Partidos “emergentes” analizan alianzas con el PAN, para no quedar fuera

**Después de todo, la sobre-representación del PRI es la que los tendría en la picota, fuera del reparto “Pluri”.

La Crónica de Chihuahua
Marzo de 2015, 16:07 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera/ ahoramismo.mx

El nuevo escenario electoral, diseñado para que el PRI y el PAN se queden con casi todo el pastel de las representaciones proporcionales, podría hacer que cambie sustancialmente el escenario de apoyos electorales y que algunos partidos que fueron aliados del tricolor de pronto aparezcan como coadyuvantes del panismo.

La regla establecida recientemente, donde el ganador de la elección se queda con su porcentaje de votos más otro 8 por ciento, y el segundo lugar obtiene una representación en las cámaras en proporción similar a los votos que recibió en las urnas dejó casi fuera a partidos que podrían retener el registro.

Esa es la ecuación que hacen ya algunos partidos “chicos” (ellos se dicen “emergentes”) a la luz de los resultados electorales de Congreso Local celebradas en Coahuila, donde el PRI se llevó un carro completo por el principio de mayoría, mientras que el PAN se quedó con casi todo el pastel plurinominal para completar la representación proporcional a sus votos recibidos.

Repartido el pastel, partidos como Nueva Alianza, que sí obtuvo el mínimo de 3 por ciento para retener el registro estatal, no obtuvo curules aun cuando tenía derecho, porque simplemente ya no había: El PRI y el PAN se los habían llevado todos.

Ese mismo escenario se puede repetir en Chihuahua, según cálculos que ya hacen algunos partidos “emergentes”, a los cuales ha tenido acceso esta columna. Desde ahora, a poco más de medio año de que inicie formalmente el proceso para elegir 67 ayuntamientos; integrantes de la 65ª Legislatura y Gobernador/a del Estado, ya se vislumbra que el PRI y el PAN se puedan quedar con casi toda la representación legislativa.

¿Qué planean hacer, entonces, para evitarlo? A estas alturas, algunos de esos partidos ya se replantean el apoyo que antes le dieron al PRI y mejor trasladárselo al PAN. Después de todo, la sobre-representación del PRI es la que los tendría en la picota, fuera del reparto “Pluri”.

Con esa lógica, plantean apoyar al PAN en algunos distritos y municipios donde la fuerza electoral no les alcanza para ganar por sí solos pero sí para darle al blanquiazul la los pocos votos que necesita para voltear el resultado de la elección. De esa forma, el PAN, que regularmente es la segunda fuerza electoral del estado, conservaría su representación pero con diputados de mayoría y le dejaría a los “emergentes” el reparto de las plurinominales.

El cálculo amerita número y horas de borrón y lápiz. También requiere de una valoración muy seria sobre las condiciones en las que se encuentra el panismo a nivel local y nacional, y sobre el desgaste por el que pasa el PRI como cabeza de gobierno tanto en el ámbito federal como estatal y municipal. Irse con el PAN podría garantizar espacios, pero jugarse los pocos votos con una fuerza política que solo una vez ha ganado la mayoría parlamentaria. Jugársela con el PRI suena poquito peor: ir a elecciones con un partido que tiene demasiados compromisos con los de adentro como para repartir sus ganancias con los de afuera. Al tiempo veremos si se fueron con el “melón” azul o la “sandía” tricolor.