’’Operativo’’ para acallar el abucheo, una forma de sordera política

**El Grito se ha envuelto en un manto de morbo como nunca antes se había visto, al menos en la historia reciente de Chihuahua.


’’Operativo’’ para acallar el abucheo, una forma de sordera política

La Crónica de Chihuahua
Septiembre de 2014, 20:31 pm

Por: Alejandro Salmón Aguilera

La tradicional fiesta con motivo de la conmemoración del “Grito de Dolores” se ha envuelto en un manto de morbo como nunca antes se había visto al menos en la historia reciente de Chihuahua.

El antecedente inmediato, cuando se escuchó retumbante abucheo al momento justo en el momento en que el gobernador César Duarte salió al balcón, bandera en mano, a dar el Grito de Dolores, ha desatado una ola de expectativas tanto en la sociedad en general como en el círculo rojo de la política, que esperan a ver si el abucheo se repite o es más ensordecedor que el del año pasado.

Por lo pronto, desde la semana pasada circuló la versión de que el Gobierno ya tenía preparado un “operativo” para neutralizar los gritos de quienes manifestarán su reprobación al gobernador. Según la versión que corrió por los pasillos del Palacio de Gobierno y que nadie quiso desmentir de manera tajante, el Gobierno colocará estratégicamente grupos de 500 personas, afines al grupo que está al mando del estado, para que griten loas a César Duarte al momento cuando salga al balcón. Esos grupos estarán ubicados en los lugares donde hace un año estaban las masas más ruidosas que abuchearon al gobernador, dice la versión.

Para una parte del grupo gobernante, la gritería contra el gobernador en aquel 16 de septiembre del 2013 no fue una reacción espontánea de la muchedumbre reunida en la Plaza Mayor, sino que fue orquestada de manera fraccionada: una parte, por panistas, pero la mayor de ellas, por priistas confrontados con la actual administración.

Si esa es la corriente de opinión que campea en Palacio de Gobierno, entonces hay una mala lectura de la corriente social que recorre el país e incluso una parte del mundo.

Las expresiones de rechazo hacia el gobernador han continuado desde aquel 16 de septiembre del 2013 hasta llegar a este mismo mes, cuando un grupo de estudiantes universitarios lo abuchearon en medio de un festejo organizado por el Gobierno justamente para ellos.

Quienes mantienen la idea de que el griterío es una acción orquestada y perversa no alcanzan a dimensionar el rechazo que existe de una parte de la sociedad hacia sus gobernantes, no sólo hacia el de Chihuahua. Ahí están, por citar ejemplos a la mano, los abucheos al jefe de gobierno capitalino, Miguel Mancera; la monumental “mentada de madre” al entonces gobernador de Jalisco, Emilio González Márquez o las amplias expresiones de rechazo hacia el presidente Obama a través de redes sociales.

El problema es que quienes no entienden que en el mundo entero prevalece una zanja que separa a la clase gobernante de la sociedad gobernada se irán la noche de este martes con la idea de que existe una conspiración contra el mandatario y no una reacción social de descontento a la cual se le debe prestar atención. Si no se entiende esto, quiere decir que el estilo de gobernar no cambiará, y si es así, los abucheos tampoco se terminarán.