Descubren nuevas ruinas en la Independencia, que son de la Colonia

**Estructuras del tiempo del Virreinato flanquean al sótano que fue encontrado la semana pasada y que fue fechado en alrededor del año 1850. **Un corralito y un molino de granos serían en mucho anteriores a la Botica Central. (FOTOS DE JUAN CARLOS RAMÍREZ)


Descubren nuevas ruinas en la Independencia, que son de la Colonia

Por Lily Dueñas y Froilán Meza Rivera

Chihuahua, Chih.- Un corralito de piedra y el redondel de un molino de granos, probablemente del tiempo de la Colonia, aparecieron a ambos lados de las ruinas del sótano que había sido encontrado desde la semana pasada en las obras del desnivel de la avenida Independencia.

El sótano, que perteneció a la Botica Central, fue construido en medio de las otras dos estructuras que ya existían previamente, de acuerdo al Doctor en Arqueología Arturo Guevara Sánchez, quien es responsable de las excavaciones por parte del Instituto Nacional de Antropología e Historia. El sótano podría ser de alrededor del año 1850, según indican los materiales con que fue hecho.

Algo que resulta curioso es que el corral y el molino no eran precisamente construcciones subterráneas, porque lo que es ahora la avenida Independencia, fue originalmente un arroyo que desembocaba en el río Chuvíscar, y el suelo estaba considerablemente más abajo de su nivel actual. En la impresión del arqueólogo, la calle fue rellenada para emparejarla a mediados del siglo Diecinueve, y las construcciones más antiguas quedaron bajo tierra, junto con el sótano nuevo. Como detalle, en el sótano fue encontrada una columna hecha con concreto y varilla con el método de cimbra, que es una pieza mucho más moderna y que puede datarse como de principios del siglo Veinte.

“Sin embargo, yo no puedo decir todavía con seguridad la antigüedad de estas construcciones; trabajamos con hipótesis a partir de los materiales, pero fechas definitivas, sólo pueden fijarse si encontramos materiales biológicos asociados a estas estructuras, que pudieran ser examinados por el método del Carbono 14 u otro similar”, agregó Guevara Sánchez. El especialista se refiere a huesos, a madera o a otros materiales que se pudieran encontrar dentro de la mezcla o en medio de las piedras o de los ladrillos.

En trabajos de una semana, la excavación ya descubrió estructuras a lo largo de más de veinte metros, a lo ancho de cuatro, con tres y medio metro de profundidad. Aquí hay paredes de piedra, muros ciclópeos de seis y hasta siete ladrillos de ancho enjarrados con cal y arena; una breve escalinata y el llamado corralito (formado por dos cercos de piedra); el redondel del molino, y un piso de cemento, por no hablar de la pesada columna de concreto.

Bajo la supervisión del Doctor Guevara, quien es un arqueólogo consumado y de mucha trayectoria, una decena de trabajadores se afana en la cuidada excavación. En el suelo de cemento del sótano fueron practicados dos cuadrángulos que se proyectan hacia abajo, hacia el suelo original, en la búsqueda de vestigios de las culturas prehispánicas que hubo en la región, aunque encontrar algo más se ve difícil, dado que este nivel del terreno está formado por sedimentos de una corriente fluvial. Sin embargo, la lucha se hace.

En los dos cuadrángulos, que fueron cuadriculados con cordón de acuerdo a la técnica clásica de la búsqueda científica, el material que se extrae es tamizado sobre un cedazo con todo cuidado, para no dejar pasar nada que pudiera resultar de interés.

Así las cosas, las excavaciones arqueológicas no tienen una fecha fatal para terminarse, más bien durarán todo lo que tengan que durar, y a la pregunta expresa de si estas ruinas tienen que dejarse como están, o si serán destruidas para que pase por aquí el paso subterráneo de la obra del desnivel de la Independencia, Arturo Guevara dijo: “Mi trabajo es estudiar estos restos, y el criterio para que se conserven o no, no dependen de mí”.