Se aglomeran para comprar tamales en toda la ciudad

**La tradición dicta que se deben comer tamales en homenaje al levantamiento del niño y la purificación de la Virgen al cabo de la cuarentena.


Se aglomeran para comprar tamales en toda la ciudad

La Crónica de Chihuahua
Febrero de 2011, 14:00 pm

Chihuahua, Chih.- Grandes filas de compradores de tamales, se pudieron ver desde temprano afuera de los expendios de este tradicional manjar mexicano.

¿La razón?

Ah, es que hoy es el Día de la Candelaria, y la tradición es que en todas partes: en casa, en la oficina, en el taller, en fin... hay que comer tamales, y de preferencia, tamales con atole o champurrado.

La fiesta de La Candelaria es un rito católico que comienza en la Navidad, con el nacimiento de Jesús. Muchas familias mexicanas colocaron un nacimiento en su hogar durante las fiestas decembrinas y comieron rosca el 6 de enero, en un acto simbólico para recordar el día en que Melchor, Gaspar y Baltazar, los Tres Reyes Magos, ofrecieron oro, mirra e incienso al recién nacido niño Jesús.

Aquéllos que en su rebanada de rosca sacaron al “muñequito”, se convierten en los “padrinos del Niño” y ofrendan tamales el 2 de febrero, día en que según la tradición se “levanta” al Niño Dios del pesebre para vestirlo y continuar con la ruta católica que pasa por los Carnavales que se festejarán en marzo, la Cuaresma, el Miércoles de Ceniza, hasta terminar con la Semana Santa.

Todavía en los mercados o en las zonas más tradicionales de México, hay lugares donde “visten” a los Niños Dios como parte de esta fiesta tradicional mexicana. El primer año lo visten de blanco, sin corona ni trono. El segundo ya puede llevar un traje de color y es hasta el tercer año cuando lo visten como Rey, como el Emperador del Universo y le colocan su corona y su trono porque ya puede realizar milagros.

¿Por qué tamales y no otro platillo?

Comer tamales no es un capricho gastronómico. Como casi todas las fiestas mexicanas, La Candelaria es una mezcla entre tradiciones prehispánicas y católicas. Así como se festeja la presentación de Jesús al Templo de Jerusalén, nuestros antepasados conmemoraban el primer día del año azteca en honor a Tláloc, Chalchiuhtlicue y Quetzalcóatl.

Los tamales siempre estuvieron presentes en las ofrendas a los dioses, además porque están hechos de maíz, el material que los dioses usaron para crear al hombre. ¿Recuerda usted la leyenda del Popol Vuh, el libro sagrado de los mayas? Bueno, pues cuenta que después de varios intentos fracasados por crear al hombre con distintos materiales, fue el maíz el que finalmente permitió darle vida.

Ahora ya sabe usted, lector estimado, por qué comemos tamales, que se acompañan con atole o chocolate. En realidad es una ofrenda al Niño Dios o a los dioses prehispánicos.

(Febrero 2, 2011)