Pandillas de Texas traen su violencia a Juárez

**el Departamento de Seguridad Pública de Texas identifica como las más peligrosas a Tango Blast, Texas Syndicate, Texas Mexican Mafia y Barrio Azteca.


Pandillas de Texas traen su violencia a Juárez

La Crónica de Chihuahua
Abril de 2013, 17:24 pm

Alrededor de 2 mil 500 pandillas originarias de Texas, conocidas por su peligrosidad y violencia, colaboran con los cárteles mexicanos para allegarse de droga al mayoreo.

El último informe sobre el crimen organizado que emitió el Departamento de Seguridad Pública de Texas ofrece una clasificación de las pandillas con base en la amenaza que representan para las fuerzas del orden en ese estado de la Unión Americana.

El reporte identifica como las más peligrosas a Tango Blast, Texas Syndicate, Texas Mexican Mafia y Barrio Azteca. Esta última se ha caracterizado por operar en ambos lados de la frontera que divide a México y Estados Unidos.

Esta particularidad de Barrio Azteca fue destacada por la agencia especializada Insight Crime, que en su análisis del informe en cuestión destacó el contraste entre la tranquilidad de la ciudad texana de El Paso y la inseguridad de Ciudad Juárez, su vecina inmediata, en el estado de Chihuahua.

“En lugar de que los mexicanos vinieran a provocar el caos en Texas, fue Barrio Azteca, una pandilla estadounidense, la que cruzó la frontera de México para ayudar a encender la inestabilidad en Juárez. Y, es más, eso ocurrió durante la guerra de los cárteles del Pacífico y de Juárez por el control de Ciudad Juárez”, consigna Insight Crime.

Otra amenaza es que las pandillas texanas reclutan a nuevos integrantes en las escuelas, por medio de internet.

Texas exporta la violencia

El temido derrame de la violencia de México a Texas no ha ocurrido, pero a cambio de ahorrarse la crueldad que caracteriza al crimen organizado en México, unas 2 mil 500 pandillas texanas colaboran para tener acceso a los grandes embarques de droga al mayoreo de los cárteles mexicanos.

Éste es el panorama que ofrece el último informe sobre el crimen organizado que emitió el Departamento de Seguridad Pública de Texas bajo el título Texas Gang Threat Assessment 2012, que ofrece una clasificación de las pandillas con base en su peligrosidad y la amenaza que representan para las fuerzas del orden en ese estado.

“A lo largo del enfrentamiento de los cárteles de Pacífico y de Juárez por el control de Ciudad Juárez, los mexicanos esencialmente han respetado a El Paso como un remanso de paz contra la violencia”, escribió Patrick Corcoran para Insight Crime.

Sin embargo, Corcoran destacó que el mejor ejemplo de la colaboración de una pandilla estadounidense con un cártel mexicano es el de la relación entre Barrio Azteca y el cártel de Juárez, en el que se identifica la reversión del derrame de la violencia de México a Estados Unidos.

Corcoran señaló que a en los últimos años El Paso ha seguido siendo una de las ciudades más seguras de Estados Unidos y que en esa ciudad fronteriza se encuentran escondidos muchos de los gángsters de más alto perfil.

Ese fenómeno fue consignado en otros dos estudios difundidos recientemente por el Departamento de Seguridad Pública estatal: Texas Gang Threat Assessment 2012 de marzo y 2013 Texas Public Safety Threat Overview, de febrero.

“Ambas evaluaciones ofrecen la evidencia de cómo funcionan las cadenas de suministro en un mercado negro global: Los mexicanos dominan el tráfico de la cocaína, de las metanfetaminas y de la mariguana, y Estados Unidos es el mercado más grande para esas drogas”, escribió.

En cuanto a la historia de Barrio Azteca, el proyecto Prison Offenders (PrisonOffenders.com) relató que fue creada en 1986 por los prisioneros texanos Benito Benny Acosta, Alberto El Indio Estrada, Benjamín T-Top Olivares, Manuel Tolón Cardoza, Manuel El Grande Fernández, Raúl Rabillo Fierro y José Gitano Ledesma.

