y hablé con Miguel Arroyave, que era compadre mío en ese entonces, y con Ángel Gaitán Mahecha y les dije que le iba a colocar una demanda a usted por calumnia.

¿Y ellos qué le contestaron?

Me llamaron y me dijeron que no, que dejara quieto eso y que no me metiera en nada que tuviera que ver con usted.

¿Por qué?

Porque ellos habían mandado a hacerle eso a usted porque estaba investigando cosas de La Modelo: quiénes entraban, implicaciones de militares, de policías, y guardias en algunas cosas. Por eso le mandaron a hacer eso a usted. Entonces yo me quedé quieto.

Inclusive yo llamé a una periodista (Astrid Legarda) para que yo pudiera hablar por un medio y dijera la verdad: que no tenía nada que ver en ese caso. En lo que le pasó yo fui víctima, porque me están juzgando de un accidente, de un delito del que nunca ni participé ni tuve nada que ver.

La noche anterior al secuestro, un hombre que se identificó como su jefe de seguridad, con el nombre de Ramiro, me puso una cita a nombre suyo para entrevistarlo...

Él no es mi jefe de seguridad. Mi jefe de seguridad se llama Mateo y está muerto. Él era el que cargaba los dos fusiles y cinco pistolas con otros cinco muchachos. Ese era el de la seguridad mía. Yo estaba recién capturado, tenía a mi patrón vivo y tenía poder en ese tiempo.

¿Entonces por qué resulta implicado?

Salgo implicado porque usted me menciona. Porque las personas que la detuvieron decían que iban en nombre del ’Panadero’. Pero en el tiempo que yo dirigí, nunca jamás en la vida se manda a cometer un delito o a asesinar a alguien y se dice de parte de quién va. En ese momento yo no sabía de dónde venía lo que le pasó. Supe después cuando me reuní con Miguel Arroyave y Ángel Mahecha y ellos me dijeron qué había pasado.

Pero tenía que haber un motivo para que lo implicaran...

No sé, el único que andaba pendiente de mí era mi jefe de seguridad Mateo Hurtado, alias ’80’. Ese era el que andaba conmigo y fue capturado conmigo. Era el que andaba en la calle conmigo para todo lado y cuando me capturaron era el que andaba pendiente de la seguridad mía en La Modelo de Bogotá. Pero de resto no había nadie más.

¿Conoce a otro implicado en mi secuestro aparte de Miguel Arroyave y Gaitán Mahecha?

No sé. A usted la dejaron en Villavo, entonces debe haber gente también de por allá de Villavo. De todas maneras, hasta ellos (Arroyave y Mahecha) venía gente del bloque Capital y del bloque Centauros para hablar con Miguel Arroyave, que era el que mandaba. No sé de dónde vendrá eso. Lo que yo le diga a usted, lo digo en Justicia y Paz.

¿Dentro de esos hechos va a confesar el capítulo de cómo entraban armas a La Modelo y quiénes ayudaban?

En las partes que tengo conocimiento sí lo voy a decir, como le acabé de contar. Lo que le mandaron a hacer a usted fue por eso, porque usted andaba investigando cómo entraban los armamentos; que la Policía estaba colaborando en la entrada de armamento... esas cosas que sé, se las voy a decir a Justicia y Paz. Lo que sé. Lo que no sepa, no puedo, porque en la Ley de Justicia y Paz se trata de la verdad que pueda afirmar el postulado.

Usted nunca quiso hablar conmigo, ¿por qué me busca después de 11 años para contarme todo esto?

Porque antes de llegar a Justicia y Paz quería hablar con usted. Lo hecho en Justicia y Paz viene por etapas. Ya pasé y anuncié delitos. En el 2008 conté unos delitos que cometí, incluyendo las peleas y masacres que ocurrieron en La Modelo de Bogotá, en esa época. Eso ya lo anuncié. No hemos llegado a la última etapa, pero ya anuncié lo de Barrancabermeja, hablé de la masacre de Barranca, impliqué militares, Fuerza Pública, y no me tembló la lengua para decir la verdad. Ahora estoy esperando aclarar los hechos de la guerrilla y los hechos de La Modelo, entre esos el suyo.

¿Quiere agregar algo más?

De todas maneras nosotros somos de las autodefensas. No tengo nada que ver en este accidente suyo, pero de todas maneras le pido perdón. Y espero que algún día usted pueda perdonar a los que le cometieron este accidente y me perdone a mí, que no tengo nada que ver.

Pocos avances

El caso sigue en instrucción

Solo 11 años después, el proceso judicial por el secuestro y violación de la periodista Jineth Bedoya pasó de etapa preliminar a etapa de instrucción. En diferentes testimonios, que hacen parte de la reserva sumarial, Mario Jaimes, ’el Panadero’, ha sido relacionado en el proceso como cómplice de los hechos; y otras personas han sido mencionadas. Desde mayo pasado, el CTI de la Fiscalía retomó la investigación y el fiscal que tuvo el proceso por 11 años, sin resultado alguno, fue cambiado hace un mes.

’El ’Panadero’ no cumplió’

¿Por qué la periodista decide publicar la entrevista?

"Mario Jaimes me entregó una verdad fragmentada, en la que salvó su responsabilidad. Cinco meses después decidí publicar la entrevista porque nada de lo que dijo lo cumplió. Dice que declarará en Justicia y Paz solo si le permiten entrar alimentos crudos a la cárcel para preparar su comida, porque lo quieren envenenar. En las peticiones hechas al Inpec exige 10 libras de carne diarias".

Decisión: Razones para una publicación

Pocas veces un medio de comunicación se ve ante la decisión de publicar la entrevista de una víctima -en este caso uno de sus periodistas- con la persona que es señalada de ser su victimario. Después de varios meses de una profunda reflexión ética, que tuvo como punto de partida la opinión de Jineth Bedoya, EL TIEMPO presenta la versión que sobre esos hechos entrega ’el Panadero’. Esta entrevista refleja el profesionalismo de una periodista que por más de una década ha contado las historias más devastadoras del conflicto en Colombia y que tiene el valor de enfrentar, desde su oficio, la suya propia. EL TIEMPO considera que esta versión debe ser conocida por la opinión pública y que puede ayudar a encontrar la verdad.

Entrevista de JINETH BEDOYA LIMA
tomada de El Tiempo.com