“Sus fundadores, muchos de los cuales eran de El Paso, Texas, decidieron unir a los presos de El Paso y de Ciudad Juárez para crear una línea de protección contra otros presos hispanos. Entre tanto, pandillas más antiguas y bien establecidas como la Mexikanemi (Texas Mexican Mafia) y el Texas Syndicate estaban enfrascadas en una guerra a muerte que permitió a Barrio Azteca crecer bajo sus propias narices”, explicó Prison Offender.

“Ya para 1996, Barrio Azteca se había convertido en la empresa criminal más poderosa del suroeste de Texas, del norte de México y del sur de Nuevo México. Su primer objetivo fue regular el comercio de narcóticos en la zona de El Paso, Texas, a Ciudad Juárez, Chihuahua”, refirió la página web de Prison Offender, en la que se estudia a las pandillas en las prisiones estadunidenses y se registran los cambios constantes de sus alianzas.

Tango Blast, la más peligrosa

Según Texas Gang Threat Assessment 2012, la pandilla Barrio Azteca es hoy la tercera más peligrosa del estado que gobierna el republicano Rick Perry. Mientras que Tango Blast, con unos 10 mil integrantes, ocupó a partir de este año el primer sitio como la banda más fuerte y peligrosa de Texas, desplazando al Texas Syndicate, con 4 mil 500 miembros, en el segundo lugar.

La lista de las pandillas más peligrosas del estado se completó con la Texas Mexican Mafia que cuenta con seis mil miembros y quedó ubicada en el cuarto sitio.

El resto de los más de 100 mil pandilleros que operan en el estado fronterizo con Chihuahua, Coahuila, Nuevo León y Tamaulipas se distribuyen principalmente entre otras 16 pandillas con las que establecen alianzas de negocios y de protección mutua en mayor o menor medida intermitentes y fluidas que, en su búsqueda de lucro, logran romper las barreras de la estratificación racial de Estados Unidos.

Pandillas como la supremacista Aryan Brotherhood of Texas, Partido Revolucionario Mexicano, las afroestadounidenses Crips, Bloods, la salvadoreña Mara Salvatrucha (MS-13), Los Bandidos, La Hermandad de Pistoleros Latinos, Los Sureños, y otras ocho bandas más, incluidas en el estudio, han aprendido a tejer redes de negocios y de protección más o menos fluidas, tanto en la calle como en las prisiones.

El caso más emblemático es el de Tango Blast que mantiene relaciones “fluidas” prácticamente con todas las bandas cuando se trata de hacer negocios y de garantizar la protección mutua.

La excepción es la Texas Mexican Mafia, de San Antonio, con la que su afiliada, Los Orejones, entra frecuentemente en conflicto.

“Las pandillas que adoptan modelos de afiliación más holgados imponen requisitos de membresía más relajados y poco, o no detectable, liderazgo jerárquico. Este modelo tiende a ser el más dinámico porque permite un rápido crecimiento al mismo tiempo que limita la medida en que los grupos de miembros pueden ser manejados con efectividad”, dice el estudio elaborado también por el Texas Fusion Center y la Intelligence & Counterterrorism Division.

Tango Blast opera en la región de la frontera sur con México, a través de bandas grandes y bien establecidas como Corpitos, de Corpus Christi, y Vallucos, de Rio Grande Valley, como Houstone, la pandilla más grande de Houston, y también con la ATX, de Austin, que mantienen sus relaciones independientes con los cárteles mexicanos.

Esta banda fue creada en 1990 por un grupo de prisioneros de ciudades como Houston, Dallas y Austin, que se unieron para rebasar en número a las pandillas tradicionales, mientras el Texas Syndicate, la Mexkanemi y Barrio Azteca se enfrascaban en una guerra que se prolongó por más de una década.

“En 1994 tendía a reclutar y atraer a pandilleros agraviados en la prisión por las pandillas bien establecidas. Se rebelaron contra éstas y buscaron el control absoluto de todo el sistema de prisiones de Texas”, relatan los editores de PrisonOffenders.com.